Prólogo 3 – revisión (versión desde la versión de W.K)

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Tú dijiste:

Hola, C(h)at. Empezamos prólogo 3). Creo que podría qudar así:

ChatGPT Plus

¡Hola, Fernando! Encantado de seguir contigo. Adelante con el texto del Prólogo 3) cuando quieras, y lo revisamos juntos.

Tú dijiste:

3
Cuando Zaratustra llegó a la siguiente ciudad, situada en la linde del bosque, encontró a mucha gente reunida en la plaza del mercado, pues se había prometido que habría un equilibrista. Y Zaratustra habló así a la gente:
«YO OS MUESTRO AL SUPERHOMBRE. El hombre es algo que debe ser superado. ¿Qué habéis hecho para superarlo?
«Todos los seres hasta ahora han creado algo más allá de sí mismos; ¿y queréis ser el reflujo de este gran diluvio e incluso volver a las bestias antes que superar al hombre? ¿Qué es el simio para el hombre? Un hazmerreír o una dolorosa vergüenza. Y el hombre será precisamente eso para el superhombre: un hazmerreír o un doloroso bochorno. Has pasado de gusano a hombre, y mucho en ti sigue siendo gusano. Una vez fuisteis simios, e incluso ahora, también, el hombre es más simio que cualquier simio.
«Quienquiera que sea el más sabio entre vosotros es también un mero conflicto y cruce entre planta y fantasma. Pero, ¿os ordeno que os convirtáis en fantasmas o en plantas?
«He aquí, os enseño al superhombre. El superhombre es el significado de la tierra. Que vuestra voluntad diga: ¡el superhombre SERÁ el significado de la tierra! Os lo ruego, hermanos míos, ¡permaneced fieles a la tierra y no creáis a los que os hablan de esperanzas de otro mundo! Mezcladores de veneno son ellos, lo sepan o no. Son despreciadores de la vida, decadentes y envenenados ellos mismos, de quienes la tierra está cansada: así que dejadlos ir.
«Una vez el pecado contra Dios fue el mayor pecado; pero Dios murió, y estos pecadores murieron con él. Pecar contra la tierra es ahora lo más espantoso, y estimar las entrañas de lo incognoscible más alto que el sentido de la tierra.
«Antes el alma miraba despectivamente al cuerpo, y entonces este desprecio era el más alto: ella quería el cuerpo exiguo, espantoso y hambriento. Así esperaba escapar de él y de la tierra. Oh, esta alma misma era todavía escasa, espantosa y hambrienta: y la crueldad era la lujuria de esta alma. Pero vosotros también, hermanos míos, decidme: ¿qué proclama vuestro cuerpo de vuestra alma? ¿No es vuestra alma pobreza y suciedad y miserable contento?
«Verdaderamente, un riachuelo impuro es el hombre. Hay que ser un mar para poder recibir un arroyo contaminado sin ensuciarse. Mirad, yo os muestro al superhombre: él es ese mar, en el que puede ahogarse vuestro gran desprecio.
«¿Cuál es la mayor experiencia que puedes tener? Es la hora del gran desprecio. La hora en que también tu felicidad despierta tu repugnancia, e incluso tu razón y tu virtud.
«La hora en que dices: «¿De qué me sirve mi felicidad? Es pobreza y suciedad y vil satisfacción. Pero mi felicidad debería justificar la existencia misma».
«La hora en que dices: «¿Qué importa mi razón? ¿Acaso ansía el conocimiento como el león su alimento? Es pobreza y suciedad y vil satisfaccion».
«La hora en que dices: «¿Para qué mi virtud? Todavía no me ha hecho rabiar. ¡Qué cansado estoy de mi bien y de mi mal! Todo eso es pobreza y suciedad y vil satisfaccion».
«La hora en que dices: «¿Qué valor tiene mi justicia? No veo que soy llamas y combustible. Pero los justos son llamas y combustible».
«La hora en que digas: «¿Qué importa mi piedad? ¿No es la piedad la cruz en la que está clavado el que ama al hombre? Pero mi piedad no es crucifixión».
«¿Ya has hablado así? ¿Has llorado ya así? ¡Oh, si te hubiera oído gritar así!
«No tu pecado sino tu mezquindad clama al cielo; tu mezquindad aun en tu pecado clama al cielo.
«¿Dónde está el rayo para lamerte con su lengua? ¿Dónde está el frenesí con el que deberías ser inoculado?
«He aquí, os enseño al superhombre: él es este relámpago, él es este frenesí».
