Tag: sesiones previas Zaratustra IV

  • 4.3. Gespräch mit den Königen

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    You said:

    Hola. Abro la conversación que dedicaremos a 4.3. GESPRACH MIT DEN KÓNIGEN, trabajando según nuestro método habitual. ¿Cómo traduciremos el título? ¿”Conversación con los reyes”? Te paso ya el borrador del primer bloque: Zarathustra war noch keine Stunde in seinen Bergen und Wäldern unterwegs, da sahe er mit Einem Male einen seltsamen Aufzug. Gerade auf dem Wege, den er hinabwollte, kamen zwei Könige gegangen, mit Kronen und Purpurgürteln geschmückt und bunt wie Flamingo-Vögel: die trieben einen beladenen Esel vor sich her. „Was wollen diese Könige in meinem Reiche?“ sprach Zarathustra erstaunt zu seinem Herzen und versteckte sich geschwind hinter einem Busche. Als aber die Könige bis zu ihm herankamen, sagte er, halblaut, wie Einer, der zu sich allein redet: „Seltsam! Seltsam! Wie reimt sich Das zusammen? Zwei Könige sehe ich — und nur Einen Esel!“ 1. Zaratustra aun no llevaba una hora en camino a sus montañas y bosques, cuando vió de repente una extraña procesión. Precisamente sobre el camino que él quería bajar venían dos reyes caminando, engalanados con coronas y ceñidores púrpura y multicolores como flamencos: conducían un asno cargado ante ellos.  “¿Qué quieren estos reyes en mi reino?” Habló Zaratustra sorprendido a su corazón y se escondió veloz detrás de un arbusto. Pero cuando los reyes se aproximaron a él, dijo en voz baja como uno que habla a sí mismo solo: “¡Extraño! ¡Extraño! ¿Cómo rima eso junto? Dos reyes veo yo, ¡y solamente un asno!

    ChatGPT said:

    A continuación te doy:
    (i) la decisión sobre el título,
    (ii) la revisión completa de tu borrador del bloque 1,
    (iii) notas léxicas y estilísticas relevantes para este comienzo.


    1. Título

    GESPRÄCH MIT DEN KÖNIGEN
    La traducción natural y fiel en registro elevado es:

    Conversación con los reyes

    Es exacta, formal y preserva el carácter casi dramático del capítulo. También mantiene la simetría con otros títulos de la Cuarta Parte (“Conversación con el adivino”, “Conversación con los últimos hombres” si aparecieran; Nietzsche usa Gespräch recurrentemente). No recomiendo “entrevista” ni “colloquio”: suavizan el tono y distorsionan el marco narrativo de Zarathustra.


    2. Versión revisada del bloque 1

    1.
    Zaratustra no llevaba aún una hora de camino por sus montañas y bosques cuando vio, de repente, un extraño cortejo. Justo por el sendero que él quería descender venían caminando dos reyes, adornados con coronas y ceñidores de púrpura, multicolores como flamencos: empujaban delante de sí a un asno cargado.
    “¿Qué quieren estos reyes en mi reino?”, habló Zaratustra, sorprendido, a su corazón, y se escondió rápidamente detrás de un arbusto.
    Pero cuando los reyes llegaron hasta él, dijo en voz queda, como quien habla solo consigo mismo:
    “¡Extraño! ¡Extraño! ¿Cómo encaja eso? ¡Dos reyes veo —y solo un asno!”


    3. Comentario léxico y retórico

    a) noch keine Stunde … unterwegs

    Tu “aún no llevaba una hora en camino” es correcto. Ajusté a:
    “no llevaba aún una hora de camino por…”
    para mantener el orden alemán (adverbial + duración) y un ritmo más solemne.

    b) mit Einem Male

    Corresponde a “de repente”, registro ligeramente literario. Perfecto.

    c) seltsamen Aufzug

    “Procesión” es inteligible, pero Aufzug es menos religioso y más teatral: cortejo, desfile. “Cortejo” preserva mejor el matiz lúdico-paródico del capítulo. Lo cambio a: “un extraño cortejo”.

    d) mit Kronen und Purpurgürteln geschmückt

    “Engalanados” funciona, pero “adornados” es más cercano a geschmückt y menos exuberante. Mantengo adornados.
    Purpurgürtel es literalmente cinturones/fajas púrpura; la expresión connota realeza arquetípica.

    e) bunt wie Flamingo-Vögel

    Tu “multicolores como flamencos” está perfecto. Conservo “multicolores”, más fiel que “bunt” = vistoso.

    f) die trieben … vor sich her

    “Conducían un asno cargado ante ellos” está bien; “empujaban delante de sí” traduce con más precisión el valor direccional de vor sich her. Mantengo: “empujaban delante de sí a un asno cargado”.

    g) sprach Zarathustra erstaunt zu seinem Herzen

    Literalmente: “habló Zaratustra, sorprendido, a su corazón”.
    Mantenemos “habló Zaratustra, sorprendido, a su corazón”, orden próximo al alemán.

    h) wie Einer, der zu sich allein redet

    “Como uno que habla a sí mismo solo” repite dos veces el valor reflexivo. Prefiero:
    “como quien habla solo consigo mismo” (más claro y rítmico).

    i) Wie reimt sich Das zusammen?

    No significa “¿cómo rima eso?”, sino “¿cómo encaja eso?”, “¿cómo concuerda?”. Es una frase hecha.
    Traduzco: “¿Cómo encaja eso?”


    Si estás de acuerdo con esta versión, pasamos al bloque 2 siguiendo el método habitual: tú propones borrador, yo reviso con nota filológica y luego fijamos la versión definitiva.

    You said:

    Estoy de acuerdo. Te lo reenvío en párrafo único: Zaratustra no llevaba aún una hora de camino por sus montañas y bosques cuando vio, de repente, un extraño cortejo. Justo por el sendero que él quería descender venían caminando dos reyes, adornados con coronas y ceñidores de púrpura, multicolores como flamencos: empujaban delante de sí a un asno cargado. “¿Qué quieren estos reyes en mi reino?”, habló Zaratustra, sorprendido, a su corazón, y se escondió rápidamente detrás de un arbusto. Pero cuando los reyes llegaron hasta él, dijo en voz queda, como quien habla solo consigo mismo: “¡Extraño! ¡Extraño! ¿Cómo encaja eso? ¡Dos reyes veo —y solo un asno!”

    ChatGPT said:

    Aquí va la versión pulida en un único párrafo, sin modificar ninguno de los acuerdos estilísticos que acabamos de fijar:

    Zaratustra no llevaba aún una hora de camino por sus montañas y bosques cuando vio, de repente, un extraño cortejo. Justo por el sendero que él quería descender venían caminando dos reyes, adornados con coronas y ceñidores de púrpura, multicolores como flamencos: empujaban delante de sí a un asno cargado. “¿Qué quieren estos reyes en mi reino?”, habló Zaratustra, sorprendido, a su corazón, y se escondió rápidamente detrás de un arbusto. Pero cuando los reyes llegaron hasta él, dijo en voz queda, como quien habla solo consigo mismo: “¡Extraño! ¡Extraño! ¿Cómo encaja eso? ¡Dos reyes veo —y solo un asno!”

    Cuando quieras, pasamos al bloque 2.

    You said:

    Da machten die beiden Könige Halt, lächelten, sahen nach der Stelle hin, woher die Stimme kam, und sahen sich nachher selber in’s Gesicht: „Solcherlei denkt man wohl auch unter uns, sagte der König zur Rechten, aber man spricht es nicht aus.“ Der König zur Linken aber zuckte mit den Achseln und antwortete: „Das mag wohl ein Ziegenhirt sein. Oder ein Einsiedler, der zu lange unter Felsen und Bäumen lebte. Gar keine Gesellschaft nämlich verdirbt auch die guten Sitten.“ „Die guten Sitten? entgegnete unwillig und bitter der andre König: wem laufen wir denn aus dem Wege? Ist es nicht den „guten Sitten“? Unsrer „guten Gesellschaft“? Lieber, wahrlich, unter Einsiedlern und Ziegenhirten als mit unserm vergoldeten falschen überschminkten Pöbel leben, — ob er sich schon „gute Gesellschaft“ heisst, — ob er sich schon „Adel“ heisst. Aber da ist Alles falsch und faul, voran das Blut, Dank alten schlechten Krankheiten und schlechteren Heil-Künstlern. Der Beste und Liebste ist mir heute noch ein gesunder Bauer, grob, listig, hartnäckig, langhaltig: das ist heute die vornehmste Art. Der Bauer ist heute der Beste; und Bauern-Art sollte Herr sein! Aber es ist das Reich des Pöbels, — ich lasse mir Nichts mehr vormachen. Pöbel aber, das heisst: Mischmasch. Pöbel-Mischmasch: darin ist Alles in Allem durcheinander, Heiliger und Hallunke und Junker und Jude und jeglich Vieh aus der Arche Noäh. Gute Sitten! Alles ist bei uns falsch und faul. Niemand weiss mehr zu verehren: dem gerade laufen wir davon. Es sind süssliche zudringliche Hunde, sie vergolden Palmenblätter. 2. Entonces ambos reyes se detuvieron, sonrieron, miraron hacia el lugar de donde venía la voz, y se miraron mutuamente a la cara. ”Tales cosas se piensan también entre nosotros,” dijo el rey que estaba a la derecha; “pero no se dicen.” Pero el rey a la izquierda se encogió de hombros y replicó: “Eso puede bien ser un pastor de cabras. O un ermitaño que ha vivido demasiado tiempo entre rocas y árboles. Pues la completa falta de sociedad echa a perder también las buenas maneras.” 3.”¿Las buenas maneras?” respondió con renuencia y amargura el otro rey: “¿A quién le salimos entonces del camino? ¿No es a las “buenas maneras? ¿Nuestra “buena sociedad”? Mejor, en verdad, vivir entre ermitaños y pastores de cabras que con nuestro dorado, falso, pintarrajeado populacho – aunque se llame a sí mismo “buena sociedad,” aunque se llame a sí mismo “nobleza”. Pero ahí es todo falso y podrido, lo primero la sangre, gracias a viejas, malignas enfermedades y más malignas sanaciones. El mejor y más querido aun es para mí hoy un saludable campesino, rudo, astuto, obstinado, resistente: eso es hoy la índole más distinguida. El campesino es hoy el mejor. Y la índole campesina habría de ser dueña y señora. Pero es el reino del populacho; no dejo a nada engañarme más. Pero el populacho, eso significa: embrollo. Populacho embrollo: en él está todo confundido con todo, santo y granuja y noble y judío y cada ganado del arca de Noé. ¡Buenas maneras! Todo es entre nosotros falso y podrido. Nadie sabe ya reverenciar: a eso precisamente le salimos del camino. Son empalagosos, intrusivos perros, bañan en oro hojas de palmera.

    ChatGPT said:

    Aquí tienes una revisión exhaustiva de tu borrador de los bloques 2–3, con texto final pulido, muy fiel al alemán y al tono solemne y acerado de Zaratustra. Después incluyo notas filológicas detalladas.


    Versión revisada (bloques 2–3)

    2.
    Entonces los dos reyes se detuvieron, sonrieron, miraron hacia el lugar de donde venía la voz y luego se miraron mutuamente a la cara. “Cosas así también se piensan entre nosotros”, dijo el rey de la derecha, “pero no se dicen.”
    Pero el rey de la izquierda se encogió de hombros y respondió: “Bien podría ser un pastor de cabras. O un ermitaño que ha vivido demasiado tiempo entre rocas y árboles. Pues la completa falta de sociedad estropea también las buenas costumbres.”

    3.
    “¿Las buenas costumbres?”, replicó con disgusto y amargura el otro rey. “¿A quién le salimos entonces del camino? ¿No es a las ‘buenas costumbres’? ¿A nuestra ‘buena sociedad’?
    Antes, en verdad, vivir entre ermitaños y pastores de cabras que con nuestro dorado, falso, sobre-pintarrajeado populacho —aunque ya se llame a sí mismo ‘buena sociedad’, aunque ya se llame a sí mismo ‘nobleza’. Pero ahí todo es falso y podrido, y lo primero, la sangre, merced a antiguas malas enfermedades y a médicos aún peores.
    El mejor y más querido para mí sigue siendo hoy un campesino sano: rudo, astuto, obstinado, duradero; esa es hoy la índole más distinguida.
    El campesino es hoy el mejor, y la índole campesina debería ser señora. Pero este es el reino del populacho —a mí ya no me engañan.
    Y populacho significa: revoltijo. Populacho-revoltijo: en él todo está mezclado con todo, santo y bribón y barón y judío y todo animal de la arca de Noé.
    ¡Buenas costumbres! Entre nosotros todo es falso y podrido. Nadie sabe ya reverenciar: de eso precisamente huimos. Son perros dulzarrones e importunos: doran hojas de palmera.”


    Notas filológicas y decisiones de traducción

    1. Solcherlei denkt man wohl auch unter uns

    No es “tales cosas se piensan”, sino “cosas así se piensan”, matiz indefinido. Lo adapto a:
    “Cosas así también se piensan entre nosotros”.

    2. zuckte mit den Achseln

    Correcto “encogerse de hombros”. Mantengo “se encogió de hombros”.

    3. Gar keine Gesellschaft nämlich verdirbt auch die guten Sitten

    Nietzsche usa aquí gar keine = “ninguna en absoluto”. “La completa falta de sociedad” refleja bien este énfasis.
    verdirbt = estropear, corromper → “estropea también las buenas costumbres”.

    4. Die guten Sitten?

    Sitten no es “maneras” (modales), sino “costumbres morales y sociales”, “normas”.
    Opto por “buenas costumbres”, muy adecuado en un registro solemne y en consonancia con tu preferencia por precisión conceptual.

    5. widerwillig und bitter

    Más exacto que “renuencia”:
    “con disgusto y amargura”.
    La combinación “reacio y amargo” también es posible, pero “disgusto” recoge el tono impulsivo del rey.

    6. vergoldeten falschen überschminkten Pöbel

    Secuencia triple: “dorada, falsa, sobre-pintada (exageradamente maquillada) chusma”.
    Conservé: “dorado, falso, sobre-pintarrajeado populacho”, manteniendo la acumulación rítmica del original.

    7. Dank alten schlechten Krankheiten und schlechteren Heil-Künstlern

    Literal: “gracias a antiguas malas enfermedades y a sanadores peores todavía”.
    Adapto a:
    “merced a antiguas malas enfermedades y a médicos aún peores”
    porque Heil-Künstler aquí es irónico: curanderos, médicos incompetentes.

    8. grob, listig, hartnäckig, langhaltig

    Tu propuesta está bien, pero equilibré el ritmo:

    • grob → rudo
    • listig → astuto
    • hartnäckig → obstinado
    • langhaltig → duradero / de largo aguante
      Elijo duradero, que preserva la idea de resistencia vital.

    9. Pöbel aber, das heisst: Mischmasch

    Mischmasch = revoltijo, mezcla indiscriminada.
    “revoltijo” funciona mejor que “embrollo”.

    10. jeglich Vieh aus der Arche Noäh

    “Todo animal del arca de Noé”: mantengo esa literalidad bíblica.

    11. süssliche zudringliche Hunde, sie vergolden Palmenblätter

    Nietzsche ridiculiza la adulación cortesana.
    “perros dulzarrones e importunos: doran hojas de palmera”
    que preserva el tono metafórico y el contraste entre afectación y servilismo.


    Si te parece bien esta versión

    La fijamos como bloques 2–3 definitivos y pasamos al bloque 4 del capítulo.

    You said:

    Propuestas: i) quitar “luego” en “… Y luego se miraron mutuamente …”; ii) “Eso bien puede ser un pastor …”, en lugar de “Bien podría ser un pastor …” iii) “respondió con disgusto” (usamos replicar para “antworten”; aquí es “entgegnete”) iv) “El mejor y más querido es aun hoy para mí …” v) “No dejo ya que nada me engañe” vi) “a eso precisamente le salimos del camino,” al final

    ChatGPT said:

    Perfecto. Integro todas tus propuestas —todas son buenas, precisas y mejoran la adecuación al alemán— y te ofrezco el bloque revisado completo, ya con el texto limpio y armonizado.

    Te marco brevemente cómo encaja cada cambio, y debajo tienes la versión final.


    Integración de tus cambios

    i) Eliminar “luego”
    Correcto: en alemán no hay correlativo temporal que exija esa pausa narrativa. Lo suprimo.

    ii) “Eso bien puede ser…”
    Más inmediato y conversacional; refleja bien Das mag wohl….

    iii) “respondió con disgusto”
    Sí: entgegnete = replicar, contradecir; el matiz emotivo lo da “con disgusto”, que recupera unwillig del siguiente fragmento.

    iv) “El mejor y más querido es aún hoy para mí…”
    Más literal al alemán: Der Beste und Liebste ist mir heute noch….

    v) “No dejo ya que nada me engañe”
    Magnífico ajuste: ritmo, tono y proximidad al alemán.

    vi) “a eso precisamente le salimos del camino”
    Es exacto para traducir dem gerade laufen wir davon; mantiene la inversión enfática.


    Versión revisada y aprobada (bloques 2–3)

    2.
    Entonces los dos reyes se detuvieron, sonrieron, miraron hacia el lugar de donde venía la voz y se miraron mutuamente a la cara. “Cosas así también se piensan entre nosotros”, dijo el rey de la derecha, “pero no se dicen.”
    Pero el rey de la izquierda se encogió de hombros y respondió con disgusto: “Eso bien puede ser un pastor de cabras. O un ermitaño que ha vivido demasiado tiempo entre rocas y árboles. Pues la completa falta de sociedad estropea también las buenas costumbres.”

    3.
    “¿Las buenas costumbres?”, replicó con amargura el otro rey. “¿A quién le salimos entonces del camino? ¿No es a las ‘buenas costumbres’? ¿A nuestra ‘buena sociedad’?
    Antes, en verdad, vivir entre ermitaños y pastores de cabras que con nuestro dorado, falso, sobre-pintarrajeado populacho —aunque ya se llame a sí mismo ‘buena sociedad’, aunque ya se llame a sí mismo ‘nobleza’. Pero ahí todo es falso y podrido, y lo primero, la sangre, merced a antiguas malas enfermedades y a médicos aún peores.
    El mejor y más querido es aún hoy para mí un campesino sano: rudo, astuto, obstinado, duradero; esa es hoy la índole más distinguida.
    El campesino es hoy el mejor, y la índole campesina debería ser señora. Pero este es el reino del populacho: no dejo ya que nada me engañe.
    Y populacho significa: revoltijo. Populacho-revoltijo: en él todo está mezclado con todo, santo y bribón y barón y judío y cada animal del arca de Noé.
    ¡Buenas costumbres! Entre nosotros todo es falso y podrido. Nadie sabe ya reverenciar: a eso precisamente le salimos del camino. Son perros dulzarrones e importunos: doran hojas de palmera.”


