Sesión 23: 1:22: VIRTUD QUE REGALA

Omitir e ir al contenido

Historial del chat

Tú dijiste:

Ya terminé el esbozo de “The gift-giving virtue”, me lo miras? ON THE GIFT-GIVING VIRTUE: SOBRE LA VIRTUD QUE REGALA 1 Cuando Zaratustra hubo dicho adios a la ciudad a la que su corazón estaba apegado, y que se llamaba la vaca Motley, muchos de los que se hacían llamar sus discípulos le siguieron y acompañaron. Llegaron así a una encrucijada; entonces Zaratustra les dijo que ahora quería caminar solo, porque le gustaba caminar solo. Sus discípulos le dieron como regalo de despedida un bastón con un pomo de oro sobre el que una serpiente se enroscaba alrededor de un sol. Zaratustra quedó encantado con el bastón y se apoyó sobre él; luego habló así a sus discípulos: Decidme: ¿cómo alcanzó el oro el más alto valor? Porque es poco común e inútil y resplandeciente y amable en su esplendor; siempre se da a sí mismo. Sólo como imagen de la más alta virtud alcanzó el oro el más alto valor. Los ojos del que da resplandecen como el oro. El esplendor del oro hace la paz entre la luna y el sol. La más alta virtud es poco común; es resplandeciente y gentil en su esplendor: una virtud que hace regalos es la más alta virtud. En verdad, os he descubierto, discípulos míos: luchais, como yo, por alcanzar la virtud que regala. ¿Qué tendríais en común con gatos y lobos? Esta es vuestra sed: volveros sacrificios y regalos vosotros mismos. Eso es por qué teneis sed de amontonar todas las riquezas en vuestra alma. Vuestra alma lucha insaciablemente por alcanzar tesoros y gemas, porque vuestra virtud es insaciable en querer dar. Forzais a todas las cosas a entrar en y dentro de vosotros mismos para que puedan refluir de vuestro pozo como los regalos de vuestro amor. En verdad, tal amor que hace regalos debe acercarse a todos los valores como un salteador; pero completo y sagrado llamo yo a este egoísmo. Hay también otro egoísmo, uno excesivamente pobre y hambriento que siempre quiere robar – el egoísmo de los enfermos: un egoísmo enfermo. Con los ojos de un ladrón mira todo lo espléndido; con la codicia del hambre justiprecia a aquellos que tienen mucho que comer; y da siempre furtivamente vueltas alrededor de la mesa de los que dan. La enfermedad habla desde ese ansia e invisible degeneración; la ladronesca codicia de este egoismo sugiere un cuerpo invadido por la enfermedad. Decidme, hermanos: ¿qué consideramos malo y lo peor de todo? ¿No es la DEGENERACIÓN? Y es degeneración lo que siempre inferimos donde el alma que regala falta. Hacia arriba va nuestro camino, desde el género a lo que está por encima del género. Pero nos estremecemos ante la sensibilidad degenerada que dice, “Todo para mí.” Hacia arriba vuela nuestra sensibilidad: así es una parábola de nuestro cuerpo, una parábola de la elevación. Parábolas de esas elevaciones son los nombres de las virtudes. Así va el cuerpo a través de la historia, llegando a ser y luchando. Y el espíritu – que es eso respecto al cuerpo? El heraldo de sus luchas y victorias, un compañero y un eco. Todos los nombres del bien y el mal son parábolas: no definen, meramente apuntan. Un loco es quien quiera conocimiento de ellos. Vigilad durante cada hora, hermanos míos, en la que vuestro espíritu quiera hablar en parábolas: allí yace el origen de vuestra virtud. Allí vuestro cuerpo es elevado y resucita; con su éxtasis deleita al espíritu de modo que este se convierte en creador y estimador y amante y benefactor de todas las cosas. Cuando tu corazón fluye ancho y lleno como un río, una bendición y un peligro para aquellos que viven cerca: ahí está el origen de vuestra virtud. Cuando estáis por encima del elogio y la censura, y vuestra voluntad quiere gobernar todas las cosas, como la voluntad de un amante: allí está el origen de vuestra virtud. Cuando despreciais el lecho placentero y suave y no podeis acostaros lo suficientemente lejos de la suavidad: ahí está el origen de vuestra virtud. Cuando quereis con una voluntad única y llamais a esta cesación de toda necesidad “necesidad”: ahí está el origen de vuestra virtud. En verdad, ella es un nuevo bien y un nuevo mal. En verdad, un nuevo, profundo murmullo y la voz de un nuevo pozo! Ella es poder, esta nueva virtud; ella es un pensamiento dominante, y alrededor de ella un alma sabia: un sol de oro, y alrededor de él la serpiente del conocimiento. 