Cuando Zaratustra hubo hablado así, uno de los presentes gritó: «Ya hemos oído bastante sobre el equilibrista; ¡ahora veámoslo también a él!». Y todo el pueblo se rió de Zaratustra. Pero el equilibrista, creyendo que la palabra se refería a él, comenzó su actuación. 3 corregido:
Cuando Zaratustra llegó a la siguiente ciudad, situada en la linde del bosque, encontró a mucha gente reunida en la plaza del mercado, pues se había prometido que habría un equilibrista. Y Zaratustra habló así a la gente:
«MI LECCIÓN ES EL SUPERHOMBRE. El hombre es algo que debe ser superado. ¿Qué habéis hecho para superarlo?
«Todos los seres hasta ahora han creado algo más allá de sí mismos; ¿queréis ser el reflujo de este gran diluvio y hasta volver a las bestias antes que superar al hombre? ¿Qué es el mono para el hombre? Un hazmerreír o una dolorosa vergüenza. Y el hombre será precisamente eso para el superhombre: un hazmerreír o un doloroso bochorno. Habeis pasado de gusano a hombre, y mucho en vosotros sigue siendo gusano. Una vez fuisteis monos, e incluso ahora, también, el hombre es más simio que cualquier simio.
«Quienquiera que sea el más sabio entre vosotros es también un mero conflicto y cruce entre planta y fantasma. Pero, ¿os ordeno yo que os convirtáis en fantasmas o en plantas?
«He aquí, os enseño al superhombre. El superhombre es el significado de la tierra. Que vuestra voluntad diga: ¡el superhombre SERÁ el significado de la tierra! Os lo ruego, hermanos míos, ¡permaneced fieles a la tierra y no creáis a los que os hablan de esperanzas de otro mundo! Lo sepan o no son mezcladores de veneno. Son despreciadores de la vida, decadentes y envenenados ellos mismos, de quienes la tierra está cansada: así que dejadlos ir.
«Una vez el pecado contra Dios fue el mayor pecado; pero Dios murió, y estos pecadores murieron con él. Ahora pecar contra la tierra es lo más espantoso, y estimar las entrañas de lo incognoscible más alto que el sentido de la tierra.
«Antes el alma miraba despectivamente al cuerpo, y entonces este desprecio era el más alto: el alma quería al cuerpo exiguo, espantoso y hambriento. Así esperaba escapar de él y de la tierra. Oh, esta alma misma era todavía escasa, espantosa y hambrienta: y la crueldad era la lujuria de esta alma. Pero vosotros también, hermanos míos, decidme: ¿qué proclama vuestro cuerpo de vuestra alma? ¿No es vuestra alma pobreza y inmundicia y miserable contento?
«En verdad, un riachuelo impuro es el hombre. Hay que ser un mar para poder recibir un arroyo contaminado sin ensuciarse. Mirad, yo os muestro al superhombre: él es ese mar, en el que puede ahogarse vuestro gran desprecio.
«¿Cuál es la mayor experiencia que puedes tener? La hora del gran desprecio. La hora en que también tu felicidad despierta tu repugnancia, e incluso tu razón y tu virtud.
«La hora en que dices: «¿De qué me sirve mi felicidad? Es pobreza y inmundicia y vil satisfacción. Pero mi felicidad debería justificar la existencia misma».
«La hora en que dices: «¿Qué importa mi razón? ¿Acaso ansía el conocimiento como el león su alimento? Es pobreza y inmundicia y vil satisfaccion».
«La hora en que dices: «¿Para qué mi virtud? Todavía no me ha hecho rabiar. ¡Qué cansado estoy de mi bien y de mi mal! Todo eso es pobreza y inmundicia y vil satisfaccion».
«La hora en que dices: «¿Qué valor tiene mi justicia? No veo que soy llamas y combustible. Pero los justos son llamas y combustible».
«La hora en que digas: «¿Qué importa mi piedad? ¿No es la piedad la cruz en la que está clavado el que ama al hombre? Pero mi piedad no es crucifixión».
«¿Ya has hablado así? ¿Has llorado ya así? ¡Oh, si te hubiera oído gritar así!
«No tu pecado sino tu mezquindad clama al cielo; tu mezquindad aun en tu pecado clama al cielo.
«¿Dónde está el rayo para lamerte con su lengua? ¿Dónde está el frenesí con el que deberías ser inoculado?
«He aquí, os enseño al superhombre: él es este relámpago, él es este frenesí».
Cuando Zaratustra hubo hablado así, uno de los presentes gritó: «Ya hemos oído bastante sobre el equilibrista; ¡ahora veámoslo también a él!». Y todo el pueblo se rió de Zaratustra. Pero el equilibrista, creyendo que la palabra se refería a él, comenzó su actuación.