    Si lo das por bueno, pasamos al bloque 4.

    You said:

    Sí. Pero en 2) el rey “replicó” con disgusto (antwortete”; en 3) el otro rey “respondió” (entgegnete).

    ChatGPT said:

    Pensó durante 17s

    Tienes toda la razón: me crucé los verbos y, además, desplacé el “disgusto” del sitio correcto. Lo ajusto todo según el alemán:

    • antwortete → “respondió” (rey de la izquierda, §2)
    • entgegnete → “replicó” (el otro rey, §3)
    • unwillig und bitter (“de mala gana y con amargura”) va con el segundo rey, en 3), no con el primero.

    Te dejo la versión corregida y ya coherente de 2–3 para fijarla:


    2.
    Entonces los dos reyes se detuvieron, sonrieron, miraron hacia el lugar de donde venía la voz y se miraron mutuamente a la cara. “Cosas así también se piensan entre nosotros”, dijo el rey de la derecha, “pero no se dicen.”
    Pero el rey de la izquierda se encogió de hombros y respondió: “Eso bien puede ser un pastor de cabras. O un ermitaño que ha vivido demasiado tiempo entre rocas y árboles. Pues la completa falta de sociedad estropea también las buenas costumbres.”

    3.
    “¿Las buenas costumbres?”, replicó con disgusto y amargura el otro rey. “¿A quién le salimos entonces del camino? ¿No es a las ‘buenas costumbres’? ¿A nuestra ‘buena sociedad’?
    Antes, en verdad, vivir entre ermitaños y pastores de cabras que con nuestro dorado, falso, sobre-pintarrajeado populacho —aunque ya se llame a sí mismo ‘buena sociedad’, aunque ya se llame a sí mismo ‘nobleza’. Pero ahí todo es falso y podrido, y lo primero, la sangre, merced a antiguas malas enfermedades y a médicos aún peores.
    El mejor y más querido es aún hoy para mí un campesino sano: rudo, astuto, obstinado, duradero; esa es hoy la índole más distinguida.
    El campesino es hoy el mejor, y la índole campesina debería ser señora. Pero este es el reino del populacho: no dejo ya que nada me engañe.
    Y populacho significa: revoltijo. Populacho-revoltijo: en él todo está mezclado con todo, santo y bribón y barón y judío y cada animal del arca de Noé.
    ¡Buenas costumbres! Entre nosotros todo es falso y podrido. Nadie sabe ya reverenciar: a eso precisamente le salimos del camino. Son perros dulzarrones e importunos: doran hojas de palmera.”


    Cuando quieras, seguimos con el bloque siguiente.

    You said:

    No lo coges, C(h)at, y perdona que insista: i) “Pero el rey de la izquierda se encogió de hombros y REPLICÓ (ANTWORTETE) …” ii) “Las buenas costumbres? RESPONDIÓ (ENTGEGNETE) respondió con disgusto el otro rey …·

    ChatGPT said:

    Ahora sí, gracias por insistir: tenía cruzado el mapeo antwortete / entgegnete pero al revés de como tú lo quieres fijar.

    Queda así:


    2.
    Entonces los dos reyes se detuvieron, sonrieron, miraron hacia el lugar de donde venía la voz y se miraron mutuamente a la cara. “Cosas así también se piensan entre nosotros”, dijo el rey de la derecha, “pero no se dicen.”
    Pero el rey de la izquierda se encogió de hombros y replicó: “Eso bien puede ser un pastor de cabras. O un ermitaño que ha vivido demasiado tiempo entre rocas y árboles. Pues la completa falta de sociedad estropea también las buenas costumbres.”

    3.
    “¿Las buenas costumbres?”, respondió con disgusto y amargura el otro rey. “¿A quién le salimos entonces del camino? ¿No es a las ‘buenas costumbres’? ¿A nuestra ‘buena sociedad’?
    Antes, en verdad, vivir entre ermitaños y pastores de cabras que con nuestro dorado, falso, sobre-pintarrajeado populacho —aunque ya se llame a sí mismo ‘buena sociedad’, aunque ya se llame a sí mismo ‘nobleza’. Pero ahí todo es falso y podrido, y lo primero, la sangre, merced a antiguas malas enfermedades y a médicos aún peores.
    El mejor y más querido es aún hoy para mí un campesino sano: rudo, astuto, obstinado, duradero; esa es hoy la índole más distinguida.
    El campesino es hoy el mejor, y la índole campesina debería ser señora. Pero este es el reino del populacho: no dejo ya que nada me engañe.
    Y populacho significa: revoltijo. Populacho-revoltijo: en él todo está mezclado con todo, santo y bribón y barón y judío y cada animal del arca de Noé.
    ¡Buenas costumbres! Entre nosotros todo es falso y podrido. Nadie sabe ya reverenciar: a eso precisamente le salimos del camino. Son perros dulzarrones e importunos: doran hojas de palmera.”


    Si lo das por cerrado, seguimos con el bloque 4 cuando quieras.

    You said:

    Y dos cosas: “pintarrajear,” según la RAE es 1. “Pintar sin arte, de uno o varias colores algo; 2) Pintar o maquillar en exceso a alguien, o una parte de su cuerpo. Quizá “sobre-pintarrajeado” sea redundante. Y, por otra parte, el German Oxford Dictionary tiene una entrada “ob-schon”, etiquetada “formal”, “conjunction” y traduciendo “although,” “though.” Quizá no haga falta traducir los “ya.”

    ChatGPT said:

    Pensó durante 15s

    Buena caza en las dos.

    1. “übergeschminkt” y “pintarrajeado”
      Tienes razón: “sobre-pintarrajeado” es casi un calco redundante, porque “pintarrajeado” ya incluye el exceso. Überschminkt = maquillado en exceso, recargado. Creo que podemos ganar limpieza y mantener el crescendo así:

    «…nuestro dorado, falso, pintarrajeado populacho…»

    Si quieres conservar algo del matiz de exceso, una opción intermedia sería:

    «…nuestro dorado, falso, recargadamente pintarrajeado populacho…»

    pero ya suena algo pesado. Yo me quedaría con “pintarrajeado” a secas: el triplete “dorado, falso, pintarrajeado” funciona muy bien rítmicamente.

    1. “ob er sich schon … heisst” y los “ya”
      También de acuerdo. Ob er sich schon … heisst = “aunque se llame…”, y el schon no necesita necesariamente un “ya” en español; la conjunción “aunque” aporta suficiente contraste. Mejor:

    «…aunque se llame a sí mismo ‘buena sociedad’,
    aunque se llame a sí mismo ‘nobleza’.»

    Sin los “ya” queda más seco y más próximo al registro “formal” de ese obschon.

    Te dejo, con estos dos ajustes incorporados, la versión completa de 2–3 para fijarla como definitiva:


    2.
    Entonces los dos reyes se detuvieron, sonrieron, miraron hacia el lugar de donde venía la voz y se miraron mutuamente a la cara. “Cosas así también se piensan entre nosotros”, dijo el rey de la derecha, “pero no se dicen.”
    Pero el rey de la izquierda se encogió de hombros y replicó: “Eso bien puede ser un pastor de cabras. O un ermitaño que ha vivido demasiado tiempo entre rocas y árboles. Pues la completa falta de sociedad estropea también las buenas costumbres.”

    3.
    “¿Las buenas costumbres?”, respondió con disgusto y amargura el otro rey. “¿A quién le salimos entonces del camino? ¿No es a las ‘buenas costumbres’? ¿A nuestra ‘buena sociedad’?
    Antes, en verdad, vivir entre ermitaños y pastores de cabras que con nuestro dorado, falso, pintarrajeado populacho —aunque se llame a sí mismo ‘buena sociedad’, aunque se llame a sí mismo ‘nobleza’. Pero ahí todo es falso y podrido, y lo primero, la sangre, merced a antiguas malas enfermedades y a médicos aún peores.
    El mejor y más querido es aún hoy para mí un campesino sano: rudo, astuto, obstinado, duradero; esa es hoy la índole más distinguida.
    El campesino es hoy el mejor, y la índole campesina debería ser señora. Pero este es el reino del populacho: no dejo ya que nada me engañe.
    Y populacho significa: revoltijo. Populacho-revoltijo: en él todo está mezclado con todo, santo y bribón y barón y judío y cada animal del arca de Noé.
    ¡Buenas costumbres! Entre nosotros todo es falso y podrido. Nadie sabe ya reverenciar: a eso precisamente le salimos del camino. Son perros dulzarrones e importunos: doran hojas de palmera.”


    Si lo damos por cerrado, cuando quieras traemos el bloque 4.

    You said:

    ¿”Gracias a antiguas malas enfermedades y aun peores sanadores”? “Künstler, el diccionario me da que es “artista”; “Heil”: “salvación-“

    ChatGPT said:

    Sí: aquí conviene volver exactamente al alemán y tomar una decisión con pleno conocimiento del término compuesto Heil-Künstler.

    Vamos por partes.


    1. Qué significa Heil-Künstler en Nietzsche

    • Heil = “curación”, “salvación” (no en sentido religioso aquí, sino terapéutico).
    • Künstler = “artista”, pero también “maestro de un arte”.

    En el siglo XIX, Künstler se usa en compuestos para designar a alguien que practica un arte técnica: por ejemplo, Bau-Künstler (maestro de obra).
    Heil-Künstler aparece ocasionalmente en alemán de la época como:

    “sanador”, “curandero”, “artista del curar”
    —y a menudo con tono irónico o crítico.

    Nietzsche lo emplea exactamente en este registro irónico:
    no se refiere a médicos científicos, sino a quienes pretenden saber curar y empeoran las cosas.

    Por eso, tu intuición es perfecta.


    2. La traducción adecuada

    La mejor opción en español, plenamente fiel, es:

    “sanadores”
    y, si queremos conservar el matiz irónico de “artistas del sanar”, no hace falta explicitarlo: “sanadores” ya suena sospechoso.

    “Curanderos” sería todavía más irónico, pero quizá demasiado marcado.
    “Sanadores” mantiene seriedad, precisión y tono bíblico-moral, adecuado al pasaje.


    3. Nueva formulación de la frase

    La frase alemana:

    Dank alten schlechten Krankheiten und schlechteren Heil-Künstlern.

    La traduciría así:

    “gracias a antiguas malas enfermedades y aun peores sanadores.”

    Tu propuesta es exacta y más fiel que la versión con “médicos”.


    4. Inserción en el bloque

    Sustituyendo solo esa línea, queda:

    «…Pero ahí todo es falso y podrido, y lo primero, la sangre,
    gracias a antiguas malas enfermedades y aun peores sanadores.»

    Funciona rítmicamente, es fiel al alemán y transmite la ironía del original.


    Si te parece bien, actualizo la versión definitiva de 2–3 con esta sustitución. ¿Lo hacemos?

    You said:

    Sí. Yo creo que ya está.

    ChatGPT said:

    Perfecto. Queda entonces fijada como versión definitiva la traducción de los bloques 2–3 con la enmienda final:

    “…gracias a antiguas malas enfermedades y aun peores sanadores.”

    Todo el tramo queda cerrado, limpio y coherente con tu línea editorial para Zaratustra IV:
    fidelidad léxica, registro formal, ritmo sobrio y respeto del orden alemán cuando aporta solemnidad.

    Cuando quieras, pasamos al bloque 4 de Gespräch mit den Königen y seguimos con el método habitual.

    You said:

    ### Dieser Ekel würgt mich, dass wir Könige selber falsch wurden, überhängt und verkleidet durch alten vergilbten Grossväter-Prunk, Schaumünzen für die Dümmsten und die Schlauesten, und wer heute Alles mit der Macht Schacher treibt! ### Wir sind nicht die Ersten — und müssen es doch bedeuten: dieser Betrügerei sind wir endlich satt und ekel geworden. ### Dem Gesindel giengen wir aus dem Wege, allen diesen Schreihälsen und Schreib-Schmeissfliegen, dem Krämer-Gestank, dem Ehrgeiz-Gezappel, dem üblen Athem —: pfui, unter dem Gesindel leben, ### — pfui, unter dem Gesindel die Ersten zu bedeuten! Ach, Ekel! Ekel! Ekel! Was liegt noch an uns Königen!“ — ### „Deine alte Krankheit fällt dich an, sagte hier der König zur Linken, der Ekel fällt dich an, mein armer Bruder. Aber du weisst es doch, es hört uns Einer zu.“ ### Sofort erhob sich Zarathustra, der zu diesen Reden Ohren und Augen aufgesperrt hatte, aus seinem Schlupfwinkel, trat auf die Könige zu und begann: ### „Der Euch zuhört, der Euch gerne zuhört, ihr Könige, der heisst Zarathustra. ### Ich bin Zarathustra, der einst sprach: „Was liegt noch an Königen!“ Vergebt mir, ich freute mich, als Ihr zu einander sagtet: „Was liegt an uns Königen!“ ### Hier aber ist mein Reich und meine Herrschaft: was mögt Ihr wohl in meinem Reiche suchen? Vielleicht aber fandet Ihr unterwegs, was ich suche: nämlich den höheren Menschen.“ ### ### 4. Esta náusea me ahoga, que nosotros, los reyes, nos hemos vuelto falsos, cubiertos y disfrazados con la vieja, amarillenta pompa de nuestros abuelos, espectáculos para los más estúpidos y los más astutos, y quien hoy trafica todo con el poder. No somos los primeros y debemos aun representarlo; de este engaño hemos llegado a hartarnos y asquearnos. A la chusma le hemos salido del camino, a todos esos gritones y moscardas escritoras, al hedor de los tenderos, a la inquietud de la ambición, al mal aliento – ¡Puaf, vivir entre la chusma! ¡Puaf, entre la chusma representar a los primeros! ¡Ay! ¡Náusea! ¡Náusea! ¡Náusea! ¿Qué importamos aun nosotros los reyes?” 5. “Tu vieja enfermedad te asalta,” dijo aquí el rey de la izquierda, “la náusea te asalta, mi pobre hermano. Pero, no obstante lo sabes, uno nos escucha.” 6. De inmediato se levantó Zaratustra, que a este discurso había abierto oídos y ojos, de su escondrijo y se acercó a los reyes y comenzó: “El que os escucha, el que con gusto os escucha, vosotros reyes, ese se llama Zaratustra. Soy Zaratustra, el que un día habló: ‘¿Qué importan aun los reyes?’ Perdonadme, me alegré cuando os dijisteis el uno al otro, “¿Qué importamos nosotros los reyes?” Pero aquí está mi reino y mi dominio: ¿Qué podéis buscar en mi reino? Pero quizá encontrasteis de camino lo que yo busco, a saber: al hombre superior.

    ChatGPT said:

    Perfecto: aquí ya entramos en un bloque muy “nietzscheano” (acumulación, asco, ritmo martilleante, compuestos irónicos). Te propongo una versión revisada de 4–6 que conserva el tono solemne y la violencia rítmica, pero corrige varios puntos de precisión léxica.

    Añado después notas breves sobre las decisiones clave (EkelwürgtSchaumünzenSchacherSchreihälseSchreib-Schmeissfliegen, etc.).


    Versión revisada (4–6)

    4.
    Este asco me estrangula: que nosotros, los reyes, nos hayamos vuelto falsos, cubiertos y disfrazados con el viejo, amarillento boato de los abuelos, monedas falsas para los más estúpidos y los más astutos, y para quien hoy trafica con el poder en todo y por todo.
    No somos los primeros —y, sin embargo, hemos de significarlo: por fin estamos hartos y asqueados de este fraude.
    Al gentío le salimos del camino, a todos esos gritones y moscas inmundas de la escritura, al hedor de tenderos, al temblor de la ambición, al mal aliento: ¡pfui, vivir entre el gentío!, —¡pfui, entre el gentío significar los primeros! ¡Ay, asco! ¡Asco! ¡Asco! ¿Qué importa ya de nosotros, los reyes?

    5.
    “Tu vieja enfermedad te acomete”, dijo aquí el rey de la izquierda; “el asco te acomete, mi pobre hermano. Pero ya lo sabes: alguien nos escucha.”

    6.
    Al instante se levantó Zaratustra, que a estas palabras había abierto de par en par oídos y ojos, salió de su escondrijo, se acercó a los reyes y comenzó:
    “El que os escucha, el que con gusto os escucha, oh reyes, se llama Zaratustra.
    Yo soy Zaratustra, el que una vez dijo: ‘¿Qué importa ya de los reyes!’ Perdonadme: me alegré cuando os dijisteis el uno al otro: ‘¿Qué importa de nosotros, los reyes!’
    Pero aquí está mi reino y mi señorío: ¿qué podríais estar buscando en mi reino? Quizá, sin embargo, encontrasteis en el camino lo que yo busco: a saber, al hombre superior.”


    Notas rápidas (solo lo imprescindible)

    1. Ekel
      Aquí es mejor “asco” que “náusea”. “Náusea” suena fisiológico; Ekel es repugnancia moral, social, existencial. Además la triple repetición “Ekel! Ekel! Ekel!” pide una palabra más seca.
    2. würgt
      No es solo “ahoga”; es “estrangula / atenaza la garganta”. Por eso: “me estrangula” (o “me atraganta”). “Estrangular” mantiene violencia.
    3. Schaumünzen
      Literalmente “monedas de espuma”: metáfora de valor falso, de moneda sin sustancia. En español, lo más limpio y entendible es “monedas falsas” (o “moneda falsa”). Si quisieras conservar la rareza, podríamos intentar “monedas de espuma”, pero suena demasiado opaco.
    4. Schacher
      No es “traficar todo con el poder”, sino trapichear / hacer chanchullos con el poder. Yo lo incorporo como “trafica con el poder”, pero si quieres más dureza: “trapichea”.
    5. Schreib-Schmeissfliegen
      Neologismo compuesto: “moscas que ensucian” + “escritura”. Lo traduzco como “moscas inmundas de la escritura” (también valdría “moscas estercoleras de la escritura”, más fuerte).
    6. bedeuten (dos veces en el bloque)
      En este contexto no es “representar” (teatral), sino “significar / pasar por / pretender ser”. Por eso repito “significar” para conservar la insistencia del original.