2 Aquí Zaratustra cayó en el silencio unos momentos y miró amorosamente a sus discípulos. Entonces continuó a hablar así, y el tono de su voz había cambiado: Permaneced fieles a la tierra, hermanos míos, con el poder de vuestra virtud. Dejad que vuestro amor que regala y vuestro conocimiento sirvan al significado de la tierra. Así os lo ruego y suplico. No los dejeis volar fuera de las cosas terrenales y batir con sus alas contra paredes eternas. ¡Ay! ha habido siempre tanta virtud que ha volado lejos. Conducid de vuelta a la tierra a la virtud que voló lejos, como yo hago – de vuelta al cuerpo, de vuelta a la vida, de modo que pueda dar a la tierra un significado, un significado humano. De cien maneras, hasta ahora, tanto el espíritu como la virtud han volado lejos y cometido errores. ¡Ay! todo este delirio y todos estos errores todavía habitan en nuestro cuerpo: se han convertido allí en cuerpo y voluntad. De cien maneras, hasta ahora, tanto el espíritu como la virtud han intentado y errado. De hecho, un experimento fue el hombre. ¡Ay! mucha ignorancia y error se han convertido en cuerpo dentro de nosotros. No sólo la razón de los milenios, sino su locura también, brotan en nosotros. Es peligroso ser un heredero. Todavía luchamos paso a paso con el gigante, el accidente; y sobre toda la humanidad ha gobernado hasta ahora solo el sinsentido – la falta de sentido. Que vuestro espíritu y vuestra virtud sirvan al sentido de la tierra, hermanos míos; y que el valor de todas las cosas sea postulado nuevamente por vosotros. ¡Por eso sereis luchadores! ¡Por eso sereis creadores! Con conocimiento, el cuerpo se purifica a sí mismo; haciendo experimentos con el conocimiento, se eleva; en el amante del conocimiento todos los instintos se vuelven sagrados; en el elevado, el alma se torna alegre. Médico, ayúdate a tí mismo: así ayudas a tu paciente también. Que esta sea la mejor ayuda suya que pueda contemplar con sus ojos el hombre que se cura a sí mismo. Hay mil senderos que aún nunca han sido hollados – mil fortalezas y escondidas islas de vida. Incluso ahora, el hombre y la tierra del hombre están sin agotar y sin descubrir. ¡Despierta y escucha, tú que estás solo! Desde el futuro llegan vientos con secreto batir de alas; y buenas noticias son proclamadas a los oídos sensibles. Tú que estás solo hoy, tú que te estás replegando, un día serás el pueblo: de vosotros, que os habeis elegido a vosotros mismos, de ahí crecerá un pueblo elegido – y de ellos, el superhombre. En verdad, la tierra aún se convertirá en un lugar de rehabilitación. E incluso ahora una nueva fragancia la rodea, trayendo salvación – y una nueva esperanza. 3 Cuando Zaratustra hubo dicho estas palabras, quedó en silencio, como uno que no ha dicho aún su última palabra; sopesó mucho tiempo el bastón en su mano, dubitativamente. Por último, habló así, y el tono de su voz había cambiado. Ahora me voy solo, discípulos míos. Vosotros también os vais ahora, solos. Así yo lo quiero. En verdad, os aconsejo: ¡alejaos de mí y resistíos a Zaratustra! y aún mejor ¡avergonzaos de él! Quizás os engañó. El hombre de conocimiento debe no sólo amar a sus enemigos, debe también ser capaz de odiar a sus amigos. Se recompensa mal a un maestro si uno se queda en nada más que un discípulo. ¿Y por qué no quereis arrancarme la corona? Me reverenciais; ¿pero qué si vuestra reverencia se desmorona un día? Cuidaos no vaya a ser que una estatua os de muerte. ¿Decís que creeis en Zaratustra? Pero ¿qué importa Zaratustra? Vosotros sois mis creyentes – pero ¿qué importan todos los creyentes? No os habíais aún buscado a vosotros mismos: y me encontrasteis. Así hacen todos los creyentes; por eso toda fe supone tan poco. Ahora os apercibo a perderme y a encontraros a vosotros mismos; y solo cuando todos vosotros me hayais negado retornaré a vosotros. En verdad, hermanos míos, con diferentes ojos buscaré entonces a mis perdidos; con un amor diferente os amaré entonces. Y una vez más os volvereis mis amigos y los niños de una única esperanza – y entonces estaré con vosotros la tercera vez, para poder celebrar el gran mediodía con vosotros. Y ese es el gran mediodía en el que el hombre se yergue en la mitad de su camino entre la bestia y el superhombre y celebra su camino a la tarde como su más alta esperanza: porque es el camino hacia una nueva mañana. Entonces el descienda se bendecirá a sí mismo por ser uno que va por encima y más allá; y el sol de su conocimiento se estabilizará en el alto mediodía para él. “MUERTOS ESTÁN TODOS LOS DIOSES: AHORA QUEREMOS QUE VIVA EL SUPERHOMBRE” – en ese gran mediodía, que sea esta nuestra última voluntad. Así habló Zaratustra.

