P9 – revisión (W.K.)

Omitir e ir al contenido

Historial del chat

Tú dijiste:

Durante mucho tiempo Zaratustra durmió, y no sólo el alba pasó sobre su rostro, sino también la mañana. Al fin, sin embargo, sus ojos se abrieron: asombrado, Zaratustra miró el bosque y el silencio; asombrado, se miró a sí mismo. Entonces se levantó rápidamente, como un marino que de repente ve tierra, y se alegró, pues vio una nueva verdad. Y así habló a su corazón:
«Me ha llegado una intuición: compañeros necesito, vivos – no compañeros muertos y cadáveres a los que llevo conmigo donde quiera. Compañeros vivos necesito, que me sigan porque quieren seguirse a sí mismos – donde yo quiera.
«Me ha venido una idea: que Zaratustra no hable al pueblo, sino a los compañeros. Que Zaratustra no se convierta en pastor y perro de un rebaño.
«Para alejar a muchos del rebaño, para eso he venido. El pueblo y el rebaño se enfadarán conmigo: Zaratustra quiere ser llamado ladrón por los pastores.
«Pastores, digo; pero ellos se llaman a sí mismos los buenos y los justos. Pastores, digo; pero se llaman a sí mismos creyentes en la verdadera fe.
«¡Contemplad a los buenos y a los justos! ¿A quién odian más? Al hombre que rompe sus tablas de valores, al quebrantador, al transgresor de la ley; sin embargo, él es el creador.
«¡Contemplad a los creyentes de todas las creencias! ¿A quién odian más? Al hombre que rompe sus tablas de valores, al infractor, al transgresor de la ley; sin embargo, él es el creador.
«Compañeros, el creador busca, no cadáveres, no rebaños ni creyentes. Compañeros creadores, el creador busca, a los que escriben nuevos valores en nuevas tablas. Compañeros, el creador busca, y compañeros cosechadores; porque todo en él está maduro para la cosecha. Pero le faltan cien hoces: así que arranca espigas y se fastidia. Compañeros busca el creador, y los que saben afilar sus hoces. Destructores serán llamados, y despreciadores del bien y del mal. Pero ellos son los cosechadores y los que celebran. Compañeros creadores busca Zaratustra, compañeros cosechadores y compañeros celebrantes: ¿qué son para él los rebaños, los pastores y los cadáveres?
«Y tú, mi primer compañero, ¡adiós! Te enterré bien en tu árbol hueco; te he escondido bien de los lobos. Pero me separo de ti; se acabó el tiempo. Entre amanecer y amanecer me ha llegado una nueva verdad. No seré pastor, ni sepulturero. Nunca más hablaré al pueblo: por última vez he hablado a los muertos.
«Me uniré a los creadores, a los cosechadores, a los celebrantes: Les mostraré el arco iris y todos los pasos hacia el superhombre. A los ermitaños les cantaré mi canción, a los solitarios y a los gemelos; y quienquiera que aún tenga oídos para lo inaudito – su corazón se volverá pesado con mi felicidad.
«A mi meta iré – por mi propio camino; sobre los que vacilan y se quedan atrás saltaré. Que mi marcha sea su hundimiento. Comentario a 9 Zaratustra despierta no solo del sueño físico, sino de la ilusión de hablar al pueblo. Su “nueva verdad” es una decisión radical: abandonar la tarea pastoral y buscar solo a los que pueden crear consigo. Este discurso separa de forma tajante al creador del creyente, al que obedece de quien inventa. El creador no necesita discípulos, sino aliados; no busca conservar la ley, sino escribir nuevas tablas. Es un llamado a la acción trágica, al riesgo sin garantías. El gesto final —“sobre los que vacilan saltaré”— es de una dureza implacable, pero necesaria para quien no quiere salvar al mundo, sino crear uno nuevo. Zaratustra, pues, despierta, no solo físicamente, sino espiritualmente. La revelación de que no debe hablar al pueblo sino a “compañeros” marca un corte decisivo con la lógica profética tradicional. Ya no busca convertir, sino convocar a los que están dispuestos a crear. La figura del “creador” aparece aquí como destructor de valores antiguos y sembrador de nuevos. La metáfora de la cosecha (el campo maduro, las hoces que faltan) sustituye a la del rebaño y el pastor. El mundo no necesita pastores, sino segadores conscientes. El tono es a la vez jubiloso y duro: el “salto” final sobre los que vacilan recuerda que el camino de Zaratustra no es democrático ni compasivo, sino selectivo, fiel a sí mismo, casi aristocrático en el sentido más nietzscheano. (versión corregida:) Zaratustra durmió durante mucho tiempo, y no sólo el alba pasó sobre su rostro, sino también la mañana. Al fin, sin embargo, sus ojos se abrieron: asombrado, Zaratustra miró al bosque y al silencio; asombrado, se miró a sí mismo. Entonces se levantó rápidamente, como un marino que de repente ve tierra, y se alegró, pues vio una nueva verdad. Y habló a su corazón así:
«Me ha llegado una intuición: necesito compañeros vivos – no compañeros muertos y cadáveres a los que llevo conmigo donde quiera. Necesito compañeros vivos, que me sigan porque quieren seguirse a sí mismos – donde yo quiera.
«Me ha venido una idea: que Zaratustra no hable al pueblo, sino a los compañeros. Zaratustra no se convertirá en pastor y perro de un rebaño.
«Para alejar a muchos del rebaño, para eso he venido. El pueblo y el rebaño se enfadarán conmigo: Zaratustra quiere ser llamado ladrón por los pastores.
«Pastores, digo; pero se llaman a sí mismos los buenos y los justos. Pastores, digo; pero se llaman a sí mismos creyentes en la verdadera fe.
«¡Contemplad a los buenos y a los justos! ¿A quién odian más? Al hombre que rompe sus tablas de valores, al quebrantador, al transgresor de la ley; sin embargo, él es el creador.
«¡Contemplad a los creyentes de todas las creencias! ¿A quién odian más? Al hombre que rompe sus tablas de valores, al infractor, al transgresor de la ley; sin embargo, él es el creador.
«Compañeros, el creador busca, no cadáveres, no rebaños ni creyentes. Compañeros creadores, el creador busca, a los que escriben nuevos valores en nuevas tablas. El creador busca compañeros y amigos cosechadores; porque todo a su alrededor está maduro para la cosecha. Pero le faltan cien hoces: así que arranca espigas y se fastidia. El creador busca compañeros, y los que sepan afilar sus hoces. Se les llamará destructores y y despreciadores del bien y del mal. Pero son los cosechadores y los que celebran.Zaratustra busca compañeros creadores, compañeros cosechadores y compañeros celebrantes: ¿qué son para él los rebaños, los pastores y los cadáveres?
«Y tú, mi primer compañero, ¡adiós! Te enterré bien en tu árbol hueco; te he escondido bien de los lobos. Pero me separo de ti; se acabó el tiempo. Entre amanecer y amanecer me ha llegado una nueva verdad. No seré pastor, ni sepulturero. Nunca más hablaré al pueblo: por última vez he hablado a los muertos.
«Me uniré a los creadores, a los cosechadores, a los celebrantes: Les mostraré el arco iris y todos los pasos hacia el superhombre. A los ermitaños les cantaré mi canción, a los solitarios y a los gemelos; y quienquiera que aún tenga oídos para lo inaudito – su corazón se volverá pesado con mi felicidad.
«A mi meta iré – por mi propio camino; sobre los que vacilan y se quedan atrás saltaré. Que mi marcha sea su hundimiento. Comentario a 9 Zaratustra despierta no solo del sueño físico, sino de la ilusión de hablar al pueblo. Su “nueva verdad” es una decisión: abandonar la tarea pastoral y buscar solamente a los que pueden crear consigo. El creador no necesita discípulos, sino aliados; no busca conservar la ley, sino escribir nuevas tablas. Hay una distinción tajante entre entre el creador y el creyente, el que inventa y el que obedece. La decisián es también la opción por la acción trágica, la asunción del riesgo sin garantías. El gesto final —“sobre los que vacilan saltaré”— es duro, pero quien quiera crear un mundo nuevo necesita dureza. .