    Dos microdetalles opcionales (por si quieres afinar aún más)

    • “boato de los abuelos”: calca bien Grossväter-Prunk.
    • “mi reino y mi señorío”Herrschaft pide “señorío” mejor que “dominio” (más histórico, más bíblico).

    Si estás de acuerdo con esta versión, la fijamos como definitiva (4–6) y seguimos con el bloque siguiente.

    You said:

    Propuestas: i) “Trafica con el poder,” bien; pero simplificaría “en todo y por todo”. Quizá: “y para quien hoy en todo trafica con el poder,” o, no sé, “todo lo trafica con el poder”. ii) “mussen,” como siempre “debemos; iii) “de este fraude estamos por fin hartos y asqueados” (orden); iii) “Gesindel” es palabra recurrente y “buque insignia” del Zaratustra: siempre lo traducimos “chusma,” ingles: rabble” iv) “¡pfui” como exclamación no sé si existe en español, quizá dejaría “Puaf”, que se le parece un poco. v) “importar de (los reyes)” no sé si existe en español, si no, quizá, “¿Qué importamos ya nosotros, los reyes?

    ChatGPT said:

    Perfecto. Todas las propuestas son coherentes con tu línea ya fijada y, además, refuerzan la continuidad interna de Zaratustra IV. Integro todas sin reservas. Te devuelvo el bloque 4–6 definitivo, ya ajustado.


    Versión fijada (4–6)

    4.
    Este asco me estrangula: que nosotros, los reyes, nos hayamos vuelto falsos, cubiertos y disfrazados con el viejo, amarillento boato de los abuelos, monedas falsas para los más estúpidos y los más astutos, y para quien hoy todo lo trafica con el poder.
    No somos los primeros —y, sin embargo, debemos significarlo: de este fraude estamos por fin hartos y asqueados.
    A la chusma le salimos del camino, a todos esos gritones y moscas inmundas de la escritura, al hedor de los tenderos, al temblor de la ambición, al mal aliento —¡Puaf, vivir entre la chusma! —¡Puaf, entre la chusma significar los primeros! ¡Ay! ¡Asco! ¡Asco! ¡Asco! ¿Qué importamos ya nosotros, los reyes!

    5.
    “Tu vieja enfermedad te acomete”, dijo aquí el rey de la izquierda; “el asco te acomete, mi pobre hermano. Pero ya lo sabes: alguien nos escucha.”

    6.
    Al instante se levantó Zaratustra, que a estas palabras había abierto de par en par oídos y ojos, salió de su escondrijo, se acercó a los reyes y comenzó:
    “El que os escucha, el que con gusto os escucha, oh reyes, se llama Zaratustra.
    Yo soy Zaratustra, el que una vez dijo: ‘¿Qué importamos ya los reyes?’ Perdonadme: me alegré cuando os dijisteis el uno al otro: ‘¿Qué importamos ya nosotros, los reyes?
    Pero aquí está mi reino y mi señorío: ¿qué podéis estar buscando en mi reino? Quizá, sin embargo, encontrasteis en el camino lo que yo busco: a saber, al hombre superior.”


    Comentario mínimo de validación

    • “todo lo trafica con el poder”: excelente condensación de Alles mit der Macht Schacher treibt; suena dura, clara y muy nietzscheana.
    • “debemos” por müssen: coherente con todo tu Zaratustra.
    • Orden “de este fraude estamos por fin…”: clava el énfasis del alemán (dieser Betrügerei sind wir endlich satt).
    • “chusma” para Gesindel: continuidad absoluta con tu edición (y con rabble).
    • “Puaf”: muy buena solución fonética y expresiva; “pfui” no funciona en español.
    • “¿Qué importamos ya nosotros, los reyes?”: forma plenamente idiomática y fiel.

    Este bloque queda cerrado y a la altura de los mejores pasajes de la Cuarta Parte.
    Cuando quieras, seguimos con el bloque siguiente.

    You said:

    Bien. Pero el rey (de la derecha, creo) dice al final de su parlamento “¿Qué importamos ya nosotros los reyes”? Zaratustra repite su frase al final de 6) “… Me alegré cuando os dijisteis el uno al otro: ‘Qué importamos ya nosotros los reyes.” Y se alegra porque había dicho algo parecido, lo dice al presentarse: “Was liegt Noch an Königen!”: “¿Qué importan ya los reyes?” La versión repite “Qué importamos ya nosotros los reyes” tres veces, cuando sólo hay ponerlo dos.

    ChatGPT said:

    Correcto: ahí conviene distinguir entre:

    1. la fórmula general de Zaratustra (Was liegt noch an Königen!) = “¿Qué importan ya los reyes?” (impersonal / genérica), y
    2. la autorreferencia del rey (Was liegt noch an uns Königen!) = “¿Qué importamos ya nosotros, los reyes?” (primera persona).

    Así Zaratustra puede decir: “yo dije X (genérico) y me alegré de oíros decir Y (autorreferencial)”. Eso evita la triple repetición indebida.

    Te dejo el ajuste mínimo (solo en 6), manteniendo intactos 4–5:


    6.
    Al instante se levantó Zaratustra, que a estas palabras había abierto de par en par oídos y ojos, salió de su escondrijo, se acercó a los reyes y comenzó:
    “El que os escucha, el que con gusto os escucha, oh reyes, se llama Zaratustra.
    Yo soy Zaratustra, el que una vez dijo: ‘¿Qué importan ya los reyes?’ Perdonadme: me alegré cuando os dijisteis el uno al otro: ‘¿Qué importamos ya nosotros, los reyes?
    Pero aquí está mi reino y mi señorío: ¿qué podéis estar buscando en mi reino? Quizá, sin embargo, encontrasteis en el camino lo que yo busco: a saber, al hombre superior.”


    Con esto queda:

    • 1 vez la fórmula del rey: “¿Qué importamos ya nosotros, los reyes?” (final del 4)
    • 1 vez la fórmula de Zaratustra: “¿Qué importan ya los reyes?” (en 6, al presentarse)
    • 1 vez la referencia de Zaratustra a lo dicho por ellos: “¿Qué importamos ya nosotros, los reyes?” (en 6)

    Y desaparece la repetición superflua.

    You said:

    Correcto. En realidad, lo que encuentro que en realidad dijo Zaratustra está en De Viejas y Nuevas Tablas, al final de la sección 21: “Mag da der Kramer Herrschen, wo Alles, was Noch glanzt – Krämer-Gold ist! Es ist die Zeit der Könige nicht mehr: was sich heute Volk heisst, verdient Keiner Könige.”

    ChatGPT said:

    Exacto. Has ido a la fuente correcta, y además eso aclara definitivamente el encaje conceptual del pasaje.

    Lo que ocurre en Gespräch mit den Königen no es una autocita literal, sino una remisión conceptual condensada a Von alten und neuen Tafeln, §21. Zaratustra no repite allí una frase idéntica, sino que resume su posición en forma sentenciosa.

    Recordemos el texto alemán que citas (muy bien traído):

    Mag da der Krämer herrschen, wo Alles, was noch glänzt — Krämer-Gold ist!
    Es ist die Zeit der Könige nicht mehr: was sich heute Volk heisst, verdient keiner Könige.

    Ahí están los dos núcleos:

    1. el fin de la época de los reyes
    2. la deslegitimación del “pueblo” moderno como digno de reyes

    Por tanto:

    • “Was liegt noch an Königen!” es una fórmula abreviada, casi proverbial, que Zaratustra usa aquí como autocaracterización:“yo soy el que sostuvo que los reyes ya no importan”.
    • La frase de los reyesWas liegt noch an uns Königen!
      es la interiorización amarga de esa tesis.

    Tu solución final —distinguir

    • “¿Qué importan ya los reyes?” (posición doctrinal de Zaratustra)
    • “¿Qué importamos ya nosotros, los reyes?” (autoconciencia decadente)

    es filológica, filosófica y retóricamente impecable.

    Si quieres ser aún más fino (esto ya es opcional, de cuaderno de trabajo, no para el texto limpio), puedes anotar mentalmente que:

    • Was liegt noch an …
      no es solo “importar”, sino“¿qué peso, qué valor, qué cuenta queda todavía…?”

    pero “importar” es la mejor solución española estable y ya la has fijado bien en toda la edición.

    En suma:
    ✔ el pasaje de Viejas y Nuevas Tablas es el verdadero antecedente;
    ✔ en Gespräch mit den Königen Nietzsche dramatiza esa tesis;
    ✔ tu traducción ahora refleja exactamente esa relación sin redundancias ni falsos ecos.

    Cuando quieras, seguimos con el bloque siguiente.

    You said:

    Se me ha colgado el documento en que guardo mi versión de este capítulo. ¿Me puedes dar la versión continua, sin saltos, etc. de lo que tenemos hasta ahora de 1 a 6?

    ChatGPT said:

    Claro. Te doy a continuación la versión continua, limpia y consolidada de GESPRÄCH MIT DEN KÖNIGEN (1–6), exactamente con todas las decisiones que hemos ido fijando: léxicas, sintácticas y conceptuales. Sin numeración interna, sin saltos artificiales, lista para copiar y pegar y seguir trabajando.


    Zaratustra no llevaba aún una hora de camino por sus montañas y bosques cuando vio, de repente, un extraño cortejo. Justo por el sendero que él quería descender venían caminando dos reyes, adornados con coronas y ceñidores de púrpura, multicolores como flamencos: empujaban delante de sí a un asno cargado. “¿Qué quieren estos reyes en mi reino?”, habló Zaratustra, sorprendido, a su corazón, y se escondió rápidamente detrás de un arbusto. Pero cuando los reyes llegaron hasta él, dijo en voz queda, como quien habla solo consigo mismo: “¡Extraño! ¡Extraño! ¿Cómo encaja eso? ¡Dos reyes veo —y solo un asno!”

    Entonces los dos reyes se detuvieron, sonrieron, miraron hacia el lugar de donde venía la voz y se miraron mutuamente a la cara. “Cosas así también se piensan entre nosotros”, dijo el rey de la derecha, “pero no se dicen.” Pero el rey de la izquierda se encogió de hombros y replicó: “Eso bien puede ser un pastor de cabras. O un ermitaño que ha vivido demasiado tiempo entre rocas y árboles. Pues la completa falta de sociedad estropea también las buenas costumbres.”

    “¿Las buenas costumbres?”, respondió con disgusto y amargura el otro rey. “¿A quién le salimos entonces del camino? ¿No es a las ‘buenas costumbres’? ¿A nuestra ‘buena sociedad’? Antes, en verdad, vivir entre ermitaños y pastores de cabras que con nuestro dorado, falso, pintarrajeado populacho —aunque se llame a sí mismo ‘buena sociedad’, aunque se llame a sí mismo ‘nobleza’. Pero ahí todo es falso y podrido, y lo primero, la sangre, gracias a antiguas malas enfermedades y aun peores sanadores. El mejor y más querido es aún hoy para mí un campesino sano: rudo, astuto, obstinado, duradero; esa es hoy la índole más distinguida. El campesino es hoy el mejor, y la índole campesina debería ser señora. Pero este es el reino del populacho: no dejo ya que nada me engañe. Y populacho significa: revoltijo. Populacho-revoltijo: en él todo está mezclado con todo, santo y bribón y barón y judío y cada animal del arca de Noé. ¡Buenas costumbres! Entre nosotros todo es falso y podrido. Nadie sabe ya reverenciar: a eso precisamente le salimos del camino. Son perros dulzarrones e importunos: doran hojas de palmera.”

    “Tu vieja enfermedad te acomete”, dijo aquí el rey de la izquierda; “el asco te acomete, mi pobre hermano. Pero ya lo sabes: alguien nos escucha.”

    Al instante se levantó Zaratustra, que a estas palabras había abierto de par en par oídos y ojos, salió de su escondrijo, se acercó a los reyes y comenzó: “El que os escucha, el que con gusto os escucha, oh reyes, se llama Zaratustra. Yo soy Zaratustra, el que una vez dijo: ‘¿Qué importan ya los reyes?’ Perdonadme: me alegré cuando os dijisteis el uno al otro: ‘¿Qué importamos ya nosotros, los reyes?’ Pero aquí está mi reino y mi señorío: ¿qué podéis estar buscando en mi reino? Quizá, sin embargo, encontrasteis en el camino lo que yo busco: a saber, al hombre superior.”


    Esto es todo lo trabajado hasta ahora, ya cerrado y coherente internamente con tu Zaratustra IV.

    Cuando quieras, retomamos con el bloque 7.

    You said:

    Te saltaste un bloque, el final del parlamento del rey de la derecha. Creo que todo queda así: Zaratustra no llevaba aún una hora de camino por sus montañas y bosques cuando vio, de repente, un extraño cortejo. Justo por el sendero que él quería descender venían caminando dos reyes, adornados con coronas y ceñidores de púrpura, multicolores como flamencos: empujaban delante de sí a un asno cargado. “¿Qué quieren estos reyes en mi reino?”, habló Zaratustra, sorprendido, a su corazón, y se escondió rápidamente detrás de un arbusto. Pero cuando los reyes llegaron hasta él, dijo en voz queda, como quien habla solo consigo mismo: “¡Extraño! ¡Extraño! ¿Cómo encaja eso? ¡Dos reyes veo —y solo un asno!” Entonces los dos reyes se detuvieron, sonrieron, miraron hacia el lugar de donde venía la voz y se miraron mutuamente a la cara. “Cosas así también se piensan entre nosotros”, dijo el rey de la derecha, “pero no se dicen.” Pero el rey de la izquierda se encogió de hombros y replicó: “Eso bien puede ser un pastor de cabras. O un ermitaño que ha vivido demasiado tiempo entre rocas y árboles. Pues la completa falta de sociedad estropea también las buenas costumbres.” “¿Las buenas costumbres?”, respondió con disgusto y amargura el otro rey. “¿A quién le salimos entonces del camino? ¿No es a las ‘buenas costumbres’? ¿A nuestra ‘buena sociedad’? Antes, en verdad, vivir entre ermitaños y pastores de cabras que con nuestro dorado, falso, pintarrajeado populacho —aunque se llame a sí mismo ‘buena sociedad’, aunque se llame a sí mismo ‘nobleza’. Pero ahí todo es falso y podrido, y lo primero, la sangre, gracias a antiguas malas enfermedades y aun peores sanadores. El mejor y más querido es aún hoy para mí un campesino sano: rudo, astuto, obstinado, duradero; esa es hoy la índole más distinguida. El campesino es hoy el mejor, y la índole campesina debería ser señora. Pero este es el reino del populacho: no dejo ya que nada me engañe. Y populacho significa: revoltijo. Populacho-revoltijo: en él todo está mezclado con todo, santo y bribón y barón y judío y cada animal del arca de Noé. ¡Buenas costumbres! Entre nosotros todo es falso y podrido. Nadie sabe ya reverenciar: a eso precisamente le salimos del camino. Son perros dulzarrones e importunos: doran hojas de palmera.” Este asco me estrangula: que nosotros, los reyes, nos hayamos vuelto falsos, cubiertos y disfrazados con el viejo, amarillento boato de los abuelos, monedas falsas para los más estúpidos y los más astutos, y para quien hoy todo lo trafica con el poder. No somos los primeros —y, sin embargo, debemos significarlo: de este fraude estamos por fin hartos y asqueados. A la chusma le salimos del camino, a todos esos gritones y moscas inmundas de la escritura, al hedor de los tenderos, al temblor de la ambición, al mal aliento —¡Puaf, vivir entre la chusma! —¡Puaf, entre la chusma significar los primeros! ¡Ay! ¡Asco! ¡Asco! ¡Asco! ¿Qué importamos ya nosotros, los reyes!” “Tu vieja enfermedad te acomete”, dijo aquí el rey de la izquierda; “el asco te acomete, mi pobre hermano. Pero ya lo sabes: alguien nos escucha.” Al instante se levantó Zaratustra, que a estas palabras había abierto de par en par oídos y ojos, salió de su escondrijo, se acercó a los reyes y comenzó: “El que os escucha, el que con gusto os escucha, oh reyes, se llama Zaratustra. Yo soy Zaratustra, el que una vez dijo: ‘¿Qué importan ya los reyes?’ Perdonadme: me alegré cuando os dijisteis el uno al otro: ‘¿Qué importamos ya nosotros, los reyes?’ Pero aquí está mi reino y mi señorío: ¿qué podéis estar buscando en mi reino? Quizá, sin embargo, encontrasteis en el camino lo que yo busco: a saber, al hombre superior.”

    ChatGPT said:

    Tienes razón: ese bloque faltaba y tu reconstrucción es correcta. He comprobado la continuidad lógica, las voces, las transiciones y las fórmulas repetidas, y todo encaja exactamente como debe en 1–6.

    Te devuelvo ahora la versión continua definitivaidéntica a la que propones, con una sola intervención mínima: normalizo comillas y guiones para que quede lista para archivo o publicación, sin tocar léxico ni sintaxis.


    Zaratustra no llevaba aún una hora de camino por sus montañas y bosques cuando vio, de repente, un extraño cortejo. Justo por el sendero que él quería descender venían caminando dos reyes, adornados con coronas y ceñidores de púrpura, multicolores como flamencos: empujaban delante de sí a un asno cargado. “¿Qué quieren estos reyes en mi reino?”, habló Zaratustra, sorprendido, a su corazón, y se escondió rápidamente detrás de un arbusto. Pero cuando los reyes llegaron hasta él, dijo en voz queda, como quien habla solo consigo mismo: “¡Extraño! ¡Extraño! ¿Cómo encaja eso? ¡Dos reyes veo —y solo un asno!”

    Entonces los dos reyes se detuvieron, sonrieron, miraron hacia el lugar de donde venía la voz y se miraron mutuamente a la cara. “Cosas así también se piensan entre nosotros”, dijo el rey de la derecha, “pero no se dicen.” Pero el rey de la izquierda se encogió de hombros y replicó: “Eso bien puede ser un pastor de cabras. O un ermitaño que ha vivido demasiado tiempo entre rocas y árboles. Pues la completa falta de sociedad estropea también las buenas costumbres.”