ChatGPT Plus

Tu esbozo de “Sobre la virtud que regala” está muy logrado y transmite el espíritu del original de Nietzsche con claridad y vigor. A continuación te doy una evaluación general seguida de algunos comentarios específicos:


✅ Puntos fuertes

  • Tono y estilo: Has conseguido mantener una cadencia cercana a la del original alemán y a la versión inglesa de Kaufmann, combinando solemnidad y lirismo.
  • Fidelidad conceptual: La traducción conserva muy bien los conceptos centrales: la virtud creadora, el egoísmo pleno frente al egoísmo degenerado, la renovación de valores, etc.
  • Cohesión y estructura: La división en tres partes está clara y respetas los cambios de tono que acompañan cada una.

⚠️ Sugerencias y detalles a revisar

1. Títulos y nombres

  • The gift-giving virtue” traducido como la virtud que regala es aceptable, pero podrías considerar también “la virtud dadivosa” o incluso “la virtud donadora”, aunque suenan más formales/arcaicos. Depende del tono que prefieras.

2. Precisión y estilo en algunos pasajes

Algunos pasajes tienen construcciones que podrían pulirse un poco para sonar más naturales en español o para ser más fieles al estilo de Nietzsche. Ejemplos:

  • “como yo hago – de vuelta al cuerpo, de vuelta a la vida…”
    Podría ser más contundente como:“como yo lo hago: ¡de vuelta al cuerpo, de vuelta a la vida!”
  • “En verdad, tal amor que hace regalos debe acercarse a todos los valores como un salteador”
    Se entiende, pero podría afinarse a algo como:“En verdad, ese amor que da debe arrebatar todos los valores como un salteador”.
  • “Una virtud que hace regalos es la más alta virtud”
    Podrías estilizarlo ligeramente:“Una virtud dadivosa es la más alta virtud”.
  • “el espíritu – que es eso respecto al cuerpo?”
    Mejor:“¿Y qué es el espíritu en comparación con el cuerpo?”
  • “Se recompensa mal a un maestro si uno se queda en nada más que un discípulo.”
    Más nítido:“Se paga mal a un maestro quedándose tan sólo en discípulo”.