ChatGPT Plus

Gracias por compartir la versión corregida, Fernando. Has hecho una adaptación muy fluida, respetuosa con el tono y ritmo del original, pero también con una voz clara y bien afilada en español. A continuación te dejo algunas sugerencias y observaciones menores, en tono de colaboración crítica y respetuosa:


SUGERENCIAS DE ESTILO Y CLARIDAD

  1. «MI LECCIÓN ES EL SUPERHOMBRE»
    ↦ En la versión inglesa de Kaufmann, es “I TEACH YOU THE OVERMAN”.
    El “MI LECCIÓN” suena algo escolar o pedagógico. Una opción más directa:
    «OS ENSEÑO AL SUPERHOMBRE» o bien «OS TRAIGO LA ENSEÑANZA DEL SUPERHOMBRE».
    Aunque ya usas «He aquí, os enseño…», así que podrías dejar el arranque como:
    «OS MUESTRO AL SUPERHOMBRE» como en tu primera versión, para no repetir la fórmula luego.
  2. «¿Queréis ser el reflujo de este gran diluvio…»
    ↦ Muy buena metáfora mantenida. Solo cabe considerar si “reflujo” es suficientemente claro.
    Tal vez: «¿Queréis ser la resaca de este gran diluvio…» (más visual, menos técnico),
    o: «¿Queréis retroceder con la marea de este gran diluvio…».
    Pero “reflujo” está bien si buscas tono más abstracto.
  3. «Habeis pasado de gusano a hombre…»
    ↦ Falta tilde: Habéis.
  4. «En verdad, un riachuelo impuro es el hombre»
    ↦ “En verdad” funciona, pero podrías también decir: «Verdaderamente», como en tu versión anterior, o incluso «Ciertamente», si quieres variar ligeramente el ritmo.
  5. «¿Qué importa mi razón? ¿Acaso ansía el conocimiento como el león su alimento?»
    ↦ Excelente frase. Solo recomendaría revisar la puntuación en toda la serie de frases “la hora en que dices…” para mantener uniformidad. Por ejemplo:
    «¿Acaso ansía el conocimiento como el león su alimento? Es pobreza…»
    podría tener un guion largo o una coma fuerte si se busca dramatismo:
    «¿Acaso ansía el conocimiento como el león su alimento? — Es pobreza…»
  6. «No veo que soy llamas y combustible»
    ↦ ¿Podría fluir mejor como: «No veo que sea llamas y combustible» o incluso «No veo que yo sea llamas y combustible»?
    (La estructura “veo que soy” es posible, pero algo chocante por momentos.)
  7. «¡Oh, si te hubiera oído gritar así!»
    ↦ Faltaría tilde en **¡Oh, **si te hubiera oído… → **¡Oh, sí te hubiera oído… (es afirmación, no condicional).
  8. «He aquí, os enseño al superhombre: él es este relámpago, él es este frenesí».
    ↦ Poderoso cierre. Nada que tocar.