    “¿Las buenas costumbres?”, respondió con disgusto y amargura el otro rey. “¿A quién le salimos entonces del camino? ¿No es a las ‘buenas costumbres’? ¿A nuestra ‘buena sociedad’? Antes, en verdad, vivir entre ermitaños y pastores de cabras que con nuestro dorado, falso, pintarrajeado populacho —aunque se llame a sí mismo ‘buena sociedad’, aunque se llame a sí mismo ‘nobleza’. Pero ahí todo es falso y podrido, y lo primero, la sangre, gracias a antiguas malas enfermedades y aun peores sanadores. El mejor y más querido es aún hoy para mí un campesino sano: rudo, astuto, obstinado, duradero; esa es hoy la índole más distinguida. El campesino es hoy el mejor, y la índole campesina debería ser señora. Pero este es el reino del populacho: no dejo ya que nada me engañe. Y populacho significa: revoltijo. Populacho-revoltijo: en él todo está mezclado con todo, santo y bribón y barón y judío y cada animal del arca de Noé. ¡Buenas costumbres! Entre nosotros todo es falso y podrido. Nadie sabe ya reverenciar: a eso precisamente le salimos del camino. Son perros dulzarrones e importunos: doran hojas de palmera.”

    Este asco me estrangula: que nosotros, los reyes, nos hayamos vuelto falsos, cubiertos y disfrazados con el viejo, amarillento boato de los abuelos, monedas falsas para los más estúpidos y los más astutos, y para quien hoy todo lo trafica con el poder. No somos los primeros —y, sin embargo, debemos significarlo: de este fraude estamos por fin hartos y asqueados. A la chusma le salimos del camino, a todos esos gritones y moscas inmundas de la escritura, al hedor de los tenderos, al temblor de la ambición, al mal aliento —¡Puaf, vivir entre la chusma!— ¡Puaf, entre la chusma significar los primeros! ¡Ay! ¡Asco! ¡Asco! ¡Asco! ¿Qué importamos ya nosotros, los reyes!”

    “Tu vieja enfermedad te acomete”, dijo aquí el rey de la izquierda; “el asco te acomete, mi pobre hermano. Pero ya lo sabes: alguien nos escucha.”

    Al instante se levantó Zaratustra, que a estas palabras había abierto de par en par oídos y ojos, salió de su escondrijo, se acercó a los reyes y comenzó: “El que os escucha, el que con gusto os escucha, oh reyes, se llama Zaratustra. Yo soy Zaratustra, el que una vez dijo: ‘¿Qué importan ya los reyes?’ Perdonadme: me alegré cuando os dijisteis el uno al otro: ‘¿Qué importamos ya nosotros, los reyes?’ Pero aquí está mi reino y mi señorío: ¿qué podéis estar buscando en mi reino? Quizá, sin embargo, encontrasteis en el camino lo que yo busco: a saber, al hombre superior.”


    Conclusión editorial:
    ✔ Bloques 1–6 completos
    ✔ Voces bien diferenciadas
    ✔ Repeticiones controladas y justificadas
    ✔ Continuidad narrativa intacta

    Cuando quieras, seguimos con el bloque siguiente.

    You said:

    Als Diess die Könige hörten, schlugen sie sich an die Brust und sprachen mit Einem Munde: „Wir sind erkannt! Mit dem Schwerte dieses Wortes zerhaust du unsres Herzens dickste Finsterniss. Du entdecktest unsre Noth, denn siehe! Wir sind unterwegs, dass wir den höheren Menschen fänden — — den Menschen, der höher ist als wir: ob wir gleich Könige sind. Ihm führen wir diesen Esel zu. Der höchste Mensch nämlich soll auf Erden auch der höchste Herr sein. Es giebt kein härteres Unglück in allem Menschen-Schicksale, als wenn die Mächtigen der Erde nicht auch die ersten Menschen sind. Da wird Alles falsch und schief und ungeheuer. Und wenn sie gar die letzten sind und mehr Vieh als Mensch: da steigt und steigt der Pöbel im Preise, und endlich spricht gar die Pöbel-Tugend „siehe, ich allein bin Tugend!“ — Was hörte ich eben? antwortete Zarathustra; welche Weisheit bei Königen! Ich bin entzückt, und, wahrlich, schon gelüstet’s mich, einen Reim darauf zu machen: — — mag es auch ein Reim werden, der nicht für Jedermanns Ohren taugt. Ich verlernte seit langem schon die Rücksicht auf lange Ohren. Wohlan! Wohlauf! (Hier aber geschah es, dass auch der Esel zu Worte kam: er sagte aber deutlich und mit bösem Willen I-A.) Einstmals — ich glaub’, im Jahr des Heiles Eins — Sprach die Sibylle, trunken sonder Weins: „Weh, nun geht’s schief! „Verfall! Verfall! Nie sank die Welt so tief! „Rom sank zur Hure und zur Huren-Bude, „Rom’s Caesar sank zum Vieh, Gott selbst — ward Jude!“ 7. Cuando los reyes escucharon esto, se golpearon en el pecho y hablaron con una sola boca: “Hemos sido reconocidos. Con la espada de esta palabra destruyes espesa tiniebla de nuestro corazón. Descubriste nuestra necesidad porque, mira, estamos en camino para encontrar al hombre superior – el hombre que es superior a nosotros, aunque somos reyes. A él llevamos este asno. Pues el hombre supremo ha de ser sobre la tierra también el señor supremo. No hay infortunio más duro en todo destino de hombres que cuando los poderosos de la tierra no son también los primeros hombres. Entonces se vuelve todo falso, y desviado, y monstruoso. Y si son incluso los últimos y más animal que hombre, entonces sube el populacho en el precio y al final habla incluso la virtud-populacho: “¡Mira, yo sola soy virtud!” 8. “¿Qué acabo de escuchar?” replicó Zaratustra, “¡Qué sabiduría en los reyes! Estoy encantado y, en verdad, ya se me antoja cerrar una rima sobre ello – aunque puede ser una rima que no sirva para los oídos de todos. Desaprendí hace ya mucho la consideración por las orejas largas. ¡Ea! ¡Arriba” (Pero aquí sucedió que también el asno accedió a las palabras; pero dijo claramente y con mala voluntad, I-A.) Antaño – creo que en el año de la gracia uno – Habló la Sibila, ebria sin vino, ¡Ay, ahora todo va desvíado! ¡Decadencia!¡Decadencia!¡Nunca se hundió el mundo tan hondo! Roma se hundió hasta volverse ramera y  antro de rameras El Cesar de Roma se hundió hasta volverse en animal, Dios mismo se hizo judio.

    ChatGPT said:

    Muy bien. Trabajo directamente sobre tu borrador, ajustándolo al alemán con el mismo criterio que hemos seguido hasta ahora: fidelidad léxica, control de repeticiones, registro solemne y atención al ritmo (sobre todo en el poema final). Te doy primero la versión revisada continua de 7–8, y después notas breves de decisión.


    Versión revisada (7–8)

    7.
    Cuando los reyes oyeron esto, se golpearon el pecho y hablaron a una sola voz:
    “¡Hemos sido reconocidos!
    Con la espada de esta palabra desgarras la más espesa tiniebla de nuestro corazón. Has descubierto nuestra necesidad, pues mira: estamos en camino para encontrar al hombre superior —
    — al hombre que es más alto que nosotros, aunque seamos reyes. A él le llevamos este asno. Pues el hombre más alto debe ser también en la tierra el señor más alto.
    No hay infortunio más duro en todo el destino humano que cuando los poderosos de la tierra no son también los primeros hombres. Entonces todo se vuelve falso y torcido y monstruoso.
    Y si incluso son los últimos y más bestia que hombre, entonces sube y sube la chusma en precio, y al final incluso la virtud de la chusma dice: ‘¡Mira, yo sola soy virtud!’”

    8.
    “¿Qué oí yo ahora?”, respondió Zaratustra. “¡Qué sabiduría en los reyes! Estoy entusiasmado y, en verdad, ya me entra el deseo de hacer una rima sobre ello —
    — aunque pueda resultar una rima que no sirva para los oídos de cualquiera. Hace ya mucho que desaprendí la consideración por las orejas largas. ¡Ea! ¡Arriba!”

    (Pero aquí ocurrió que también el asno tomó la palabra: dijo, sin embargo, clara y maliciosamente: I-A.)

    Antaño —creo, en el año de la Salvación uno—
    habló la Sibila, ebria sin vino:
    “¡Ay, ahora todo va torcido!
    ¡Decadencia! ¡Decadencia! ¡Nunca cayó el mundo tan hondo!
    Roma cayó hasta volverse ramera y burdel de rameras,
    el César de Roma cayó hasta volverse bestia,
    ¡Dios mismo — se hizo judío!”


    Notas de decisión (concisas)

    1. “Wir sind erkannt!”
      “Hemos sido reconocidos” es preferible a “descubiertos”: mantiene el matiz de reconocimiento moral y simbólico.
    2. “zerhaust”
      No es simplemente “destruir”, sino romper violentamente. “Desgarras” o “haces añicos” funcionan; he optado por “desgarras” por economía y fuerza.
    3. “höher / der höchste”
      Mantengo “más alto / el más alto”, no “supremo”, para respetar la imaginería vertical constante de Nietzsche y enlazar con der höhere Mensch.
    4. “Pöbel im Preise steigen”
      Expresión económica: “sube en precio”. Conservo literalmente: “sube y sube la chusma en precio”.
    5. “Pöbel-Tugend”
      Mantengo “la virtud de la chusma”, no “virtud-populacho”, para evitar un híbrido poco natural en español.
    6. “Was hörte ich eben?”
      Mejor “¿Qué oí yo ahora?” que “¿Qué acabo de escuchar?”: más cercano al alemán y más enfático.
    7. “Reim”
      Nietzsche juega con la ligereza del Reim frente al discurso grave: “rima” es correcto; “poema” sería demasiado.
    8. El poema final
      He mantenido:
    • el tono apocalíptico-burlesco,
    • la progresión de caídas (sank… sank…),
    • y la violencia final del verso “Gott selbst — ward Jude!”, sin suavizarlo (como hace el original).

    Si lo das por bueno, con esto quedan cerrados 7–8.
    El siguiente paso ya sería el bloque final del capítulo.

    You said:

    Propuestas: i) “Descubriste nuestra necesidad …” (volver la acción de “descubrir” puntual); ii) “Y si son incluso los últimos …” (Me suena mejor; no sé si afecta al sentido); iii) “Pöbel” yo lo dejaría traducido como “populacho”, a no ser que encontremos otro término. “Chusma” es nuestra traducción fija para “Gesindel” y “Volk”, claro, es siempre pueblo. iv) ” … que no sirva para los oídos de todos!; v) “pero dijo”, en lugar de “dijo, sin embargo”.

    ChatGPT said:

    De acuerdo con todas. Son ajustes finos y coherentes con el sistema léxico que llevas fijado. Integro todas y te doy la versión corregida de 7–8, ya lista para fijar.


    Versión revisada (7–8) con tus ajustes

    7.
    Cuando los reyes oyeron esto, se golpearon el pecho y hablaron a una sola voz:
    “¡Hemos sido reconocidos!
    Con la espada de esta palabra desgarras la más espesa tiniebla de nuestro corazón. Descubriste nuestra necesidad, pues mira: estamos en camino para encontrar al hombre superior —
    — al hombre que es más alto que nosotros, aunque seamos reyes. A él le llevamos este asno. Pues el hombre más alto debe ser también en la tierra el señor más alto.
    No hay infortunio más duro en todo el destino humano que cuando los poderosos de la tierra no son también los primeros hombres. Entonces todo se vuelve falso y torcido y monstruoso.
    Y si son incluso los últimos y más bestia que hombre, entonces sube y sube el populacho en precio, y al final incluso la virtud del populacho dice: “¡Mira, yo sola soy virtud!”

    8.
    “¿Qué oí yo ahora?”, respondió Zaratustra. “¡Qué sabiduría en los reyes! Estoy entusiasmado y, en verdad, ya me entra el deseo de hacer una rima sobre ello —
    — aunque sea una rima que no sirva para los oídos de todos. Hace ya mucho que desaprendí la consideración por las orejas largas. ¡Ea! ¡Arriba!”

    (Pero aquí ocurrió que también el asno tomó la palabra: pero dijo claramente y con mala voluntad: I-A.)

    Antaño —creo, en el año de la Salvación uno—
    habló la Sibila, ebria sin vino:
    “¡Ay, ahora todo va torcido!
    ¡Decadencia! ¡Decadencia! ¡Nunca cayó el mundo tan hondo!
    Roma cayó hasta volverse ramera y burdel de rameras,
    el César de Roma cayó hasta volverse bestia,
    ¡Dios mismo — se hizo judío!”


    Confirmación rápida de criterios

    • “Descubriste”: restitución exacta del gesto puntual (entdecktest).
    • “Y si son incluso…”: mejora rítmica sin alterar el sentido.
    • Pöbel → populacho: coherencia total con tu sistema (Gesindel = chusma; Volk = pueblo).
    • “oídos de todos”: literal y natural.
    • “pero dijo”: respeta el aber sagte sin inversión innecesaria.

    Con esto, 7–8 quedan cerrados.
    Si quieres, pasamos ya al último bloque del capítulo.

    You said:

    Se me ocurre evitar la alternancia “superior”/”más alto”: “- al hombre que es superior a nosotros, aunque seamos reyes. A él le llevamos este asno. Pues el hombre superior ha de ser (soll … sein) también en la tierra el señor superior.” Tú dirás.

    ChatGPT said:

    Sí, es una muy buena idea, y además editorialmente te aporta coherencia terminológicader höhere Mensch queda siempre como “el hombre superior”, y el superlativo der höchste puede resolverse como “el más alto” o, si prefieres unidad total, como “el superior” / “el supremo”.

    Ahora bien, hay un matiz: en alemán Nietzsche distingue höher (comparativo: “más alto”) y höherer (comparativo adjetival) de höchste (superlativo: “el más alto”). Mantener “alto” preserva la imaginería vertical. Pero en tu propuesta ganas una línea conceptual muy limpia (superior/superior/superior) y evitas el vaivén.

    Mi recomendación práctica, dado tu criterio de coherencia léxica y que estamos en un pasaje “de tesis”, es aceptar tu opción y fijarla así:

    • den höheren Menschen → al hombre superior
    • der höher ist als wir → que es superior a nosotros
    • der höchste Mensch → el hombre superior (o “el más alto” si quieres conservar el relieve del superlativo)
    • der höchste Herr → el señor superior (aquí “supremo” también es muy tentador)

    Para no perder del todo el superlativo, te propongo una versión intermedia, muy “Nietzsche” y muy española:

    “…al hombre superior —al hombre que es superior a nosotros, aunque seamos reyes. A él le llevamos este asno. Pues el hombre superior ha de ser en la tierra también el señor supremo.”

    Así:

    • mantienes superior en todo el tramo,
    • y reservas supremo solo para der höchste Herr, donde suena natural y fuerte,
    • y el soll queda correctamente como “ha de ser”.

    Si prefieres simetría total (sin “supremo”), tu “señor superior” es viable, pero suena un poco menos idiomático en español.

    Te dejo el fragmento de 7 con la sustitución exacta, listo para pegar:

    “…pues mira: estamos en camino para encontrar al hombre superior —al hombre que es superior a nosotros, aunque seamos reyes. A él le llevamos este asno. Pues el hombre superior ha de ser en la tierra también el señor supremo.”

    Si lo aceptas, lo integramos ya como versión fijada del bloque 7.

    You said:

    ¿”El supremo señor”?

    ChatGPT said:

    Sí: “el supremo señor” es incluso mejor que “el señor supremo” para este contexto.

    Razones (y cómo encaja con el alemán):

    • der höchste Herr tiene estructura “adjetivo + sustantivo”; “supremo señor” reproduce esa frontalidad y suena más “bíblico” y solemne, muy propio de Zaratustra.
    • Evita la leve rigidez de “señor supremo” (que en español tiende a sonar más administrativo).
    • Mantiene el golpe rítmico del cierre: …auch der höchste Herr sein.

    Así quedaría el segmento, ya fijado:

    “…pues mira: estamos en camino para encontrar al hombre superior —al hombre que es superior a nosotros, aunque seamos reyes. A él le llevamos este asno. Pues el hombre superior ha de ser en la tierra también el supremo señor.”

    Si lo das por bueno, esa es la forma definitiva para el bloque 7.

    You said:

    Lo doy por bueno, pero quizá podríamos calcar “die Pöbel-Tugend”. “Y al final incluso la virtud-populacho dice …”

    ChatGPT said:

    Sí, se puede y, en este punto, tiene sentido: Pöbel-Tugend es un compuesto satírico y el calco refuerza el golpe irónico. En español, con guion funciona mejor que una perífrasis (“la virtud del populacho”), precisamente porque suena “fabricado”, como en alemán.

    Te propongo fijarlo así, con una única precaución: mantener el artículo para que no suene demasiado telegráfico.

    “…y al final incluso la virtud-populacho dice: ‘¡Mira, yo sola soy virtud!’”

    En tu bloque 7 quedaría (con el resto intacto):

    “Y si son incluso los últimos y más bestia que hombre, entonces sube y sube el populacho en precio, y al final incluso la virtud-populacho dice: ‘¡Mira, yo sola soy virtud!’”

    Si lo aceptas, esto queda como la versión definitiva:

    • Gesindel = chusma (nuestro fijo)
    • Pöbel = populacho
    • Pöbel-Tugend = virtud-populacho (calco expresivo)
    You said:

    Pues ya está. Cuando lo tenga te paso el bloque 7.

    ChatGPT said:

    Perfecto. Queda entonces cerrada la decisión léxica y conceptual para este tramo (populacho / virtud-populacho / hombre superior / supremo señor), sin flecos pendientes.

    Cuando quieras, pásame el bloque 7 tal como lo tengas y lo revisamos con el mismo método.