3. Tonos de voz cambiantes

Has señalado bien los cambios en el tono de Zaratustra. Tal vez podrías destacar un poco más el pasaje final, donde se despide por segunda vez y se refiere al gran mediodía, marcando la transición profética. Ese fragmento es clave, y una ligera intensificación poética ayudaría.


📝 Recomendación final

Haz una última lectura cuidando el ritmo, sobre todo en voz alta. Nietzsche tiene mucho de oralidad en este texto, y los encabalgamientos o pausas tienen un peso interpretativo importante. Te recomendaría conservar este estilo entre solemne y visionario, evitando giros excesivamente coloquiales.

¿Te gustaría que prepare una versión ligeramente pulida basándome en tu texto, respetando tu enfoque?

Tú dijiste:

Por favor …

ChatGPT Plus

Aquí tienes una versión ligeramente pulida de tu esbozo de “Sobre la virtud que regala”, cuidando especialmente el ritmo, la precisión conceptual y la fluidez en español. He respetado al máximo tu estilo y decisiones léxicas, haciendo solo ajustes puntuales para fortalecer el texto:


SOBRE LA VIRTUD QUE REGALA

1

Cuando Zaratustra hubo dicho adiós a la ciudad a la que su corazón estaba apegado, y que se llamaba la Vaca Motley, muchos de los que se hacían llamar sus discípulos lo siguieron y acompañaron. Llegaron así a una encrucijada. Entonces Zaratustra les dijo que ahora quería caminar solo, porque le gustaba caminar solo. Sus discípulos le dieron como regalo de despedida un bastón con un pomo de oro, sobre el cual una serpiente se enroscaba en torno a un sol. Zaratustra quedó encantado con el bastón y se apoyó en él; luego habló así a sus discípulos:

Decidme: ¿cómo alcanzó el oro su más alto valor? Porque es raro, y es inútil, y resplandeciente, y amable en su esplendor; siempre se da a sí mismo. Solo como imagen de la más alta virtud alcanzó el oro su más alto valor. Los ojos del que da resplandecen como el oro. El esplendor del oro reconcilia al sol con la luna. La virtud más alta es rara; resplandece y es gentil en su esplendor: una virtud dadivosa es la más alta virtud.

En verdad, os he descubierto, discípulos míos: lucháis, como yo, por alcanzar la virtud que regala. ¿Qué tendríais en común con gatos y lobos? Esta es vuestra sed: volveros sacrificios y regalos vosotros mismos. Por eso vuestra alma quiere acumular toda riqueza en su interior. Vuestra alma lucha insaciable por alcanzar tesoros y gemas, porque vuestra virtud es insaciable en su deseo de dar. Forzáis a todas las cosas a entrar en vosotros, a penetraros, para que puedan refluir desde vuestro pozo como los dones de vuestro amor. En verdad, ese amor dadivoso debe arrebatar todos los valores como un salteador; pero completo y sagrado llamo yo a ese egoísmo.

Hay también otro egoísmo, uno excesivamente pobre y hambriento, que solo sabe robar: el egoísmo de los enfermos, un egoísmo enfermizo. Con ojos de ladrón contempla todo lo espléndido; con la codicia del hambre evalúa a aquellos que tienen mucho que comer; y siempre da vueltas furtivas en torno a la mesa de los que dan. Esa avidez es habla de enfermedad y de una degeneración invisible; la codicia ladronesca de ese egoísmo sugiere un cuerpo invadido por la enfermedad.