RESUMEN

Tu versión corregida es en general muy sólida. Solo he señalado:

  • Correcciones ortográficas menores: habéis, sí (afirmación).
  • Pequeñas alternativas de estilo: “mi lección”, “reflujo”, “veo que soy…”.
  • Opciones de puntuación dramática para enfatizar las frases que se repiten (“la hora en que dices…”).

Si quieres, puedo ayudarte a hacer una versión final revisada línea a línea incorporando estas sugerencias, o bien seguimos con el siguiente fragmento. ¿Cómo prefieres proceder?

Tú dijiste:

OK. A ver esa version revisada.

ChatGPT Plus

Perfecto, Fernando. Aquí tienes la versión revisada completa del Prólogo 3), incorporando las sugerencias anteriores, con especial atención al estilo, la puntuación, la claridad y el ritmo interno del discurso:


Prólogo 3 — Versión revisada

Cuando Zaratustra llegó a la siguiente ciudad, situada en la linde del bosque, encontró a mucha gente reunida en la plaza del mercado, pues se había prometido que habría un equilibrista. Y Zaratustra habló así a la gente:

«Os enseño al superhombre. El hombre es algo que debe ser superado. ¿Qué habéis hecho para superarlo?

»Todos los seres, hasta ahora, han creado algo más allá de sí mismos; ¿y queréis ser la resaca de este gran diluvio, incluso volver a las bestias antes que superar al hombre? ¿Qué es el mono para el hombre? Un hazmerreír o una dolorosa vergüenza. Y el hombre será precisamente eso para el superhombre: un hazmerreír o un doloroso bochorno. Habéis pasado de gusano a hombre, y mucho en vosotros sigue siendo gusano. Una vez fuisteis monos, y aun ahora, el hombre es más simio que cualquier simio.

»Quienquiera que sea el más sabio entre vosotros, también él es tan solo un conflicto y un cruce entre planta y fantasma. Pero ¿os ordeno yo que os convirtáis en fantasmas o en plantas?

»He aquí: os enseño al superhombre. El superhombre es el sentido de la tierra. Que vuestra voluntad diga: ¡el superhombre será el sentido de la tierra! Os lo ruego, hermanos míos: ¡permaneced fieles a la tierra, y no creáis a quienes os hablan de esperanzas de otro mundo! Lo sepan o no, son mezcladores de veneno. Son despreciadores de la vida, decadentes y envenenados ellos mismos, de quienes la tierra está harta: ¡dejadlos ir!

»Una vez, el pecado contra Dios fue el mayor pecado; pero Dios ha muerto, y con él murieron también esos pecadores. Ahora, pecar contra la tierra es lo más espantoso, y tener en más estima las entrañas de lo incognoscible que el sentido de la tierra.

»Antes, el alma miraba con desprecio al cuerpo —y ese desprecio era entonces lo más alto: el alma quería un cuerpo exiguo, espantoso y hambriento. Así creía poder escapar del cuerpo —y de la tierra. ¡Oh, esta alma misma era todavía escasa, espantosa y hambrienta! Y la crueldad era la lujuria de esa alma.

»Pero también vosotros, hermanos míos, decidme: ¿qué dice vuestro cuerpo de vuestra alma? ¿No es vuestra alma pobreza, inmundicia y un miserable contento?

»Verdaderamente, un riachuelo impuro es el hombre. Hay que ser un mar, para poder recibir un arroyo contaminado sin ensuciarse. ¡Mirad, os muestro al superhombre: él es ese mar! En él puede ahogarse vuestro gran desprecio.

