3.3. DE LA BEATITUD CONTRARIA A LA VOLUNTAD

Con tales enigmas y amarguras en el corazón navegó Zaratustra sobre el mar. Pero cuando estuvo a cuatro días de viaje de las islas bienaventuradas y de sus amigos, entonces había superado todo su dolor: triunfante y con los pies firmes estuvo de nuevo sobre su destino. Y entonces habló Zaratustra así a su conciencia exultante:

Estoy solo de nuevo y quiero estarlo, solo con el cielo puro y el mar abierto; y de nuevo es la tarde a mi alrededor. Por la tarde encontré por primera vez a mis amigos, por la tarde también una segunda vez: a la hora en que toda luz se vuelve más quieta. Pues lo que de felicidad aún está de camino entre el cielo y la tierra, busca ahora un alma luminosa como albergue. De felicidad toda luz se ha vuelto ahora más quieta.

¡Oh tarde de mi vida! Un día descendió también mi felicidad al valle, para buscarse un albergue: entonces encontró estas almas abiertas y hospitalarias. ¡Oh tarde de mi vida! ¡Qué no di para tener una sola cosa: esta plantación viva de mis pensamientos y esta luz de la mañana de mi más alta esperanza!

Compañeros buscó un día el creador y niños de su esperanza; y mira, encontró que no podía hallarlos, a menos que primero los creara él mismo. Así estoy yo en medio de mis trabajos, yendo hacia mis niños y regresando de ellos: por causa de sus niños debe Zaratustra completarse a sí mismo. Pues en lo más hondo uno ama solamente a su niño y a su obra; y donde hay un gran amor hacia uno mismo, allí es signo de la preñez: así lo encontré. Aún verdecen para mí mis niños en su primera primavera, están erguidos unos junto a otros y, juntos, sacudidos por los vientos: los árboles de mi jardín y de mi mejor tierra. ¡Y en verdad! Donde tales árboles se alzan unos junto a otros, allí están las islas bienaventuradas. Pero un día quiero trasplantarlos y poner a cada uno por sí solo, para que aprenda soledad, desafío y cautela. Nudoso y retorcido, y con flexible dureza, ha de alzárseme entonces junto al mar un viviente faro de vida invencible.

Allí donde las tormentas se precipitan hacia abajo en el mar y el hocico de la montaña bebe agua, ahí ha de tener cada uno, una vez, sus vigilias de día y de noche para su prueba y reconocimiento. Ha de ser reconocido y probado, para ver si es de mi estirpe y linaje; — si es señor de una voluntad larga, silencioso aun cuando habla, y cediendo de manera que, al dar, toma. — que un día llegue a ser mi compañero, un co-creador y co-celebrante de Zaratustra: — uno tal que escriba mi voluntad sobre mis tablas, para la más plena consumación de todas las cosas. Y por su causa y por los semejantes a él debo yo a mi vez completarme: por eso me aparto ahora de mi felicidad y me ofrezco a toda desventura — para mi última prueba y reconocimiento.

Y, en verdad, ya era tiempo de que me fuese; y la sombra del caminante, y la más larga espera, y la hora más silenciosa — todos me dijeron: «¡Es más que la hora!» El viento me sopló a través de la cerradura y dijo: «¡Ven!» La puerta se abrió para mí, astuta, y dijo: «¡Ve!» Mas yacía encadenado al amor por mis niños: el deseo me tendió esta soga, el deseo de amor, de llegar a ser botín de mis niños y perderme en ellos. Deseo — eso ya significa para mí: haberme perdido. ¡Os tengo, mis niños! En este tener todo ha de ser seguridad y nada deseo.

Pero incubando yacía sobre mí el sol de mi amor; en su propio jugo se cocía Zaratustra — entonces volaron sombras y dudas por encima de mí. Ya anhelaba escarcha e invierno: «¡Oh, que la escarcha y el invierno me hicieran de nuevo chascar y crujir!» suspiré. — Entonces se alzó desde mí una bruma helada. Mi pasado abrió sus sepulcros, más de un dolor enterrado vivo despertó: — sólo había dormido su sueño, escondido en vestiduras de cadáver.

Así todo me gritaba en señales: «¡Es la hora!». Pero yo — no escuché: hasta que, por fin, mi abismo se movió y mi pensamiento me mordió. ¡Ay, pensamiento abismal, tú que eres mi pensamiento! ¿Cuándo hallaré la fuerza para oírte cavar y no temblar ya? Hasta la garganta me golpea el corazón cuando te oigo cavar. Tu silencio aún quiere estrangularme, ¡tú, abismal callador! Nunca osé llamarte arriba: ya bastó con que te llevase conmigo. Aún no fui bastante fuerte para la última soberbia y desenfreno del león. Siempre tu peso fue ya para mí bastante de lo terrible; pero un día he de hallar la fuerza y la voz del león que te llame arriba.

Cuando haya superado eso, quiero superar también lo que es más grande; ¡y una victoria ha de ser el sello de mi culminación!

Entretanto navego aún sobre inciertos mares; el azar me adula, el de lengua suave; miro adelante y atrás — aún no veo ningún fin. Aún no me llegó la hora de mi última lucha — ¿o me llega quizás ahora? En verdad, con traicionera belleza me contemplan alrededor el mar y la vida.

¡Oh tarde de mi vida! ¡Oh felicidad antes del anochecer! ¡Oh puerto sobre altos mares! ¡Oh paz en lo incierto! ¡Cómo desconfío de todos vosotros! En verdad, desconfío de vuestra traicionera belleza, como el amante que desconfía de toda sonrisa. Como aquel que, a la que más ama, la empuja delante de sí, tierno aún en su dureza — el celoso — así empujo yo esta hora bienaventurada delante de mí.

¡Fuera contigo, tú bienaventurada hora! Contigo me llegó una beatitud contraria a la voluntad. Aquí estoy dispuesto a mi más profundo dolor. ¡Llegaste a destiempo!

¡Fuera contigo, tú bienaventurada hora! Mejor toma albergue allí — con mis niños. ¡Apresúrate! ¡Y bendícelos antes del anochecer con mi felicidad!

Ahí se acerca ya el anochecer: el sol se hunde. ¡Allá va — mi felicidad!

Así habló Zaratustra. Y esperó toda la noche su desventura; pero esperó en vano. La noche permaneció luminosa y callada, y la felicidad misma se le acercó cada vez más. Pero hacia la mañana rió Zaratustra en su corazón y dijo burlón: «La felicidad corre tras de mí. Esto sucede porque yo no corro tras las mujeres. Mas la felicidad es una mujer.»


Traducción desde el alemán (ed. crítica Colli–Montinari), revisada con ayuda de IA basada en arquitectura Transformer, siguiendo la segmentación de párrafos de Walter Kaufmann. 

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