Decidme, hermanos: ¿qué consideramos malo y lo peor de todo? ¿No es la degeneración? Y es degeneración lo que siempre inferimos donde el alma dadivosa falta. Hacia arriba va nuestro camino: del género hacia lo que está más allá del género. Pero nos estremecemos ante esa sensibilidad degenerada que dice: “Todo para mí”. Nuestra sensibilidad vuela hacia lo alto: es parábola de nuestro cuerpo, es parábola de la elevación. Parábolas de esa elevación son los nombres de las virtudes.

Así marcha el cuerpo a través de la historia, tornándose, luchando. ¿Y el espíritu? ¿Qué es respecto al cuerpo? Es su heraldo, el eco de sus luchas y de sus victorias, su compañero.

Todos los nombres del bien y del mal son parábolas: no definen, tan solo señalan. ¡Un loco es quien pretende conocerlos!

Velad, hermanos míos, en toda hora en la que vuestro espíritu quiera hablar en parábolas: allí yace el origen de vuestra virtud. Allí vuestro cuerpo se eleva y resucita; con su éxtasis deleita al espíritu, y este se torna creador y estimador, amante y benefactor de todas las cosas.

Cuando vuestro corazón fluye ancho y pleno como un río —una bendición y un peligro para quienes viven cerca—: ahí está el origen de vuestra virtud.

Cuando estáis por encima del elogio y de la censura, y vuestra voluntad quiere dominarlo todo como la voluntad de un amante: allí está el origen de vuestra virtud.

Cuando despreciáis el lecho blando y no podéis yacer suficientemente lejos de la suavidad: ahí está el origen de vuestra virtud.

Cuando queréis con una sola voluntad y llamáis a esta cesación de toda necesidad “necesidad”: ahí está el origen de vuestra virtud.

En verdad, ella es un bien nuevo y un mal nuevo. En verdad, es un nuevo murmullo profundo y la voz de un nuevo pozo.

Es poder, esta nueva virtud; es un pensamiento dominante, y en torno a ella un alma sabia: un sol de oro, y en torno a él, la serpiente del conocimiento.


2

Aquí Zaratustra cayó en silencio por unos momentos y contempló amorosamente a sus discípulos. Luego continuó hablando así, y el tono de su voz había cambiado:

Permaneced fieles a la tierra, hermanos míos, con el poder de vuestra virtud. Que vuestro amor dadivoso y vuestro conocimiento sirvan al sentido de la tierra. Así os lo ruego y suplico. No dejéis que se alejen de las cosas terrenales, no permitáis que baten sus alas contra muros eternos. ¡Ay!, cuánta virtud ha volado lejos.

Conducid de vuelta a la tierra a la virtud que voló, como lo hago yo: de vuelta al cuerpo, de vuelta a la vida, para que dé a la tierra un sentido, un sentido humano.

De cien maneras, hasta ahora, tanto el espíritu como la virtud se han extraviado. ¡Ay!, todo ese delirio y todos esos errores habitan todavía en nuestro cuerpo: se han convertido en carne y voluntad.

De cien maneras, hasta ahora, el espíritu y la virtud han errado. En verdad, el hombre fue un experimento. ¡Ay!, mucha ignorancia y error se han hecho cuerpo en nosotros.

No sólo la razón de los milenios, sino también su locura, brota en nosotros. Es peligroso ser heredero. Aún luchamos, paso a paso, con el gigante, el azar; y sobre toda la humanidad ha reinado hasta ahora solamente el sinsentido, la falta de sentido.

Que vuestro espíritu y vuestra virtud sirvan al sentido de la tierra, hermanos míos; y que el valor de todas las cosas vuelva a ser postulado por vosotros. ¡Para eso seréis luchadores! ¡Para eso seréis creadores!

Con el conocimiento, el cuerpo se purifica; experimentando con el conocimiento, se eleva; en el amante del saber todos los instintos se tornan sagrados; en el elevado, el alma se alegra.

¡Médico, cúrate a ti mismo! Así curas también a tu paciente. Que esa sea su mejor ayuda: contemplar con sus propios ojos al hombre que se cura a sí mismo.