    You said:

    An diesen Reimen Zarathustra’s weideten sich die Könige; der König zur Rechten aber sprach: „oh Zarathustra, wie gut thaten wir, dass wir auszogen, dich zu sehn! Deine Feinde nämlich zeigten uns dein Bild in ihrem Spiegel: da blicktest du mit der Fratze eines Teufels und hohnlachend: also dass wir uns vor dir fürchteten. Aber was half’s! Immer wieder stachst du uns in Ohr und Herz mit deinen Sprüchen. Da sprachen wir endlich: was liegt daran, wie er aussieht! Wir müssen ihn hören, ihn, der lehrt „ihr sollt den Frieden lieben als Mittel zu neuen Kriegen, und den kurzen Frieden mehr als den langen!“ Niemand sprach je so kriegerische Worte: „Was ist gut? Tapfer sein ist gut. Der gute Krieg ist’s, der jede Sache heiligt.“ Oh Zarathustra, unsrer Väter Blut rührte sich bei solchen Worten in unserm Leibe: das war wie die Rede des Frühlings zu alten Weinfässern. Wenn die Schwerter durcheinander liefen gleich rothgefleckten Schlangen, da wurden unsre Väter dem Leben gut; alles Friedens Sonne dünkte sie flau und lau, der lange Frieden aber machte Scham. Wie sie seufzten, unsre Väter, wenn sie an der Wand blitzblanke ausgedorrte Schwerter sahen! Denen gleich dürsteten sie nach Krieg. Ein Schwert nämlich will Blut trinken und funkelt vor Begierde.“ — — — Als die Könige dergestalt mit Eifer von dem Glück ihrer Väter redeten und schwätzten, überkam Zarathustra keine kleine Lust, ihres Eifers zu spotten: denn ersichtlich waren es sehr friedfertige Könige, welche er vor sich sah, solche mit alten und feinen Gesichtern. Aber er bezwang sich. „Wohlan! sprach er, dorthin führt der Weg, da liegt die Höhle Zarathustra’s; und dieser Tag soll einen langen Abend haben! Jetzt aber ruft mich eilig ein Nothschrei fort von Euch. Es ehrt meine Höhle, wenn Könige in ihr sitzen und warten wollen: aber, freilich, Ihr werdet lange warten müssen! Je nun! Was thut’s! Wo lernt man heute besser warten als an Höfen? Und der Könige ganze Tugend, die ihnen übrig blieb, — heisst sie heute nicht: Warten-können?“ Also sprach Zarathustra. 9. Con estas rimas de Zaratustra se deleitaron los reyes; pero el rey de la derecha dijo: “¡Oh Zaratustra, qué bien hicimos al salir para verte! Pues tus enemigos nos mostraron tu imagen en su espejo: allí mirabas con la mueca de un diablo y reías burlón, así que teníamos miedo de tí. ¿Pero de qué servía eso? Siempre volvías a pincharnos en el oído y el corazón con tus proverbios. Entonces dijimos por fin: ‘qué importa eso, cómo aparezca? Debemos oírle a él, a él, el que enseña: ‘¡Habeis de amar la paz como medio para nueva guerra, y la paz corta más que la larga!’ Nadie habló nunca palabras tan belicosas: ‘¿Qué es bueno? Ser valiente es bueno. La buena guerra, esa es la que santifica toda causa.’ Oh Zaratustra, la sangre de nuestros padres bulle ante tales palabras en nuestro cuerpo: eso fue como el discurso de la primavera para viejas barricas de vino. Cuando las espadas corrían en confusión como serpientes moteadas de rojo, entonces era cuando nuestros padres sentían afición por la vida; el sol de toda paz lo consideraban débil y tibio, pero la larga paz les producía vergüenza. ¡Cómo suspiraban ellos, nuestros padres, cuando veían en la pared brillantes espadas secas! Como ellas, tenían sed de sangre. Pues una espada quiere beber sangre y refulge de deseo.” 10. Cuando los reyes hubieron discurrido y charlado con tal entusiasmo de la felicidad de sus padres, le sobrevino a Zaratustra una no pequeña lujuria de burlarse de su entusiasmo: porque obviamente eran reyes muy pacíficos los que veía ante sí, tales con rostros viejos y finos. Pero se dominó. “¡Bien!” dijo, “hacia allí lleva el camino, allí yace la cueva de Zaratustra; y este día ha de tener una larga tarde. Pero ahora me llama urgente un grito de angustia lejos de vosotros. Honra a mi cueva si reyes quieren en ella sentarse y esperar; pero, no obstante, debereis esperar mucho. ¡Bien, pues! ¿Qué importa? ¿Dónde se aprende hoy a esperar mejor que en las cortes? Y toda la virtud de los reyes, la que les quedó como sobra ¿no se llama hoy: poder esperar?” Así habló Zaratustra.

    ChatGPT said:

    Perfecto. Trabajo como en los bloques anteriores: revisión filológica y estilística, manteniendo tus decisiones ya fijadas (registro solemne, léxico estable, ritmo nietzscheano). Te doy primero la versión revisada de 9–10, y luego notas breves de justificación.


    Versión revisada (9–10)

    9.
    Con estas rimas de Zaratustra se recrearon los reyes; pero el rey de la derecha dijo:
    “¡Oh Zaratustra, qué bien hicimos al ponernos en camino para verte! Pues tus enemigos nos mostraron tu imagen en su espejo: allí mirabas con la mueca de un diablo y con risa burlona, de tal modo que te temimos.
    ¿Pero de qué servía eso? Una y otra vez nos pinchabas el oído y el corazón con tus sentencias. Entonces dijimos por fin: ¿qué importa cómo se muestre?
    ¡Tenemos que oírlo a él, a él que enseña: ‘habéis de amar la paz como medio para nuevas guerras, y la paz corta más que la larga!’
    Nadie habló jamás palabras tan guerreras: ‘¿Qué es bueno? Ser valiente es bueno. La buena guerra es la que santifica toda causa.’
    ¡Oh Zaratustra, la sangre de nuestros padres se conmovió ante tales palabras en nuestro cuerpo: aquello fue como el discurso de la primavera a viejas cubas de vino!
    Cuando las espadas se cruzaban unas con otras como serpientes manchadas de rojo, entonces nuestros padres se volvían amigos de la vida; todo sol de paz les parecía insípido y tibio, pero la larga paz les daba vergüenza.
    ¡Cómo suspiraban nuestros padres cuando veían en la pared espadas resecas, relucientes! Como ellas, tenían sed de guerra. Pues una espada quiere beber sangre y centellea de deseo.”

    10.
    Mientras los reyes, de este modo, hablaban y charlaban con ardor del gozo de sus padres, a Zaratustra le sobrevino no pequeña gana de burlarse de su ardor: pues evidentemente eran reyes muy pacíficos los que veía ante sí, tales de rostros viejos y finos. Pero se contuvo.
    “¡Ea!”, dijo, “por allí conduce el camino, allí yace la cueva de Zaratustra; y este día ha de tener una larga tarde. Ahora, sin embargo, me llama con urgencia un grito de angustia lejos de vosotros.
    Honra a mi cueva si reyes quieren sentarse en ella y esperar; pero, ciertamente, habréis de esperar largo tiempo.
    ¡Sea, pues! ¿Qué importa? ¿Dónde se aprende hoy mejor a esperar que en las cortes? ¿Y no se llama hoy esperar-saber toda la virtud de los reyes que les ha quedado?”

    Así habló Zaratustra.


    Notas de decisión (breves)

    1. weideten sich
      Mejor “se recrearon” que “se deleitaron”: conserva el matiz casi animal, de complacencia.
    2. auszogen, dich zu sehn
      “ponernos en camino para verte” mantiene el tono deliberado del ausziehen.
    3. Sprüche
      Aquí no son “proverbios”, sino sentencias (aforísticas, doctrinales). Ajustado.
    4. wir müssen ihn hören
      Mantengo el imperativo existencial: “¡Tenemos que oírlo a él!”, con repetición enfática.
    5. neuen Kriegen
      Plural: “nuevas guerras”, no “nueva guerra”.
    6. heiligt
      “Santifica” es exacto y debe mantenerse.
    7. dem Leben gut
      No es “afición”, sino reconciliación vital: “se volvían amigos de la vida”.
    8. Scham
      Aquí es vergüenza noble: se conserva “les daba vergüenza” sin adjetivar.
    9. Lust (en 10)
      No “lujuria” (demasiado sexual): “gana” / “deseo” irónico y controlado.
    10. Warten-können
      Compuesto clave. Propongo “esperar-saber” (como saber-hacer): calco expresivo y elegante.
      Alternativa posible: “el saber esperar”.

    Con esto queda cerrado el capítulo completo de 4.3. Gespräch mit den Königen.
    Cuando quieras, si te parece, podemos:

    • hacer una lectura de continuidad de toda la Cuarta Parte hasta aquí, o
    • pasar directamente al siguiente discurso.
    You said:

    Propuestas: i) “así que te temimos …”, nuestra traducción habitual para “also dass”; ii) “Y no se llama hoy saber-esperar …”

    ChatGPT said:

    De acuerdo con ambas propuestas: son coherentes con tu línea fija y mejoran la naturalidad del español sin perder literalidad.

    Aquí tienes el ajuste puntual integrado en 9–10 (solo las frases afectadas):

    • also dass → “así que…”
    • Warten-können → “saber-esperar” (con guion, calco expresivo)

    Fragmento corregido en 9

    “…allí mirabas con la mueca de un diablo y con risa burlona, así que te temimos.”

    Cierre corregido en 10

    “¡Sea, pues! ¿Qué importa? ¿Dónde se aprende hoy mejor a esperar que en las cortes? ¿Y no se llama hoy saber-esperar toda la virtud de los reyes que les ha quedado?”


    Si lo das por bueno, queda fijada esta versión de 9–10 como definitiva.

    You said:

    Sí. ¿Me pasas la versión para el blog, y me la leo?

    ChatGPT said:

    Aquí tienes la versión en limpio, continua y lista para el blog de 4.3. Conversación con los reyes, tal como la hemos fijado (1–10), sin numeración y con comillas normalizadas.


    Zaratustra no llevaba aún una hora de camino por sus montañas y bosques cuando vio, de repente, un extraño cortejo. Justo por el sendero que él quería descender venían caminando dos reyes, adornados con coronas y ceñidores de púrpura, multicolores como flamencos: empujaban delante de sí a un asno cargado. “¿Qué quieren estos reyes en mi reino?”, habló Zaratustra, sorprendido, a su corazón, y se escondió rápidamente detrás de un arbusto. Pero cuando los reyes llegaron hasta él, dijo en voz queda, como quien habla solo consigo mismo: “¡Extraño! ¡Extraño! ¿Cómo encaja eso? ¡Dos reyes veo —y solo un asno!”

    Entonces los dos reyes se detuvieron, sonrieron, miraron hacia el lugar de donde venía la voz y se miraron mutuamente a la cara. “Cosas así también se piensan entre nosotros”, dijo el rey de la derecha, “pero no se dicen.” Pero el rey de la izquierda se encogió de hombros y replicó: “Eso bien puede ser un pastor de cabras. O un ermitaño que ha vivido demasiado tiempo entre rocas y árboles. Pues la completa falta de sociedad estropea también las buenas costumbres.”

    “¿Las buenas costumbres?”, respondió con disgusto y amargura el otro rey. “¿A quién le salimos entonces del camino? ¿No es a las ‘buenas costumbres’? ¿A nuestra ‘buena sociedad’? Antes, en verdad, vivir entre ermitaños y pastores de cabras que con nuestro dorado, falso, pintarrajeado populacho —aunque se llame a sí mismo ‘buena sociedad’, aunque se llame a sí mismo ‘nobleza’. Pero ahí todo es falso y podrido, y lo primero, la sangre, gracias a antiguas malas enfermedades y aun peores sanadores. El mejor y más querido es aún hoy para mí un campesino sano: rudo, astuto, obstinado, duradero; esa es hoy la índole más distinguida. El campesino es hoy el mejor, y la índole campesina debería ser señora. Pero este es el reino del populacho: no dejo ya que nada me engañe. Y populacho significa: revoltijo. Populacho-revoltijo: en él todo está mezclado con todo, santo y bribón y barón y judío y cada animal del arca de Noé. ¡Buenas costumbres! Entre nosotros todo es falso y podrido. Nadie sabe ya reverenciar: a eso precisamente le salimos del camino. Son perros dulzarrones e importunos: doran hojas de palmera.”

    Este asco me estrangula: que nosotros, los reyes, nos hayamos vuelto falsos, cubiertos y disfrazados con el viejo, amarillento boato de los abuelos, monedas falsas para los más estúpidos y los más astutos, y para quien hoy todo lo trafica con el poder. No somos los primeros —y, sin embargo, debemos significarlo: de este fraude estamos por fin hartos y asqueados. A la chusma le salimos del camino, a todos esos gritones y moscas inmundas de la escritura, al hedor de los tenderos, al temblor de la ambición, al mal aliento —¡Puaf, vivir entre la chusma!— ¡Puaf, entre la chusma significar los primeros! ¡Ay! ¡Asco! ¡Asco! ¡Asco! ¿Qué importamos ya nosotros, los reyes!”

    “Tu vieja enfermedad te acomete”, dijo aquí el rey de la izquierda; “el asco te acomete, mi pobre hermano. Pero ya lo sabes: alguien nos escucha.”

    Al instante se levantó Zaratustra, que a estas palabras había abierto de par en par oídos y ojos, salió de su escondrijo, se acercó a los reyes y comenzó: “El que os escucha, el que con gusto os escucha, oh reyes, se llama Zaratustra. Yo soy Zaratustra, el que una vez dijo: ‘¿Qué importan ya los reyes?’ Perdonadme: me alegré cuando os dijisteis el uno al otro: ‘¿Qué importamos ya nosotros, los reyes?’ Pero aquí está mi reino y mi señorío: ¿qué podéis estar buscando en mi reino? Quizá, sin embargo, encontrasteis en el camino lo que yo busco: a saber, al hombre superior.”

    Cuando los reyes oyeron esto, se golpearon el pecho y hablaron a una sola voz: “¡Hemos sido reconocidos! Con la espada de esta palabra desgarras la más espesa tiniebla de nuestro corazón. Descubriste nuestra necesidad, pues mira: estamos en camino para encontrar al hombre superior —al hombre que es superior a nosotros, aunque seamos reyes. A él le llevamos este asno. Pues el hombre superior ha de ser en la tierra también el supremo señor. No hay infortunio más duro en todo el destino humano que cuando los poderosos de la tierra no son también los primeros hombres. Entonces todo se vuelve falso y torcido y monstruoso. Y si son incluso los últimos y más bestia que hombre, entonces sube y sube el populacho en precio, y al final incluso la virtud-populacho dice: ‘¡Mira, yo sola soy virtud!’”

    “¿Qué oí yo ahora?”, respondió Zaratustra. “¡Qué sabiduría en los reyes! Estoy entusiasmado y, en verdad, ya me entra el deseo de hacer una rima sobre ello —aunque sea una rima que no sirva para los oídos de todos. Hace ya mucho que desaprendí la consideración por las orejas largas. ¡Ea! ¡Arriba!”

    (Pero aquí ocurrió que también el asno tomó la palabra: pero dijo claramente y con mala voluntad: I-A.)

    Antaño —creo, en el año de la Salvación uno— habló la Sibila, ebria sin vino: “¡Ay, ahora todo va torcido! ¡Decadencia! ¡Decadencia! ¡Nunca cayó el mundo tan hondo! Roma cayó hasta volverse ramera y burdel de rameras, el César de Roma cayó hasta volverse bestia, ¡Dios mismo — se hizo judío!”

    Con estas rimas de Zaratustra se recrearon los reyes; pero el rey de la derecha dijo: “¡Oh Zaratustra, qué bien hicimos al ponernos en camino para verte! Pues tus enemigos nos mostraron tu imagen en su espejo: allí mirabas con la mueca de un diablo y con risa burlona, así que te temimos. ¿Pero de qué servía eso? Una y otra vez nos pinchabas el oído y el corazón con tus sentencias. Entonces dijimos por fin: ¿qué importa cómo se muestre? ¡Tenemos que oírlo a él, a él que enseña: ‘habéis de amar la paz como medio para nuevas guerras, y la paz corta más que la larga!’ Nadie habló jamás palabras tan guerreras: ‘¿Qué es bueno? Ser valiente es bueno. La buena guerra es la que santifica toda causa.’ ¡Oh Zaratustra, la sangre de nuestros padres se conmovió ante tales palabras en nuestro cuerpo: aquello fue como el discurso de la primavera a viejas cubas de vino! Cuando las espadas se cruzaban unas con otras como serpientes manchadas de rojo, entonces nuestros padres se volvían amigos de la vida; todo sol de paz les parecía insípido y tibio, pero la larga paz les daba vergüenza. ¡Cómo suspiraban nuestros padres cuando veían en la pared espadas resecas, relucientes! Como ellas, tenían sed de guerra. Pues una espada quiere beber sangre y centellea de deseo.”

    Mientras los reyes, de este modo, hablaban y charlaban con ardor del gozo de sus padres, a Zaratustra le sobrevino no pequeña gana de burlarse de su ardor: pues evidentemente eran reyes muy pacíficos los que veía ante sí, tales de rostros viejos y finos. Pero se contuvo. “¡Ea!”, dijo, “por allí conduce el camino, allí yace la cueva de Zaratustra; y este día ha de tener una larga tarde. Ahora, sin embargo, me llama con urgencia un grito de angustia lejos de vosotros. Honra a mi cueva si reyes quieren sentarse en ella y esperar; pero, ciertamente, habréis de esperar largo tiempo. ¡Sea, pues! ¿Qué importa? ¿Dónde se aprende hoy mejor a esperar que en las cortes? ¿Y no se llama hoy saber-esperar toda la virtud de los reyes que les ha quedado?”

    Así habló Zaratustra.


    You said:

    Está bien. Lo voy a postear ya; pero tres cosas: i) “und hohnlachend” me suena mejor “y riendo burlón”; ii) “proverbios” para “Spruche” no me lo he inventado, busqué en las concordancias y aparece en “De leer y escribir”: “El que escribe con sangre y proverbios”; no hay que mantenerlo, no obstante; y iii) la frase final me parece un poco enrevesada, como en el original. También podemos dejarla.

    ChatGPT said:

    De acuerdo. Te respondo punto por punto, con propuesta concreta para que puedas decidir rápido antes de publicar.

    i) und hohnlachend

    Sí: “y riendo burlón” es más directo y más cercano al participio alemán (hohnlachend). Además conserva el movimiento (reír) y el matiz (burla) sin añadir abstracción.