»¿Cuál es la mayor experiencia que podéis tener? Es la hora del gran desprecio: la hora en que también vuestra felicidad os causa náusea —y vuestra razón, y vuestra virtud.

»La hora en que decís: “¿De qué me sirve mi felicidad? Es pobreza, inmundicia y vil satisfacción. Pero mi felicidad debería justificar la existencia misma.”

»La hora en que decís: “¿Qué importa mi razón? ¿Acaso ansía el conocimiento como el león su alimento? Es pobreza, inmundicia y vil satisfacción.”

»La hora en que decís: “¿Para qué mi virtud? Aún no me ha hecho rabiar. ¡Qué cansado estoy de mi bien y de mi mal! Todo eso es pobreza, inmundicia y vil satisfacción.”

»La hora en que decís: “¿Qué valor tiene mi justicia? No veo que yo sea llamas y combustible. Pero los justos son llamas y combustible.”

»La hora en que decís: “¿Qué importa mi piedad? ¿No es la piedad la cruz en la que está clavado quien ama al hombre? Pero mi piedad no es crucifixión.”

»¿Has hablado ya así? ¿Has llorado ya así? ¡Oh, si te hubiera oído gritar así!

»No tu pecado, sino tu mezquindad clama al cielo; tu mezquindad, incluso en el pecado, clama al cielo.

»¿Dónde está el rayo que te lama con su lengua? ¿Dónde el frenesí con el que deberías ser inoculado?

»He aquí: os enseño al superhombre. Él es ese relámpago, él es ese frenesí.»

Cuando Zaratustra hubo hablado así, uno de los presentes gritó: «¡Ya hemos oído bastante sobre el equilibrista; ahora queremos verlo también!». Y todo el pueblo se rió de Zaratustra. Pero el equilibrista, creyendo que aquellas palabras se referían a él, comenzó su actuación.


¿Quieres que prepare una nota editorial para acompañar este discurso en tu blog? Puedo ayudarte con una introducción breve al tono y contenido de esta sección.

Tú dijiste:

Sí. La mencion del darwinismo me parece inexcusable.

ChatGPT Plus

Perfecto. A continuación te propongo una nota editorial breve para introducir el discurso 3 del Prólogo, centrada en el tono, el contexto simbólico y especialmente en la dimensión darwinista invertida de esta sección, que como bien dices es inexcusable:


Nota editorial para el discurso 3 del Prólogo

En este tercer fragmento del Prólogo, Zaratustra entra en escena como profeta de una enseñanza nueva y violenta: la del superhombre (Übermensch). Su discurso tiene lugar en una plaza, en medio del bullicio de una multitud que espera entretenimiento, no revelación. Nietzsche contrapone deliberadamente este contexto vulgar —una función de equilibrista— con la gravedad del mensaje de Zaratustra: la necesidad de superar al hombre, de hundir el viejo sentido para instaurar uno nuevo.

Este discurso puede leerse como una inversión simbólica de la narrativa darwinista. Si Darwin explica el ascenso del ser humano desde sus ancestros simiescos, Nietzsche formula aquí una superación del propio ser humano en dirección al superhombre. Pero esta no es una evolución natural ni biológica, sino una ruptura existencial y moral: no un progreso adaptativo, sino un salto de sentido, nacido del asco y del desprecio por los ideales decadentes heredados.

Zaratustra no propone una mejora técnica del hombre, sino su aniquilación como horizonte moral. De ahí que la serie de preguntas retóricas y exclamaciones —la “hora del gran desprecio”— esté construida como un crescendo de náusea: contra la felicidad pequeña, la razón domesticada, la virtud sin rabia, la justicia tibia, la piedad sin sangre. Solo el que ha llegado al fondo de esa náusea está preparado para recibir el rayo.

En esta clave, el superhombre no es el resultado de una evolución, sino el fruto de una transvaloración. No continúa al hombre: lo aniquila y lo disuelve en el mar del sentido nuevo.