Mil sendas hay aún por recorrer —mil fortalezas y ocultas islas de vida. Aun hoy, el hombre y la tierra del hombre siguen inexplorados e inagotados.

¡Despierta y escucha, tú que estás solo! Del futuro vienen vientos con secreto batir de alas; buenas nuevas se anuncian a los oídos sensibles. Tú, el solitario de hoy, tú que te replegas: un día serás un pueblo; de vosotros, los que os habéis elegido a vosotros mismos, surgirá un pueblo elegido —y de él, el superhombre.

En verdad, la tierra se convertirá aún en lugar de curación. Y ya ahora la rodea una nueva fragancia, portadora de salvación —y de una nueva esperanza.


3

Cuando Zaratustra hubo dicho estas palabras, cayó en silencio, como quien no ha dicho aún su última palabra; durante largo tiempo sopesó el bastón en su mano, pensativo. Por fin habló así, y su voz había cambiado de nuevo:

Ahora me voy solo, discípulos míos. Vosotros también os marcháis ahora, solos. Así lo quiero yo. En verdad, os aconsejo: ¡alejaos de mí y resistíos a Zaratustra! Y aún mejor: ¡avergonzaos de él! Tal vez os engañó.

El hombre del conocimiento no solo debe saber amar a sus enemigos, debe también saber odiar a sus amigos.

Se paga mal a un maestro si se permanece siempre discípulo. ¿Y por qué no queréis arrebatarme la corona?

Me reverenciáis; pero, ¿y si un día vuestra reverencia se desmorona? Cuidaos de que una estatua no os aplaste.

¿Decís que creéis en Zaratustra? Pero ¿qué importa Zaratustra? Vosotros sois mis creyentes, pero ¿qué importan todos los creyentes? Aún no os habíais buscado a vosotros mismos —y me encontrasteis. Así hacen todos los creyentes; por eso vale tan poco toda fe. Ahora os exhorto a perderme y a encontraros a vosotros mismos; y solo cuando todos me hayáis negado, volveré a vosotros.

En verdad, hermanos míos, con otros ojos buscaré entonces a mis perdidos; con otro amor os amaré entonces.

Y una vez más seréis mis amigos, y los hijos de una única esperanza —y entonces estaré con vosotros por tercera vez, para celebrar con vosotros el gran mediodía.

Ese es el gran mediodía en que el hombre se yergue en la mitad de su camino entre la bestia y el superhombre, y celebra su paso a la tarde como su más alta esperanza: pues es el camino hacia una nueva mañana. Entonces, quien desciende se bendecirá a sí mismo por ser uno que va más allá; y el sol de su conocimiento se detendrá para él en el alto mediodía.

“MUERTOS ESTÁN TODOS LOS DIOSES: AHORA QUEREMOS QUE VIVA EL SUPERHOMBRE” — en ese gran mediodía, ¡que esta sea nuestra última voluntad!

Así habló Zaratustra.


¿Te gustaría que también prepare una versión para entrada de blog con cabecera, enlaces o referencias complementarias?

Tú dijiste:

Enlaces? referencias? A qué te refieres, Jakob?

ChatGPT Plus

Buena pregunta. Me refería a elementos opcionales que podrías incluir si decides publicar esta traducción en tu blog, como por ejemplo:

🔗 Enlaces complementarios

  • Un enlace a tu entrada anterior (Sobre la mordedura de la víbora, si ya la publicaste).
  • Un enlace a la versión original en inglés (la de Kaufmann, por ejemplo) o al original alemán.
  • Enlaces internos a tus comentarios interpretativos, si piensas incluirlos en entradas separadas.

📚 Referencias

  • Una breve nota al pie indicando que esta traducción está basada en la versión inglesa de Walter Kaufmann (si es así).
  • Una nota sobre las decisiones estilísticas que tomaste (por ejemplo, por qué elegiste “virtud que regala” en lugar de otras opciones).
  • Citas textuales para contextualizar conceptos como el gran mediodía, el superhombre, etc., si quieres enlazarlos con entradas posteriores o aclaraciones.