ChatGPT Plus

Tu versión corregida del discurso 9 del Prólogo de Así habló Zaratustra está muy lograda: clara, contundente, y en buen equilibrio entre la literalidad de Kaufmann y el ritmo fluido en castellano. El comentario también es eficaz, aunque podría beneficiarse de una leve condensación y afinamiento estilístico para maximizar su poder expresivo. A continuación te propongo una versión revisada del comentario a 9, incorporando tus ideas y reformulando solo lo necesario para mayor fuerza y coherencia:


Comentario a 9
Zaratustra despierta no solo del sueño físico, sino también de una ilusión más profunda: la de hablar al pueblo. La “nueva verdad” que vislumbra entre el amanecer y la mañana es una decisión radical: abandonar la tarea pastoral y buscar únicamente a quienes puedan crear con él. Ya no quiere discípulos ni creyentes, sino compañeros vivos, creadores, segadores, celebrantes.

El creador no obedece ni conserva: rompe tablas, funda valores, cultiva un mundo nuevo. El rebaño lo odiará, los pastores lo llamarán ladrón: pero esa es la señal de que su camino es verdadero. La metáfora de la cosecha sustituye aquí a la del rebaño: el mundo no necesita guías ni guardianes, sino hoces afiladas.

El tono de este discurso es jubiloso y despiadado. “Sobre los que vacilan saltaré”: no hay compasión por los indecisos, ni tiempo para los tibios. Zaratustra no quiere salvar al mundo, sino recrearlo. Su ética es selectiva, afirmativa, casi aristocrática: fiel a sí misma, y por eso fecunda.


¿Te convence esta versión? También puedo preparar una nota breve separada sobre la imagen de la cosecha frente a la del rebaño si quieres enfatizar ese cambio simbólico.

Tú dijiste:

Sí. Está bien.

ChatGPT Plus

Perfecto, Fernando. Me alegra que te convenza. Guardo esta versión como comentario final a P9. Si quieres ahora seguimos con el texto siguiente —el discurso 1 de la Primera Parte, “De las tres transformaciones”—, o puedo ayudarte a ensamblar los comentarios del Prólogo en bloque para tu blog. Tú mandas.

ChatGPT puede cometer errores. Considera verificar la información importante. Ver preferencias de cookies.

Comments

Leave a comment