¿Te gustaría que explore también el simbolismo del mar, el rayo, o la figura del equilibrista al final de esta escena, o prefieres mantener esta nota concisa y pasar directamente al siguiente fragmento?

Tú dijiste:

Muy bien. En el segundo párrafo, yo añadiría: i) Que Nietzsche creía que esa ascendencia del simio marcaba aún a la mayoria de las personas, la chusma, meros animales pero pensaba ii) que filósofos, artistas y santos sí realizaban el salto a ser humano; sólo esos tipos. Esto no era fruto de la evolucion, ni de ningún progreso, había ocuirrido desde los albores de la humanidad y por supuesto entre los griegos.

ChatGPT Plus

Perfecto, Fernando. Tus observaciones afinan una distinción esencial: para Nietzsche, la mayoría sigue siendo animal, y sólo unos pocos —filósofos, artistas, santos— han encarnado históricamente el tipo “humano” propiamente dicho. Incorporo esta idea a la nota editorial, manteniendo el tono sobrio y claro, e integrándola en el segundo párrafo con el contexto del discurso:


Nota editorial para el discurso 3 del Prólogo

En este tercer fragmento del Prólogo, Zaratustra entra en escena como profeta de una enseñanza nueva y violenta: la del superhombre (Übermensch). Su discurso tiene lugar en una plaza, en medio del bullicio de una multitud que espera entretenimiento, no revelación. Nietzsche contrapone deliberadamente este contexto vulgar —una función de equilibrista— con la gravedad del mensaje de Zaratustra: la necesidad de superar al hombre, de hundir el viejo sentido para instaurar uno nuevo.

Este discurso puede leerse como una inversión simbólica de la narrativa darwinista. Si Darwin explica el ascenso del ser humano desde sus ancestros simiescos, Nietzsche formula aquí una superación del propio ser humano en dirección al superhombre. Pero esta no es una evolución natural ni biológica, sino una ruptura existencial y moral: no un progreso adaptativo, sino un salto de sentido, nacido del asco y del desprecio por los ideales decadentes heredados. Nietzsche no niega la ascendencia simiesca del ser humano, pero cree que esta marca aún a la mayoría: la chusma, los últimos hombres, son meros animales domesticados. Solo algunos tipos excepcionales —filósofos, artistas, santos— han realizado ese salto hacia el hombre verdadero. No se trata de un proceso evolutivo, ni de un avance colectivo, ni de una historia de progreso: ese salto ha ocurrido desde los albores de la humanidad, y sin duda entre los griegos, pero siempre de forma excepcional y solitaria.

Zaratustra no propone una mejora técnica del hombre, sino su aniquilación como horizonte moral. De ahí que la serie de preguntas retóricas y exclamaciones —la “hora del gran desprecio”— esté construida como un crescendo de náusea: contra la felicidad pequeña, la razón domesticada, la virtud sin rabia, la justicia tibia, la piedad sin sangre. Solo el que ha llegado al fondo de esa náusea está preparado para recibir el rayo.

En esta clave, el superhombre no es el resultado de una evolución, sino el fruto de una transvaloración. No continúa al hombre: lo aniquila y lo disuelve en el mar del sentido nuevo.


¿Te gustaría añadir una breve referencia o cita de otro texto de Nietzsche que apoye esta visión (por ejemplo de La genealogía de la moralMás allá del bien y del mal, o alguna nota póstuma)? También podría buscar una forma de incorporar simbólicamente la figura del “mono” en contraste con el superhombre, si quieres enfatizar más ese eslabón irónico.

Tú dijiste:

Quita “simbólica”; quita “si” (.Darwin explica // ; Nietzsche formula); quita “aqui”; quita “domesticados”; “No se trata” cambialo a “No es”. ¿Vuelves a redactar la nota con esos cambios?