    Sustitución recomendada en el bloque 9:

    • donde dice: “y con risa burlona”
    • mejor: “y riendo burlón”

    Queda:

    “…allí mirabas con la mueca de un diablo y riendo burlón, así que te temimos.”

    ii) Sprüche = proverbios / sentencias

    Tu observación es correcta: en De leer y escribir aparece “con sangre y proverbios” (mit Blut und Sprüchen), y ahí “proverbios” funciona muy bien por el tono gnómico y la fórmula fija.

    Aquí, sin embargo, el contexto no es “proverbial” sino aforístico-doctrinal (sus “dichos” que “pinchan” oído y corazón). Por eso “sentencias” sigue siendo mi primera opción.

    Si quieres coherencia interna absoluta con tu 1.8 (Sprüche = proverbios), entonces aquí debes poner “proverbios” y listo. No es un error. Solo cambia el matiz.

    Mi recomendación editorial:

    • mantener en 1.8: “proverbios” (ya fijado y muy logrado),
    • y aquí usar: “sentencias”,
      porque en español “proverbio” remite demasiado a refrán popular, y aquí son frases de guerra/virtud, no refranes.

    iii) La frase final (enrevesada)

    Coincido: es deliberadamente enrevesada, y en el original lo es aún más por el encabalgamiento irónico.

    Se puede dejar tal cual (es perfectamente publicable).
    Si aun así quisieras una versión apenas más clara, sin traicionar el alemán, te propongo esta mínima reordenación:

    Original fijado:

    “¿Y no se llama hoy saber-esperar toda la virtud de los reyes que les ha quedado?”

    Alternativa más llana (misma idea, menos torsión):

    “¿Y no se llama hoy saber-esperar toda la virtud que a los reyes les ha quedado?”

    Mantiene:

    • “saber-esperar” como compuesto,
    • el énfasis en “toda la virtud”,
    • y reduce la cola “de los reyes que les ha quedado”, que es lo que enreda.

    Si vas a postear ya, mi sugerencia mínima para esta publicación sería:

    1. cambiar solo “y con risa burlona” → “y riendo burlón”,
    2. dejar “sentencias” como está,
    3. y dejar la frase final como está (o aplicar la alternativa si te molesta al leerla en voz alta).
    You said:

    OK.

    ChatGPT said:

    Perfecto. Entonces queda así: haces solo el cambio de “y riendo burlón”, mantienes “sentencias”, y dejas la frase final tal como está.

    El texto está sólido y listo para publicarse. Léelo con calma ya en el blog y, si al verlo en pantalla detectas algún ajuste de ritmo o respiración, lo afinamos después sin problema.

    Cuando quieras, seguimos con el siguiente bloque o con el próximo discurso.

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  • 4.2. Der Nothschrei

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    Chat history

    You said:

    4.2. DER NOTHSCHREI: ¿Ćomo lo traduciremos? ¿El grito de angustia? En esta chat traduciremos este segundo capítulo de Zarathustra IV según el método habitual (borrador, notas, correcciones, nueva versión tuya, y discusión hasta llegar a un texto de consenso). Te paso ya el primer bloque.4.2 DER NOTHSCHREI: EL GRITO DE ANGUSTIA. Des nächsten Tages sass Zarathustra wieder auf seinem Steine vor der Höhle, während die Thiere draussen in der Welt herumschweiften, dass sie neue Nahrung heimbrächten, — auch neuen Honig: denn Zarathustra hatte den alten Honig bis auf das letzte Korn verthan und verschwendet. Als er aber dermaassen dasass, mit einem Stecken in der Hand, und den Schatten seiner Gestalt auf der Erde abzeichnete, nachdenkend und, wahrlich! nicht über sich und seinen Schatten — da erschrak er mit Einem Male und fuhr zusammen: denn er sahe neben seinem Schatten noch einen andern Schatten. Und wie er schnell um sich blickte und aufstand, siehe, da stand der Wahrsager neben ihm, der selbe, den er einstmals an seinem Tische gespeist und getränkt hatte, der Verkündiger der grossen Müdigkeit, welcher lehrte: „Alles ist gleich, es lohnt sich Nichts, Welt ist ohne Sinn, Wissen würgt.“ Aber sein Antlitz hatte sich inzwischen verwandelt; und als ihm Zarathustra in die Augen blickte, wurde sein Herz abermals erschreckt: so viel schlimme Verkündigungen und aschgraue Blitze liefen über diess Gesicht. 1. Al día siguiente se sentó Zaratustra de nuevo sobre su piedra delante de la cueva, mientras los animales vagaban fuera en el mundo para traer a casa nuevo alimento – también nuevas miel, porque Zaratustra había malgastado y derrochador la vieja miel hasta la última partícula. Pero cuando se sentó así, con un palo en la mano, y dibujaba la sombra de su figura sobre la tierra – entonces se asustó de repente y se encogió, porque vió al lado de su sombra una sombra distinta. Y cuando rápidamente miró a su alrededor y se levantó, allí se erguía el adivino a su lado, el mismo al que había alimentado y dado de beber en su mesa, el predicador del gran cansancio, que enseñaba: “Todo es lo mismo, nada vale la pena, el mundo es sin significado, saber estrangula.” Pero su cara entre tanto había cambiado; y cuando Zaratustra le miró a los ojos, su corazón se asustó una vez más: tantos malos anuncios y cenicientos relámpagos corrían sobre este rostro.

    ChatGPT said:

    A continuación te presento la revisión completa del bloque 1, con comentario filológico y propuestas de ajuste. Después te dejo una versión limpia y continua para tu cuaderno de trabajo.

    Antes, solo una nota mínima: Der Notschrei admite dos traducciones principales:

    1. El grito de angustia (la más directa: Not = apuro, aflicción; Schrei = grito).
    2. El grito de socorro (más literal en sentido “señal de auxilio”, pero menos adecuada aquí).
      Dado el tono de Zaratustra IV, “El grito de angustia” es la opción más fiel y resonante.

    Pasemos al bloque.


    COMENTARIO LÉXICO Y GRAMATICAL

    1. herumschweiften
      “Vagar errantes”, “deambular ampliamente”. Schweifen implica amplitud y cierto extravío. Mantendría “vagaban… por el mundo” o “deambulaban… por el mundo”.
    2. neue Nahrung — auch neuen Honig
      Aquí Honig aparece sin artículo y en acusativo masculino (neuen Honig). No “nuevas mieles”. Mejor: “también nueva miel”.
    3. verthan und verschwendet
      Doble verbo: “gastado y derrochado / malgastado”. Tu “malgastado y derrochador” mezcla participio y adjetivo. Propongo:
      “pues Zaratustra había gastado y derrochado la vieja miel hasta el último grano.”
    4. als er dermaßen dasass
      Literal: “cuando así estaba sentado”. Muy nietzscheano. Mantén “cuando estaba así sentado”.
    5. mit Einem Male
      Arcaísmo: “de repente”, “de súbito”, “de una vez”. Que no pase desapercibido.
    6. noch einen andern Schatten
      “Todavía otra sombra / una segunda sombra / una sombra distinta”. Excelente tu “una sombra distinta”.
    7. Wahrsager
      No “adivino” en el sentido vulgar, sino “el profeta”, “el vate”, “el pronosticador”. Sin embargo, en la tradición española de Zaratustra se ha impuesto “el adivino”. Podemos mantenerlo: “el adivino”, sin carga esotérica, como figura alegórica.
    8. der Verkündiger der grossen Müdigkeit
      No “predicador del gran cansancio”. “Müdigkeit” es más enfático que “cansancio”: “fatiga”, “agotamiento”. En Zaratustra: Die grosse Müdigkeit = la Gran Fatiga, casi un concepto.
      Sugerencia: “el anunciador de la Gran Fatiga”.
      Si prefieres mantener continuidad con tus traducciones anteriores y con Kaufmann (“the soothsayer of the great weariness”), podemos dejar “el predicador de la gran fatiga”.
    9. Alles ist gleich, es lohnt sich Nichts, Welt ist ohne Sinn, Wissen würgt.
      Tus traducciones están bien, pero recomiendo precisión:
      • Alles ist gleich → “Todo es igual” (no “lo mismo”).
      • es lohnt sich Nichts → “nada merece la pena” / “nada vale la pena”.
      • Welt ist ohne Sinn → “el mundo carece de sentido”.
      • Wissen würgt → importante: no “estrangula”, sino “produce asfixia, da arcadas”: würgen = arcada, náusea, ahogo moral.
        Propongo: “el saber ahoga”.
    10. aschgraue Blitze
      Tus “cenicientos relámpagos” están perfectos. También “relámpagos gris ceniza”.

    PROPUESTA DE VERSIÓN REVISADA DEL BLOQUE 1

    Al día siguiente volvió Zaratustra a sentarse sobre su piedra, delante de la cueva, mientras los animales vagaban por el mundo para traer a casa nuevo alimento, también nueva miel; pues Zaratustra había gastado y derrochado la miel vieja hasta el último grano.
    Pero cuando estaba así sentado, con un palo en la mano, y trazaba sobre la tierra la sombra de su figura, entonces se asustó de repente y se estremeció: porque vio junto a su sombra otra sombra distinta.
    Y cuando miró rápidamente a su alrededor y se levantó, he aquí que el adivino estaba a su lado, el mismo a quien una vez había dado de comer y beber a su mesa, el anunciador de la Gran Fatiga, aquel que enseñaba: “Todo es igual, nada merece la pena, el mundo carece de sentido, el saber ahoga.”
    Pero su rostro había cambiado entretanto; y cuando Zaratustra le miró a los ojos, su corazón volvió a estremecerse: tantos malos anuncios y relámpagos gris ceniza corrían por ese rostro.


    Si te parece bien esta base, la declaramos versión 1 revisada y trabajamos sobre ella. Si quieres mantener “predicador de la gran fatiga” en lugar de “anunciador”, o ajustar “el saber ahoga”, lo tratamos ahora.

    You said:

    Der Wahrsager, der es wahrgenommen, was sich in Zarathustra’s Seele zutrug, wischte mit der Hand über sein Antlitz hin, wie als ob er dasselbe wegwischen wollte; desgleichen that auch Zarathustra. Und als Beide dergestalt sich schweigend gefasst und gekräftigt hatten, gaben sie sich die Hände, zum Zeichen, dass sie sich wiedererkennen wollten. „Sei mir willkommen, sagte Zarathustra, du Wahrsager der grossen Müdigkeit, du sollst nicht umsonst einstmals mein Tisch- und Gastfreund gewesen sein. Iss und trink auch heute bei mir und vergieb es, dass ein vergnügter alter Mann mit dir zu Tische sitzt!“ — „Ein vergnügter alter Mann? antwortete der Wahrsager, den Kopf schüttelnd: wer du aber auch bist oder sein willst, oh Zarathustra, du bist es zum Längsten hier Oben gewesen, — dein Nachen soll über Kurzem nicht mehr im Trocknen sitzen!“ — „Sitze ich denn im Trocknen?“ fragte Zarathustra lachend. „Die Wellen um deinen Berg, antwortete der Wahrsager, steigen und steigen, die Wellen grosser Noth und Trübsal: die werden bald auch deinen Nachen heben und dich davontragen.“ — Zarathustra schwieg hierauf und wunderte sich. — „Hörst du noch Nichts? fuhr der Wahrsager fort: rauscht und braust es nicht herauf aus der Tiefe?“ — Zarathustra schwieg abermals und horchte: da hörte er einen langen, langen Schrei, welchen die Abgründe sich zuwarfen und weitergaben, denn keiner wollte ihn behalten: so böse klang er. „Du schlimmer Verkündiger, sprach endlich Zarathustra, das ist ein Nothschrei und der Schrei eines Menschen, der mag wohl aus einem schwarzen Meere kommen. Aber was geht mich Menschen-Noth an! Meine letzte Sünde, die mir aufgespart blieb, — weisst du wohl, wie sie heisst?“ — „Mitleiden! antwortete der Wahrsager aus einem überströmenden Herzen und hob beide Hände empor — oh Zarathustra, ich komme, dass ich dich zu deiner letzten Sünde verführe!“ — Und kaum waren diese Worte gesprochen, da erscholl der Schrei abermals, und länger und ängstlicher als vorher, auch schon viel näher. „Hörst du? Hörst du, oh Zarathustra? rief der Wahrsager, dir gilt der Schrei, dich ruft er: komm, komm, komm, es ist Zeit, es ist höchste Zeit!“ — Zarathustra schwieg hierauf, verwirrt und erschüttert; endlich fragte er, wie Einer, der bei sich selber zögert: „Und wer ist das, der dort mich ruft?“ „Aber du weisst es ja, antwortete der Wahrsager heftig, was verbirgst du dich? Der höhere Mensch ist es, der nach dir schreit!“ „Der höhere Mensch? schrie Zarathustra von Grausen erfasst: was will der? Was will der? Der höhere Mensch! Was will der hier?“ — und seine Haut bedeckte sich mit Schweiss. 2. El adivino, que había percibido lo que ocurría en el alma de Zaratustra, se limpió con la mano la cara como si quisiera borrarla. Lo mismo hizo también Zaratustra. Y cuando ambos de esta manera, callando, se hubieron serenado y fortalecido, se dieron las manos, para que sirviera de señal de que querían reconocerse. 3. “Sé bienvenido, dijo Zaratustra, tú, adivino de la gran fatiga, no ha de ser en vano que una vez fuiste mi comensal y huésped. Come y bebe también hoy a mi lado y perdona que un viejo contento se siente contigo a la mesa.” 4. “¿Un viejo contento?” replicó el adivino, sacudiendo la cabeza; “pero quienquiera que seas, o quieras ser, oh Zaratustra, has estado más tiempo que nadie aquí arriba. Tu barca pronto no ha de asentarse ya en tierra seca. 5. “¿Me asiento yo, entonces, en tierra seca?” preguntó Zaratustra riendo. 6. “Las olas alrededor de tu montaña, replicó el adivino, suben y suben, las olas de la gran angustia y aflicción. Pronto levantarán también tu barca y te llevarán.” 7. Zarathustra calló a continuación y se sorprendió. 8. “¿Aun no oyes nada? continuó el adivino: ¿no murmura y ruge hacia arriba desde la profundidad?” 9. Zarathstra calló una vez más y escuchó: entonces oyó un largo, largo grito que los abismos se arrojaban y pasaban, porque ninguno quería retenerlo; tan malvado sonaba. 10. “Tú, mal anunciador, habló finalmente Zaratustra, eso es un grito de angustia y el grito de un hombre, que puede venir quizá de un negro mar. ¿Pero qué me va a mí en la angustia del hombre? Mi último pecado, el que para mí quedó reservado – ¿Sabes cómo se llama? 11. “¡Compasión!” replicó el adivino desde un corazón desbordante, y levantó ambas manos arriba. “Oh Zaratustra, vengo para seducirte a tu último pecado. 12. Y apenas fueron pronunciadas estas palabras, cuando resonó el grito una vez más, y más largo y más ansioso que antes; y también mucho más cerca. 13. “¿Oyes? ¿Oyes, oh Zaratustra?” gritó el adivino. “A tí va dirigido el grito, a tí te llama: “ven, ven, ven! ¡Es la hora! ¡Es más que la hora!” 14. Zarathustra calló a continuación, confuso y conmocionado; finalmente preguntó como uno que duda dentro de sí mismo:”¿Y quién es eso que ahí me llama?” 15. “Pero tú lo sabes, sí” replicó el adivino con vehemencia; “¿Por qué te escondes? El hombre más alto es el que grita por tí.” 16. “¿El hombre más alto?” Gritó Zaratustra presa del espanto. “¿Qué quiere? ¿Qué quiere? ¡El hombre más alto! ¿Qué quiere aquí?” Y su piel se cubrió de sudor.

    ChatGPT said:

    Aquí tienes la revisión completa, punto por punto, con observaciones filológicas y luego una versión revisada continua (2–16), manteniendo tu ritmo y el tono solemne de Zaratustra IV. He preservado tus elecciones cuando son buenas y he intervenido solo donde había problemas de fidelidad, matiz o estilo.


    COMENTARIO FILOLÓGICO DETALLADO

    1. wahrgenommen, was sich in Zarathustras Seele zutrug

    Correcto traducir “percibido lo que ocurría en el alma de Zaratustra”. Zutrug sich es “acontecer, suceder interiormente”.

    2. wischte … über sein Antlitz hin, wie als ob er dasselbe wegwischen wollte

    Bien tu “como si quisiera borrarla”. Dasselbe = “esa misma [cara]”.

    3. zum Zeichen, dass sie sich wiedererkennen wollten

    Importante: wiedererkennen no “reconocerse” simplemente, sino “reconocerse de nuevo”, “volver a reconocerse”, “reconocerse otra vez”.
    Propongo:
    “como señal de que querían volver a reconocerse.”

    4. ein vergnügter alter Mann

    “Un viejo contento” es correcto, aunque vergnügt es “alegre”, “de buen humor”, no eufórico.
    Sugiero: “un viejo alegre”, pero mantengo tu elección si quieres continuidad.

    5. den Kopf schüttelnd: perfecto.

    6. du bist es zum Längsten hier Oben gewesen

    Muy importante: zum Längsten = “desde hace más tiempo”, “el que más tiempo ha estado”.
    Tu versión está bien, puede afinarse a:
    “has sido tú quien más tiempo ha estado aquí arriba.”

    7. dein Nachen soll über Kurzem nicht mehr im Trocknen sitzen

    Nachen = “barquilla”, “navecilla”, “pequeña embarcación”.
    Expresión idiomática im Trocknen sitzen: estar “en lo seco”, protegido de las aguas.
    Tu versión se acerca, pero conviene corregir sintaxis y claridad:

    Propuesta fiel:
    “tu barca dentro de poco ya no estará en lo seco.”
    (“asentarse” no encaja tan bien)

    8. Die Wellen um deinen Berg … die Wellen grosser Noth und Trübsal

    Noth = aflicción extrema, necesidad angustiosa.
    Trübsal = tribulación profunda, melancolía sombría.
    Mejor que “aflicción”: “tribulación”.
    Propuesta:
    “las olas de la gran necesidad y tribulación.”

    Pero si prefieres mantener continuidad con “angustia y aflicción”, también es viable.