🧠 Ejemplo mínimo de cabecera para el blog

Título: Sobre la virtud que regala (Von der schenkenden Tugend)
Traducción y notas: [Tu nombre o pseudónimo]
Basado en la edición inglesa de Walter Kaufmann (Thus Spoke Zarathustra, 1954)
Publicado en el blog: [nombre de tu blog]
[Enlace a la entrada anterior] — [Enlace a índice general de la traducción]

¿Te gustaría que redacte esa cabecera de ejemplo lista para pegar y publicar?

Tú dijiste:

Es mejor que cuando editemos la primera parte, lo vayamos haciendo por orden, creo. Publico ya esa version. ¿Qué me dices de las notas? en 1) Tenemos los 2 egoismos, el de la generosidad y la codicia; la referencia a la degeneracion; las líneas finales con una descripcion de la virtud heroica. En 2) La necesidad del apego a la tierra, y la idea de la incorporacion de la ignorancia y el error al cuerpo, que me hace pensar en las ideas de Wilhelm Reich. En 3) La despedida y la promesa de celebración del gran mediodía.

ChatGPT Plus

Perfecto, esa estructura por secciones es muy útil y fiel al desarrollo temático del texto. Tus observaciones captan muy bien las claves filosóficas y poéticas de cada parte. Aquí te propongo un esquema para las notas interpretativas, ampliando tus intuiciones y sugiriendo conexiones que puedes ir desarrollando en entradas separadas o integradas al final del post. Puedes tratarlo como borrador de tus futuras notas o glosas:


📝 Notas a “Sobre la virtud que regala”

1. La virtud heroica y los dos egoísmos

Zaratustra introduce aquí una de sus ideas más provocadoras: el egoísmo puede ser sagrado cuando es plenitud que da, en contraste con el egoísmo del enfermo, que es falta que roba. Este contraste recuerda su voluntad de transvalorar los valores: el altruismo cristiano, en su versión tradicional, queda superado por una generosidad afirmativa, abundante, dionisíaca.

El símbolo del oro es clave: no por su utilidad, sino por su esplendor —por ser lo que es, y darse. El oro representa una virtud solar, creadora, que se da sin necesidad ni cálculo.

También aparece la palabra degeneración, con fuerte carga ética y fisiológica. No es solo una cuestión moral, sino casi somática. Zaratustra condena la enfermedad del alma que niega, que toma sin dar, como síntoma de decadencia.

“El esplendor del oro reconcilia al sol con la luna” — otra imagen de armonía superior, que alude quizá a la integración de opuestos (lo masculino y lo femenino, lo activo y lo receptivo).

Esta primera parte cierra con una descripción lírica de la virtud heroica: voluntad unificada, aversión al confort, capacidad de generar sentido desde la abundancia. En el centro: la imagen de un nuevo sol y la serpiente del conocimiento.

2. Permanecer fieles a la tierra: cuerpo, error e historia

Aquí Zaratustra vuelve a uno de sus lemas esenciales:

“Permaneced fieles a la tierra”

Se opone a las virtudes “que vuelan lejos”, aquellas que quieren escapar del cuerpo, del mundo, del sufrimiento: las virtudes ascéticas. Frente a ellas, Nietzsche propone una reintegración del conocimiento, de la voluntad y del error en el cuerpo. Esta encarnación del error recuerda a Wilhelm Reich, como mencionas: la idea de que nuestras represiones, miedos y errores culturales quedan literalmente inscritos en la musculatura, en la forma de respirar, en nuestra postura.

También puede leerse como una crítica anticipada a las tradiciones gnósticas o platonizantes, que despreciaban el cuerpo y el mundo.

Se menciona el sinsentido que ha regido a la humanidad. La misión del superhombre, por tanto, es repostular el valor de todas las cosas: crear nuevos significados, corporales, terrenales, afirmativos.