ChatGPT Plus

Por supuesto, Fernando. Aquí tienes la nota editorial reescrita según tus indicaciones: he eliminado “simbólica”, quitado las condicionales en el segundo párrafo, retirado “aquí” y “domesticados”, y sustituido “No se trata de” por “No es”. También he ajustado el tono general para mantener la coherencia con estos cambios:


Nota editorial para el discurso 3 del Prólogo

En este tercer fragmento del Prólogo, Zaratustra entra en escena como profeta de una enseñanza nueva y violenta: la del superhombre (Übermensch). Su discurso tiene lugar en una plaza, en medio del bullicio de una multitud que espera entretenimiento, no revelación. Nietzsche contrapone deliberadamente este contexto vulgar —una función de equilibrista— con la gravedad del mensaje de Zaratustra: la necesidad de superar al hombre, de hundir el viejo sentido para instaurar uno nuevo.

Darwin explica el ascenso del ser humano desde sus ancestros simiescos; Nietzsche formula la superación del propio ser humano en dirección al superhombre. Pero esta no es una evolución natural ni biológica, sino una ruptura existencial y moral: no un progreso adaptativo, sino un salto de sentido, nacido del asco y del desprecio por los ideales decadentes heredados. Nietzsche no niega la ascendencia simiesca del ser humano, pero cree que esta marca aún a la mayoría: la chusma, los últimos hombres, son apenas animales. Solo algunos tipos excepcionales —filósofos, artistas, santos— han realizado ese salto hacia el hombre verdadero. No es un proceso evolutivo, ni un avance colectivo, ni una historia de progreso: ese salto ha ocurrido desde los albores de la humanidad, y sin duda entre los griegos, pero siempre de forma excepcional y solitaria.

Zaratustra no propone una mejora técnica del hombre, sino su aniquilación como horizonte moral. De ahí que la serie de preguntas retóricas y exclamaciones —la “hora del gran desprecio”— esté construida como un crescendo de náusea: contra la felicidad pequeña, la razón servicial, la virtud sin rabia, la justicia tibia, la piedad sin sangre. Solo el que ha llegado al fondo de esa náusea está preparado para recibir el rayo.

El superhombre no es el resultado de una evolución, sino el fruto de una transvaloración. No continúa al hombre: lo aniquila y lo disuelve en el mar del sentido nuevo.


¿Quieres que acompañe esta nota con una imagen simbólica —el rayo, el mar, el equilibrista— o prefieres mantener esta sección sin ilustraciones por ahora?

Tú dijiste:

Dejamos el Prólogo sin imágenes de momento, ¿Te parece? Incorporo todo a mi carpeta.

ChatGPT Plus

Perfecto, Fernando. Dejar el Prólogo sin imágenes por ahora me parece una decisión muy acertada: así se concentra la atención en el lenguaje y la estructura simbólica interna del discurso, sin interferencias visuales. Cuando pases a las partes más narrativas o visionarias (como la visión y el enigma, o los animales de Zaratustra), las imágenes podrán cobrar mayor fuerza.

Entonces quedamos así:

  • ✅ Texto definitivo del Prólogo 3, revisado.
  • ✅ Nota editorial incorporada, con mención al darwinismo y a la distinción entre masa y tipos excepcionales.
  • ✅ Sin imágenes por ahora.
  • 📂 Todo listo para volcarlo a tu carpeta y blog.

Cuando quieras, seguimos con el Prólogo 4, o saltamos al discurso siguiente. Aquí estaré.

Tú dijiste:

¿Pongo “Conversación con ChatGPT 4o – 6 / junio / 2025 – 7:17 am (Proyecto “Corrección de la edicion de Zaratustra, 1ª parte – Prólogo 3 revision)?

ChatGPT Plus

Sí, esa fórmula está muy bien y es clara para archivarlo. Solo te propongo una pequeña corrección de estilo para que fluya aún mejor como encabezado de trabajo. Aquí tienes una versión ajustada:

Conversación con ChatGPT-4o — 6 de junio de 2025, 7:17 a.m.
Proyecto: Corrección de la edición de Zaratustra, 1ª Parte — Prólogo 3 (revisión)

Pero si prefieres mantener tu formato original, también es perfectamente válido. Ambos funcionan. ¿Quieres que prepare también el título y encabezado sugerido para el Prólogo completo en tu blog, si estás pensando en presentarlo todo junto?