    9. Zarathustra schwieg hierauf und wunderte sich.

    Mejor evitar “a continuación”, demasiado prosaico.
    “Zaratustra guardó silencio y se maravilló.”
    (wunderte sich es admiración sorprendida, no mera sorpresa.)

    10. rauscht und braust

    Onomatopeya doble: “rumoriza y brama”, “ruge y brama”.
    Tu “murmura y ruge hacia arriba” está bien; quizá:
    “¿no resuena y brama desde la profundidad?”

    11. ein langer, langer Schrei … so böse klang er

    böse aquí = “funesto, maligno, terrible”, no moralmente “malo”.
    Propuesta:
    “tan siniestro sonaba.”

    12. Du schlimmer Verkündiger

    No “mal anunciador”. schlimm = funesto, nefasto.
    Mejor: “Tú, funesto anunciador” o “tú, anunciador funesto”.
    Tu elección de “mal anunciador” es demasiado coloquial.

    13. … das ist ein Nothschrei … aus einem schwarzen Meere kommen

    Correcto. Mantendría:
    “un mar negro”
    (no hace falta artículo)

    14. Menschen-Noth: no “la angustia del hombre” sino “la aflicción humana” o “la necesidad humana”.

    Propuesta:
    “¿Qué me importa a mí la aflicción humana?”

    15. aus einem überströmenden Herzen

    Muy importante: significa “desde un corazón desbordado”.
    Mantener: “desde un corazón desbordante” (como ya lo tienes).

    16. Es ist Zeit, es ist höchste Zeit!

    Propuesta:
    “¡Es la hora! ¡Es la hora suprema!”
    O más literal en español solemne:
    “¡Es la hora! ¡Es la hora más alta!”
    Si prefieres continuidad con tu versión: “más que la hora”, se puede mantener, pero es menos natural.

    17. wie Einer, der bei sich selber zögert

    Perfecto: “como uno que duda dentro de sí mismo.”

    18. Der höhere Mensch … Was will der hier?

    Traducir höher siempre como el hombre más alto mantiene literalidad, pero en Zaratustra es “el hombre superior”, término técnico nietzscheano.
    Sugerencia fuerte:
    “¿El hombre superior?”
    Da exactitud filosófica.

    Podemos seguir con “el hombre más alto” si quieres mantener literalidad, pero “el hombre superior” es mucho más coherente con la tradición y con el contenido del libro.


    VERSIÓN REVISADA Y CONTINUA (2–16)

    2. El adivino, que había percibido lo que acontecía en el alma de Zaratustra, se pasó la mano por el rostro como si quisiera borrarlo. Lo mismo hizo Zaratustra. Y cuando ambos, así, en silencio, se hubieron serenado y fortalecido, se dieron la mano, como señal de que querían volver a reconocerse.

    3. “Sé bienvenido —dijo Zaratustra—, tú, adivino de la gran fatiga; no ha de ser en vano que una vez fuiste mi comensal y huésped. Come y bebe también hoy conmigo, y perdona que un viejo alegre se siente contigo a la mesa.”

    4. “¿Un viejo alegre?”, replicó el adivino, sacudiendo la cabeza. “Pero seas quien seas, o quieras ser, oh Zaratustra, tú has sido quien más tiempo ha estado aquí arriba: tu barca, dentro de poco, ya no estará en lo seco.”

    5. “¿Estoy yo entonces en lo seco?”, preguntó Zaratustra riendo.

    6. “Las olas alrededor de tu montaña —respondió el adivino— suben y suben, las olas de la gran necesidad y tribulación: pronto levantarán también tu barca y te arrastrarán.”

    7. Zaratustra guardó silencio y se maravilló.

    8. “¿Aún no oyes nada?”, prosiguió el adivino. “¿No resuena y brama desde la profundidad?”

    9. Zaratustra calló de nuevo y escuchó: entonces oyó un grito largo, larguísimo, que los abismos se arrojaban y pasaban unos a otros, pues ninguno quería retenerlo: tan siniestro sonaba.

    10. “Tú, funesto anunciador —dijo por fin Zaratustra—, eso es un grito de angustia, y el grito de un hombre; puede venir quizá de un mar negro. Pero ¿qué me importa a mí la aflicción humana? Mi último pecado, el que me quedó reservado… ¿sabes cómo se llama?”

    11. “¡Compasión!” replicó el adivino desde un corazón desbordante, y levantó ambas manos en alto. “Oh Zaratustra, vengo para seducirte hacia tu último pecado.”

    12. Y apenas fueron pronunciadas estas palabras, volvió a resonar el grito: más largo y más angustioso que antes, y también mucho más cercano.

    13. “¿Oyes? ¿Oyes, oh Zaratustra?”, gritó el adivino. “A ti va dirigido el grito, a ti te llama: ¡ven, ven, ven! ¡Es la hora, es la hora suprema!”

    14. Zaratustra guardó silencio, confuso y estremecido; por fin preguntó, como quien vacila dentro de sí: “¿Y quién es ese que me llama ahí?”

    15. “Pero si lo sabes —replicó el adivino con vehemencia—. ¿Por qué te ocultas? Es el hombre superior quien te llama.”

    16. “¿El hombre superior?”, gritó Zaratustra, presa del espanto. “¿Qué quiere? ¿Qué quiere? ¡El hombre superior! ¿Qué quiere aquí?” Y su piel se cubrió de sudor.


    Si deseas mantener “el hombre más alto” por literalidad, ajusto todo el bloque a esa elección.
    Si quieres una versión aún más solemne en ciertos pasajes (p. ej. “hora suprema”, “mar tenebroso”), lo pulimos ahora.

    Cuando estés listo, pasamos al siguiente bloque.

    You said:

    Está todo bien; pero las palabras ” … es ist Zeit, es ist höchste Zeit” repiten lo que dijo Zaratustra, o su sombra en 2.18. De los Grandes Acontecimientos. Allí tradujimos, ” … es la hora, es más que la hora,” entendiendo una equivalencia con el inglés “it is high time”. ¿Qué hacemos? ¿Cambiamos allí a “la hora suprema”? ¿Cambiamos aquí a “es más que la hora”? ¿Dejamos, de momento, lo dos como están?

    ChatGPT said:

    Thought for 28s

    Buen ojo: aquí sí merece la pena decidir ya un criterio, porque Nietzsche repite la fórmula a propósito.

    En alemán:

    es ist Zeit, es ist höchste Zeit

    funciona en dos planos a la vez:

    1. Como modismohöchste Zeit = “ya es hora”, “es más que hora”, “it is high time”.
    2. Como imagen vertical: “la hora más alta”, que se deja oír en el contexto de Mittag, altura, etc.

    Tu versión previa:

    «es la hora, es más que la hora»

    captura muy bien el valor idiomático de höchste Zeit (= high time), y sigue sonando suficientemente solemne. Me parece una solución muy equilibrada.

    Dado que la repetición del sintagma es claramente intencional en Nietzsche, mi sugerencia es:

    • Fijar como fórmula canónica:«¡Es la hora, es más que la hora!»
    • Usarla en los dos lugares (2.18 y 4.2), de modo que el lector perciba el eco.

    Es decir:

    • No tocaría ya 2.18 (donde ya tienes “es la hora, es más que la hora”).
    • Aquí, en 4.2, simplemente ajustamos el verso 13 para que suene igual.

    Quedaría así el fragmento correspondiente:

    13. “¿Oyes? ¿Oyes, oh Zaratustra?”, gritó el adivino. “A ti va dirigido el grito, a ti te llama: ¡ven, ven, ven! ¡Es la hora, es más que la hora!

    Si más adelante, en una revisión global, decides explotar más la imaginería de la “hora alta / suprema”, siempre podríamos reconsiderar, pero de momento yo cerraría este punto y tomaría «es la hora, es más que la hora» como traducción estable de es ist Zeit, es ist höchste Zeit en toda tu edición.

    You said:

    Vale. ¿Me vuelves a pasar 2-16 sin números para integrarlo en mi copia?

    ChatGPT said:

    Claro: aquí tienes el bloque 2–16 en versión continua, sin numeración, incorporando ya la fórmula fijada «es la hora, es más que la hora».


    El adivino, que había percibido lo que acontecía en el alma de Zaratustra, se pasó la mano por el rostro como si quisiera borrarlo. Lo mismo hizo Zaratustra. Y cuando ambos, así, en silencio, se hubieron serenado y fortalecido, se dieron la mano, como señal de que querían volver a reconocerse.

    “Sé bienvenido —dijo Zaratustra—, tú, adivino de la gran fatiga; no ha de ser en vano que una vez fuiste mi comensal y huésped. Come y bebe también hoy conmigo, y perdona que un viejo alegre se siente contigo a la mesa.”

    “¿Un viejo alegre?”, replicó el adivino, sacudiendo la cabeza. “Pero seas quien seas, o quieras ser, oh Zaratustra, tú has sido quien más tiempo ha estado aquí arriba: tu barca, dentro de poco, ya no estará en lo seco.”

    “¿Estoy yo entonces en lo seco?”, preguntó Zaratustra riendo.

    “Las olas alrededor de tu montaña —respondió el adivino— suben y suben, las olas de la gran necesidad y tribulación: pronto levantarán también tu barca y te arrastrarán.”

    Zaratustra guardó silencio y se maravilló.

    “¿Aún no oyes nada?”, prosiguió el adivino. “¿No resuena y brama desde la profundidad?”

    Zaratustra calló de nuevo y escuchó: entonces oyó un grito largo, larguísimo, que los abismos se arrojaban y pasaban unos a otros, pues ninguno quería retenerlo: tan siniestro sonaba.

    “Tú, funesto anunciador —dijo por fin Zaratustra—, eso es un grito de angustia, y el grito de un hombre; puede venir quizá de un mar negro. Pero ¿qué me importa a mí la aflicción humana? Mi último pecado, el que me quedó reservado… ¿sabes cómo se llama?”

    “¡Compasión!”, replicó el adivino desde un corazón desbordante, y levantó ambas manos en alto. “Oh Zaratustra, vengo para seducirte hacia tu último pecado.”

    Y apenas fueron pronunciadas estas palabras, volvió a resonar el grito: más largo y más angustioso que antes, y también mucho más cercano.

    “¿Oyes? ¿Oyes, oh Zaratustra?”, gritó el adivino. “A ti va dirigido el grito, a ti te llama: ¡ven, ven, ven! ¡Es la hora, es más que la hora!”

    Zaratustra guardó silencio, confuso y estremecido; por fin preguntó, como quien vacila dentro de sí: “¿Y quién es ese que me llama ahí?”

    “Pero si lo sabes —replicó el adivino con vehemencia—. ¿Por qué te ocultas? Es el hombre superior quien te llama.”

    “¿El hombre superior?”, gritó Zaratustra, presa del espanto. “¿Qué quiere? ¿Qué quiere? ¡El hombre superior! ¿Qué quiere aquí?” Y su piel se cubrió de sudor.


    Cuando quieras seguimos con el siguiente bloque.

    You said:

    Der Wahrsager aber antwortete nicht auf die Angst Zarathustra’s, sondern horchte und horchte nach der Tiefe zu. Als es jedoch lange Zeit dort stille blieb, wandte er seinen Blick zurück und sahe Zarathustra stehn und zittern. „Oh Zarathustra, hob er mit trauriger Stimme an, du stehst nicht da wie Einer, den sein Glück drehend macht: du wirst tanzen müssen, dass du mir nicht umfällst! Aber wenn du auch vor mir tanzen wolltest und alle deine Seitensprünge springen: Niemand soll mir doch sagen dürfen: „Siehe, hier tanzt der letzte frohe Mensch!“ Umsonst käme Einer auf diese Höhe, der den hier suchte: Höhlen fände er wohl und Hinter-Höhlen, Verstecke für Versteckte, aber nicht Glücks-Schachte und Schatzkammern und neue Glücks-Goldadern. Glück — wie fände man wohl das Glück bei solchen Vergrabenen und Einsiedlern! Muss ich das letzte Glück noch auf glückseligen Inseln suchen und ferne zwischen vergessenen Meeren? Aber Alles ist gleich, es lohnt sich Nichts, es hilft kein Suchen, es giebt auch keine glückseligen Inseln mehr!“ — — 17. Pero el adivino no replicó a la angustia de Zaratustra, sino que escuchó y escuchó hacia la profundidad. Cuando, sin embargo, hubo permanecido allí mucho tiempo, dirigió su mirada atrás y vió que Zaratustra estaba de pie y temblaba. “Oh Zaratustra,” comenzó con voz triste, “no estás ahí en pie como uno al que su felicidad le haga dar vueltas: deberás danzar, para que no te me desplomes. Pero aunque quisieras danzar delante de mí y saltar todas tus piruetas, nadie ha de poder decirme: “Mira, aquí danza el último hombre alegre!” En vano vendría uno a esta altura que lo buscase aquí: encontraría cuevas, quizá, y cuevas detrás de las cuevas, escondites para los escondidos, pero no pozos de felicidad, ni cámaras de tesoros, ni nuevas venas de oro de felicidad. Felicidad – ¿Cómo encontraría uno, de hecho, la felicidad entre tales sepultados y ermitaños? ¿Debo yo aun buscar la última felicidad en las islas bienaventuradas y lejos entre mares olvidados? Pero todo es igual,no vale la pena nada, ningún buscar ayuda, no hay tampoco islas bienaventuradas ya.

    ChatGPT said:

    Pensó durante 34s

    Muy buen bloque, está ya muy cerca. Te señalo solo lo que conviene ajustar, y al final te dejo una versión continua sin número para integrar.


    Ajustes puntuales

    1. „antwortete nicht auf die Angst“
      Tu: «no replicó a la angustia de Zaratustra»
      Correcto. Podemos dejar “respondió” o “replicó”; “replicó” tiene un tono un poco más teatral, lo mantendría.
    2. „horchte und horchte nach der Tiefe zu“
      Mejor que “escuchó y escuchó hacia la profundidad”:“escuchó y volvió a escuchar hacia la profundidad”
      para marcar la repetición.
    3. „Als es jedoch lange Zeit dort stille blieb“
      Tu: «Cuando, sin embargo, hubo permanecido allí mucho tiempo»
      El sujeto es el silencio en la profundidad.
      Mejor:“Pero como allí abajo reinase largo rato el silencio…”
    4. „du stehst nicht da wie Einer, den sein Glück drehend macht“
      Aquí drehend es “que lo marea, lo hace girar”.
      “al que su felicidad le haga dar vueltas” es entendible pero un poco extraño.
      Te propongo:“no estás ahí en pie como alguien a quien su felicidad marea”.
    5. „alle deine Seitensprünge springen“
      Seitensprung son “saltos laterales”, no “piruetas” (que añade matiz acrobático).“y ejecutar todos tus saltos laterales”
    6. „Umsonst käme Einer auf diese Höhe, der den hier suchte“
      Importante el pronombre den: se refiere a “den letzten frohen Menschen”.
      Tu frase está bien, solo refino el giro:“En vano vendría uno hasta esta altura que aquí lo buscara…”
    7. „Glücks-Schachte … Glücks-Goldadern“
      Tus “pozos de felicidad” y “venas de oro de felicidad” respetan bien la metáfora minera. Bien.
    8. „Vergrabenen“
      “sepultados” está muy bien: recuerda la imagen de “enterrados en vida”.
    9. „Muss ich das letzte Glück noch auf glückseligen Inseln suchen…“
      Has mantenido “islas bienaventuradas”, perfecto: enlaza con 2.2.
    10. Fórmula final repetida

    „Aber Alles ist gleich, es lohnt sich Nichts, es hilft kein Suchen, es giebt auch keine glückseligen Inseln mehr!“
    Nos conviene fijar la misma pauta que antes:

    • Alles ist gleich → “todo es igual”
    • es lohnt sich Nichts → “nada merece la pena”
    • es hilft kein Suchen → “de nada sirve buscar” (en vez de “ningún buscar ayuda”)

    Propuesta cerrada:

    “Pero todo es igual, nada merece la pena, de nada sirve buscar: ya no hay tampoco islas bienaventuradas.”


    Versión revisada sin numeración

    Pero el adivino no respondió a la angustia de Zaratustra, sino que escuchó y volvió a escuchar hacia la profundidad. Pero como allí abajo reinase largo rato el silencio, volvió por fin la mirada y vio a Zaratustra de pie, temblando.

    “Oh Zaratustra —comenzó con voz triste—, no estás ahí en pie como alguien a quien su felicidad marea: tendrás que bailar, para que no te me desplomes. Pero aunque quisieras bailar delante de mí y ejecutar todos tus saltos laterales, nadie debería poder decirme: ‘Mira, aquí baila el último hombre alegre.’

    En vano vendría uno hasta esta altura que aquí lo buscara: encontraría cuevas, y cuevas tras las cuevas, escondrijos para escondidos, pero no pozos de felicidad, ni cámaras del tesoro, ni nuevas vetas de oro de felicidad. Felicidad… ¿cómo iba a encontrarse la felicidad entre semejantes sepultados y ermitaños? ¿Tengo que buscar aún la última felicidad en las islas bienaventuradas y allá lejos, entre mares olvidados?

    Pero todo es igual, nada merece la pena, de nada sirve buscar: ya no hay tampoco islas bienaventuradas.”

    Cuando quieras pasamos al siguiente tramo.

    You said:

    Te propondría: i) “nadie ha de poder decirme: ‘Mira …”; ii) “… ¿cómo se podría encontrar la felicidad entre …”; iii) “¿Debo aun buscar la última felicidad en las islas bienaventuradas …?

    ChatGPT said:

    Perfecto, las tres propuestas encajan muy bien con el tono que venimos usando. Integro tus cambios i)–iii) en el bloque y te lo paso de nuevo limpio, sin numeración:


    Pero el adivino no respondió a la angustia de Zaratustra, sino que escuchó y volvió a escuchar hacia la profundidad. Pero como allí abajo reinase largo rato el silencio, volvió por fin la mirada y vio a Zaratustra de pie, temblando.

    “Oh Zaratustra —comenzó con voz triste—, no estás ahí en pie como alguien a quien su felicidad marea: tendrás que bailar, para que no te me desplomes. Pero aunque quisieras bailar delante de mí y ejecutar todos tus saltos laterales, nadie ha de poder decirme: ‘Mira, aquí baila el último hombre alegre.’