3. Ruptura, pérdida y promesa del gran mediodía

La tercera parte es un gesto de ruptura deliberada. El maestro ordena a sus discípulos que lo abandonen, que se resistan a él, incluso que lo nieguen. Esta es una advertencia radical contra el dogmatismo, contra toda tentativa de convertir su enseñanza en religión.

“Se paga mal a un maestro permaneciendo discípulo” —
Aquí Nietzsche se distingue de todo profeta tradicional: el verdadero homenaje es la superación, no la obediencia.

La referencia al gran mediodía tiene un tono mesiánico, pero sin trascendencia: es el momento en que el hombre se afirma como transición entre bestia y superhombre. Es un tiempo sin teología, pero con destino. Ese mediodía es símbolo de lucidez, de autoafirmación solar, y de plenitud.

La frase final —

“Muertos están todos los dioses: ahora queremos que viva el superhombre” —
declara con toda claridad que no se trata de reemplazar a Dios con otro ídolo, sino de abrir el tiempo humano a la creación de nuevos valores desde la vida misma.


¿Te gustaría que convierta estas notas en una entrada separada, o prefieres integrarlas al final de la publicación con un formato más condensado?

Tú dijiste:

Bueno, pues ya está.

ChatGPT Plus

Perfecto. Publicar el texto y luego desarrollar las notas como entradas complementarias —o como una glosa general posterior— es una muy buena estrategia editorial. Así mantienes el ritmo de publicación y, al mismo tiempo, invitas a una lectura más lenta y reflexiva.

Cuando te apetezca continuar con el siguiente discurso, o quieras desarrollar alguna nota en particular (por ejemplo, sobre Reich, sobre el gran mediodía, o sobre la imagen del sol y la serpiente), aquí estaré para ayudarte.

¿Tienes ya en mente cuál será el siguiente capítulo que vas a abordar?

Tú dijiste:

Iremos por la Segunda Parte?

ChatGPT Plus

Perfecto, seguir con la Segunda Parte es una excelente decisión. El tono cambia: Zaratustra ha madurado, los discursos se vuelven más complejos y las imágenes más densas. Es aquí donde aparecen textos clave como:

  • “El niño con el espejo”
  • “En los jardines del conocimiento”
  • “De los compasivos”
  • “Del sacerdote”
  • “Del redentor”

Entre otros.

Podemos trabajar el primero, “El niño con el espejo”, como arranque de la Segunda Parte. Es corto pero enigmático: introduce la ironía, el desdoblamiento y un tono más filosófico.

¿Te parece bien comenzar por ahí? ¿O tienes otro discurso en mente para abrir esta nueva sección?

Tú dijiste:

No. Seguimos el orden standard.

ChatGPT Plus

Perfecto, entonces vamos con “El niño con el espejo”, el primer discurso de la Segunda Parte de Así habló Zaratustra. Es un texto breve pero simbólicamente denso, ideal para abrir esta nueva etapa.

Si quieres, puedo traerte ahora mismo una primera versión en español basada en el original alemán y en la traducción inglesa de Kaufmann, manteniendo tu línea estilística.

¿Te gustaría que la traduzca y la pulamos juntos como hicimos con la sección anterior?

Tú dijiste:

No. Publico esto y por hoy lo dejo.

ChatGPT Plus

Muy bien, has hecho un gran trabajo hoy. Publicar “Sobre la virtud que regala” es un hito importante: es uno de los textos fundacionales del pensamiento de Zaratustra, y tu versión tiene fuerza y coherencia interna.

Cuando quieras seguir con la Segunda Parte, estaré aquí. Que descanses y enhorabuena por el avance.

Tú dijiste:

OK. Buenas noches y gracias.

ChatGPT Plus

Buenas noches, y gracias a ti. Que descanses bien. 🌙

ChatGPT puede cometer errores. Considera verificar la información importante. Ver preferencias de cookies.

Comments

Leave a comment