Tú dijiste:

¿En negrita? ¿Debajo de la nota a P3? Y ¿Título y encabezado? ¿A qué te refieres?

ChatGPT Plus

Buena pregunta. Vamos por partes:


1. ¿En negrita el encabezado de archivo?

Sí, si vas a usarlo como una marca interna o administrativa dentro de tu carpeta o entrada del blog (por ejemplo, al final de la nota editorial o en tus archivos de trabajo), ponerlo en negrita ayuda a distinguirlo como registro técnico:

Conversación con ChatGPT-4o — 6 de junio de 2025, 7:17 a.m.
Proyecto: Corrección de la edición de Zaratustra, 1ª Parte — Prólogo 3 (revisión)

Podrías colocarlo al final de la nota editorial, en fuente más pequeña o separada con una línea horizontal, para indicar que no forma parte del contenido interpretativo, sino del archivo de trabajo.


2. ¿Qué quise decir con “título y encabezado del Prólogo completo”?

Me refería a que, si decides presentar en tu blog todo el Prólogo completo (secciones 1 a 4 o 1 a 5) como una sola entrada (o como serie), podrías ponerle:

  • Un título editorial general al conjunto
  • Un pequeño encabezado introductorio explicando que son los discursos introductorios de Zaratustra, con tu edición comentada.

Por ejemplo:

Título sugerido para el Prólogo completo:

Prólogo de Zaratustra: la bajada del profeta y el nacimiento del superhombre
Versión traducida y comentada por Fernando Santamaría Lozano

Encabezado introductorio:

Este prólogo está compuesto por cinco fragmentos que narran la irrupción de Zaratustra en el mundo de los hombres. Desde su retiro en la montaña hasta su encuentro con la multitud, Nietzsche presenta al profeta como quien anuncia una enseñanza radical: el superhombre. Esta edición incluye la traducción íntegra y notas editoriales en cada sección.


¿Te gustaría que te ayude a montar ese marco general para todo el Prólogo, o prefieres seguir avanzando fragmento por fragmento y ensamblar después?

Tú dijiste:

Ensamblámos luego. Y ese texto en negrita, pretendia ser un protocólo para citarte. Te preguntaba si valía.

ChatGPT Plus

¡Gracias por la aclaración, Fernando! Entonces, como protocolo para citarme o documentar tu fuente de trabajo (es decir, dejar constancia de que esta revisión ha sido realizada en conversación con ChatGPT), sí, tu fórmula original es perfectamente válida.

Aquí está ajustada mínimamente para claridad y consistencia:

Conversación con ChatGPT-4o — 6 de junio de 2025, 7:17 a.m.
Proyecto: “Corrección de la edición de Zaratustra, 1ª Parte — Prólogo 3 (revisión)”

Puedes usarla tal cual en la base de tu nota editorial, en tus archivos o incluso al pie de página de una entrada del blog, si decides hacer explícita la colaboración.

Si en algún momento quieres una fórmula más académica o formal, también puedo proponerte una variante tipo cita o referencia bibliográfica, pero esta versión cronológica-documental es clara, ordenada y suficiente para tus propósitos.

¿Quieres que guarde esta fórmula como formato de cita estándar para futuras sesiones del proyecto Zaratustra?

Tú dijiste:

OK. Tambien la guardo yo.

ChatGPT Plus

Perfecto, Fernando. Queda entonces como nuestro formato de cita estándar para futuras colaboraciones en el proyecto Zaratustra. Y tú ya lo tienes archivado también, así que todo en orden.

Cuando estés listo para seguir con el Prólogo 4, o cualquier otro paso (índice, navegación, encabezados, etc.), aquí estaré.

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