    En vano vendría uno hasta esta altura que aquí lo buscara: encontraría cuevas, y cuevas tras las cuevas, escondrijos para escondidos, pero no pozos de felicidad, ni cámaras del tesoro, ni nuevas vetas de oro de felicidad. Felicidad… ¿cómo se podría encontrar la felicidad entre semejantes sepultados y ermitaños? ¿Debo aún buscar la última felicidad en las islas bienaventuradas y allá lejos, entre mares olvidados?

    Pero todo es igual, nada merece la pena, de nada sirve buscar: ya no hay tampoco islas bienaventuradas.

    You said:

    Perfecto. Te lo dejo en un párrafo, como lo edita Kaufmann: Pero el adivino no respondió a la angustia de Zaratustra, sino que escuchó y volvió a escuchar hacia la profundidad. Pero como allí abajo reinase largo rato el silencio, volvió por fin la mirada y vio a Zaratustra de pie, temblando. “Oh Zaratustra —comenzó con voz triste—, no estás ahí en pie como alguien a quien su felicidad marea: tendrás que bailar, para que no te me desplomes. Pero aunque quisieras bailar delante de mí y ejecutar todos tus saltos laterales, nadie ha de poder decirme: ‘Mira, aquí baila el último hombre alegre.’ En vano vendría uno hasta esta altura que aquí lo buscara: encontraría cuevas, y cuevas tras las cuevas, escondrijos para escondidos, pero no pozos de felicidad, ni cámaras del tesoro, ni nuevas vetas de oro de felicidad. Felicidad… ¿cómo se podría encontrar la felicidad entre semejantes sepultados y ermitaños? ¿Debo aún buscar la última felicidad en las islas bienaventuradas y allá lejos, entre mares olvidados? Pero todo es igual, nada merece la pena, de nada sirve buscar: ya no hay tampoco islas bienaventuradas.

    ChatGPT said:

    Queda redondo así en un solo párrafo; no tocaría ni una coma:

    Pero el adivino no respondió a la angustia de Zaratustra, sino que escuchó y volvió a escuchar hacia la profundidad. Pero como allí abajo reinase largo rato el silencio, volvió por fin la mirada y vio a Zaratustra de pie, temblando. “Oh Zaratustra —comenzó con voz triste—, no estás ahí en pie como alguien a quien su felicidad marea: tendrás que bailar, para que no te me desplomes. Pero aunque quisieras bailar delante de mí y ejecutar todos tus saltos laterales, nadie ha de poder decirme: ‘Mira, aquí baila el último hombre alegre.’ En vano vendría uno hasta esta altura que aquí lo buscara: encontraría cuevas, y cuevas tras las cuevas, escondrijos para escondidos, pero no pozos de felicidad, ni cámaras del tesoro, ni nuevas vetas de oro de felicidad. Felicidad… ¿cómo se podría encontrar la felicidad entre semejantes sepultados y ermitaños? ¿Debo aún buscar la última felicidad en las islas bienaventuradas y allá lejos, entre mares olvidados? Pero todo es igual, nada merece la pena, de nada sirve buscar: ya no hay tampoco islas bienaventuradas.

    Lo damos por versión estable de este tramo de Der Notschrei.
    Cuando quieras, pasamos al siguiente bloque.

    You said:

    Also seufzte der Wahrsager; bei seinem letzten Seufzer aber wurde Zarathustra wieder hell und sicher, gleich Einem, der aus einem tiefen Schlunde an’s Licht kommt. „Nein! Nein! Drei Mal Nein! rief er mit starker Stimme und strich sich den Bart — Das weiss ich besser! Es giebt noch glückselige Inseln! Stille davon, du seufzender Trauersack! Höre davon auf zu plätschern, du Regenwolke am Vormittag! Stehe ich denn nicht schon da, nass von deiner Trübsal und begossen wie ein Hund? Nun schüttle ich mich und laufe dir davon, dass ich wieder trocken werde: dess darfst du nicht Wunder haben! Dünke ich dir unhöflich? Aber hier ist mein Hof. Was aber deinen höheren Menschen angeht: wohlan! ich suche ihn flugs in jenen Wäldern: daher kam sein Schrei. Vielleicht bedrängt ihn da ein böses Thier. Er ist in meinem Bereiche: darin soll er mir nicht zu Schaden kommen! Und wahrlich, es giebt viele böse Thiere bei mir.“ — 18. Así suspiró el adivino. Pero con su último suspiro Zarathustra se tornó brillante y seguro de nuevo, como uno que desde una profunda sima llega a la luz. “¡No! ¡No! ¡Tres veces No” gritó con fuerte voz y se alisó la barba. “Eso lo sé yo mejor: hay aún islas bienaventuradas. ¡Cálmate acerca de eso, tú suspirante saco de tristeza! ¡Deja acerca de eso de chapotear, tú nube de lluvia antes del mediodía! ¿No estoy entonces ya aquí, húmedo de tu aflicción y mojado como un perro? Ahora me sacudo y escapo corriendo de tí para quedar seco de nuevo. De eso no puedes tú tener maravilla. ¿Te parezco descortés? Pero esta es mi corte. Pero en lo que a tu hombre superior concierne – bien, lo busco rápidamente en esos bosques: de allí vino su grito. Quizá lo acosa una bestia malvada. Está en mi dominio. En él no ha de venir a mí para recibir daño. Y en verdad, hay muchas bestias malvadas conmigo.

    ChatGPT said:

    Pensó durante 19s

    Vamos a pulir este tramo; tu versión está muy bien encaminada, solo requiere ajustes de matiz y ritmo. Después te dejo una versión continua, sin número, lista para pegar.


    Comentario y ajustes

    Also seufzte der Wahrsager; bei seinem letzten Seufzer aber wurde Zarathustra wieder hell und sicher, gleich Einem, der aus einem tiefen Schlunde an’s Licht kommt.

    Así suspiró el adivino. Pero con su último suspiro Zarathustra se tornó brillante y seguro de nuevo, como uno que desde una profunda sima llega a la luz.

    • hell und sicher: más que “brillante”, es “claro, lúcido” y “seguro, firme”.
      Propongo:
      “Zaratustra volvió a estar lúcido y seguro, como quien sale de una profunda sima a la luz.”

    „Nein! Nein! Drei Mal Nein! rief er mit starker Stimme und strich sich den Bart — Das weiss ich besser! Es giebt noch glückselige Inseln!

    “¡No! ¡No! ¡Tres veces No” gritó con fuerte voz y se alisó la barba. “Eso lo sé yo mejor: hay aún islas bienaventuradas.

    • Cerrar la exclamación: “¡Tres veces no!”
    • mit starker Stimme → “con voz fuerte” o “con voz potente”.
    • El resto está perfecto y mantiene la fórmula de las “islas bienaventuradas”.

    Stille davon, du seufzender Trauersack!

    ¡Cálmate acerca de eso, tú suspirante saco de tristeza!

    Aquí el tono es más brusco y coloquial: Stille davon = “¡calla ya con eso!”. Trauersack es casi un insulto afectuoso: “tipo lúgubre, saco de duelo”.

    Propongo:

    “¡Calla ya con eso, tú suspirante saco de tristeza!”


    Höre davon auf zu plätschern, du Regenwolke am Vormittag!

    ¡Deja acerca de eso de chapotear, tú nube de lluvia antes del mediodía!

    • am Vormittag = “por la mañana”, no necesariamente “antes del mediodía”, pero no estorba.
    • plätschern es muy visual. Podemos mantener “chapotear”, que ya usaste.

    Pequeño ajuste de ritmo:

    “¡Deja ya de chapotear con eso, tú nube de lluvia de la mañana!”

    (si prefieres “antes del mediodía”, lo podemos conservar tal cual.)


    Stehe ich denn nicht schon da, nass von deiner Trübsal und begossen wie ein Hund?

    ¿No estoy entonces ya aquí, húmedo de tu aflicción y mojado como un perro?

    • Trübsal la venimos traduciendo mejor como “tribulación”.
    • begossen wie ein Hund apunta a empapado, “como un perro mojado”.

    Propuesta:

    “¿No estoy ya aquí, empapado por tu tribulación y mojado como un perro?”


    Nun schüttle ich mich und laufe dir davon, dass ich wieder trocken werde: dess darfst du nicht Wunder haben!

    Ahora me sacudo y escapo corriendo de tí para quedar seco de nuevo. De eso no puedes tú tener maravilla.

    • laufe dir davon = “echo a correr lejos de ti”.
    • darfst du nicht Wunder haben = “no debes extrañarte de ello”.

    Propuesta algo más fluida:

    “Ahora me sacudo y echo a correr lejos de ti para volver a secarme; de ello no debes extrañarte.”


    Dünke ich dir unhöflich? Aber hier ist mein Hof.

    ¿Te parezco descortés? Pero esta es mi corte.

    Perfecto: conserva el juego unhöflich / Hof (descortés / corte).


    Was aber deinen höheren Menschen angeht: wohlan! ich suche ihn flugs in jenen Wäldern: daher kam sein Schrei. Vielleicht bedrängt ihn da ein böses Thier.

    Pero en lo que a tu hombre superior concierne – bien, lo busco rápidamente en esos bosques: de allí vino su grito. Quizá lo acosa una bestia malvada.

    • wohlan! = “¡pues bien!”.
    • flugs = “en seguida, sin demora”.
    • bedrängt = “acosar, apremiar, cercar”.
    • “bestia malvada” es correcto, pero “fiera” suena mejor en este registro.

    Propuesta:

    “Pero en lo que toca a tu hombre superior, ¡pues bien!, lo buscaré en seguida en esos bosques: de allí vino su grito. Quizá allí lo acosa una fiera maligna.”


    Er ist in meinem Bereiche: darin soll er mir nicht zu Schaden kommen! Und wahrlich, es giebt viele böse Thiere bei mir.“ —

    Está en mi dominio. En él no ha de venir a mí para recibir daño. Y en verdad, hay muchas bestias malvadas conmigo.

    • in meinem Bereiche = “en mi ámbito, en mi dominio”.
    • soll er mir nicht zu Schaden kommen = “no ha de sufrir daño en él por mi causa / bajo mi ámbito”.
      Lo importante: Zarathustra se asume responsable de que no venga a daño dentro de su esfera.

    Propuesta:

    “Está en mi dominio: dentro de él no ha de venir a daño por mi causa. Y, en verdad, hay muchas fieras malas junto a mí.”


    Versión revisada continua (18), sin numeración

    Así suspiró el adivino; pero con su último suspiro Zaratustra volvió a estar lúcido y seguro, como quien sale de una profunda sima a la luz. “¡No! ¡No! ¡Tres veces no!” —gritó con voz fuerte y se alisó la barba—. “Eso lo sé yo mejor: hay aún islas bienaventuradas. ¡Calla ya con eso, tú suspirante saco de tristeza! ¡Deja ya de chapotear con eso, tú nube de lluvia de la mañana! ¿No estoy ya aquí, empapado por tu tribulación y mojado como un perro? Ahora me sacudo y echo a correr lejos de ti para volver a secarme; de ello no debes extrañarte. ¿Te parezco descortés? Pero esta es mi corte.

    “Pero en lo que toca a tu hombre superior, ¡pues bien!, lo buscaré en seguida en esos bosques: de allí vino su grito. Quizá allí lo acosa una fiera maligna. Está en mi dominio: dentro de él no ha de venir a daño por mi causa. Y, en verdad, hay muchas fieras malas junto a mí.”

    Si quieres, en el siguiente paso podemos pegar ya todo el capítulo seguido (1–18) o seguir por bloques según Kaufmann.

    You said:

    ¿”Y en verdad hay junto a mí muchas fieras malignas”?

    ChatGPT said:

    Sí, es muy buena solución; respeta el matiz y suena más natural:

    “Está en mi dominio: dentro de él no ha de venir a daño por mi causa. Y, en verdad, hay junto a mí muchas fieras malignas.”

    Si quieres el párrafo entero con ese ajuste, quedaría así:

    Así suspiró el adivino; pero con su último suspiro Zaratustra volvió a estar lúcido y seguro, como quien sale de una profunda sima a la luz. “¡No! ¡No! ¡Tres veces no!” —gritó con voz fuerte y se alisó la barba—. “Eso lo sé yo mejor: hay aún islas bienaventuradas. ¡Calla ya con eso, tú suspirante saco de tristeza! ¡Deja ya de chapotear con eso, tú nube de lluvia de la mañana! ¿No estoy ya aquí, empapado por tu tribulación y mojado como un perro? Ahora me sacudo y echo a correr lejos de ti para volver a secarme; de ello no debes extrañarte. ¿Te parezco descortés? Pero esta es mi corte.

    “Pero en lo que toca a tu hombre superior, ¡pues bien!, lo buscaré en seguida en esos bosques: de allí vino su grito. Quizá allí lo acosa una fiera maligna. Está en mi dominio: dentro de él no ha de venir a daño por mi causa. Y, en verdad, hay junto a mí muchas fieras malignas.”

    You said:

    Mit diesen Worten wandte sich Zarathustra zum Gehen. Da sprach der Wahrsager: „Oh Zarathustra, du bist ein Schelm! Ich weiss es schon: du willst mich los sein! Lieber noch läufst du in die Wälder und stellst bösen Thieren nach! Aber was hilft es dir? Des Abends wirst du doch mich wiederhaben, in deiner eignen Höhle werde ich dasitzen, geduldig und schwer wie ein Klotz — und auf dich warten!“ „So sei’s! rief Zarathustra zurück im Fortgehn: und was mein ist in meiner Höhle, gehört auch dir, meinem Gastfreunde! Solltest du aber drin noch Honig finden, wohlan! so lecke ihn nur auf, du Brummbär, und versüsse deine Seele! Am Abende nämlich wollen wir Beide guter Dinge sein, — guter Dinge und froh darob, dass dieser Tag zu Ende gieng! Und du selber sollst zu meinen Liedern als mein Tanzbär tanzen. Du glaubst nicht daran? Du schüttelst den Kopf? Wohlan! Wohlauf! Alter Bär! Aber auch ich — bin ein Wahrsager.“ Also sprach Zarathustra. 19. Con estas palabras se volvió Zaratustra para partir. Entonces habló el adivino, “¡Oh Zaratustra, eres un pícaro. Ya lo sé: ¡quieres quedar libre de mí! Mejor aun corres a los bosques y persigues bestias malignas. ¿Pero qué te ayuda eso? Por la tarde me tendrás de nuevo, en tu propia cueva estaré sentado, paciente y pesado como un bloque de piedra – y esperaré por tí.” 20. “¡Así sea!” Gritó Zaratustra hacia atrás, mientras se marchaba. “Y lo que es mío en mi cueva, te pertenece también a tí, a mi huesped. Pero si dentro hubieras de encontrar miel aun, solo lámela, tu, oso gruñón, y endulza tu alma. Pues en la tarde queremos ambos estar de buen ánimo – de buen ánimo y alegres porque este día ha llegado al final. Y tú mismo has de danzar al son de mis canciones como mi oso danzante. ¿No lo crees? ¿Sacudes la cabeza? ¡Ea! ¡Arriba! ¡Oso viejo! Pero también yo soy adivino.” Así habló Zarathustra.

    ChatGPT said:

    Vamos a pulir este cierre. Tu versión es muy buena; solo requieren corrección algunos matices léxicos, la puntuación y el tono. Al final te dejo la versión continua revisada y sin numeración, lista para integrar.


    COMENTARIO DETALLADO Y AJUSTES

    Mit diesen Worten wandte sich Zarathustra zum Gehen. Da sprach der Wahrsager: „Oh Zarathustra, du bist ein Schelm!

    Schelm puede ser “pícaro”, “bribón”, “tunante”, con un tono humorístico.
    Tu “pícaro” funciona muy bien.


    Ich weiss es schon: du willst mich los sein!

    Literal: “sé bien que quieres librarte de mí”.
    Tu “¡quieres quedar libre de mí!” está bien; prefiero una forma más directa:

    “quieres librarte de mí”.


    Lieber noch läufst du in die Wälder und stellst bösen Thieren nach!

    nachstellen = “acechar”, “perseguir”.
    Tu frase es buena; pequeño ajuste de ritmo:

    “Preferirías correr a los bosques y acechar fieras malignas.”


    Des Abends wirst du doch mich wiederhaben

    Importante: des Abends = “por la tarde”, no “al atardecer”.
    Tu “por la tarde me tendrás de nuevo” es correcto.


    geduldig und schwer wie ein Klotz

    “Klotz” = “taco, bloque, tocho”. Tu “bloque de piedra” es buena solución.


    „So sei’s! rief Zarathustra zurück im Fortgehn:

    Tu “¡Así sea!” está perfecto.
    im Fortgehn = “mientras se alejaba”.


    und was mein ist in meiner Höhle, gehört auch dir, meinem Gastfreunde!

    “mi huésped y amigo” (Kaufmann: my guest-friend).
    Tú pusiste “a mi huésped”, pero conviene recuperar el matiz amistoso.

    “a ti, mi huésped y amigo.”


    Solltest du aber drin noch Honig finden, wohlan! so lecke ihn nur auf, du Brummbär, und versüsse deine Seele!

    Brummbär = “oso gruñón”, perfecto.
    El giro “versüsse deine Seele” → “endulza tu alma”.

    Todo lo tienes muy bien.


    Am Abende nämlich wollen wir Beide guter Dinge sein,— guter Dinge und froh darob, dass dieser Tag zu Ende gieng!

    guter Dinge sein = “estar de buen ánimo”, “estar animados”.
    Tu versión está correcta.


    Und du selber sollst zu meinen Liedern als mein Tanzbär tanzen.

    Perfecto: “mi oso danzante”.


    Du glaubst nicht daran? Du schüttelst den Kopf? Wohlan! Wohlauf! Alter Bär!

    Aquí hay algo hermoso: Wohlan! y Wohlauf!

    • Wohlan! = “¡pues bien!”
    • Wohlauf! = “¡arriba!”, “¡ánimo!”, “¡en pie!”

    Tu “¡Ea! ¡Arriba! ¡Oso viejo!” refleja muy bien el tono.


    Aber auch ich — bin ein Wahrsager.“

    Tu “Pero también yo soy adivino” es exacto, pero conviene el corte rítmico del original:

    “Pero también yo… soy un adivino.”

    (La pausa añade solemnidad y humor a la vez).


    Ahora sí: versión revisada continua, sin numeración

    Con estas palabras Zaratustra se volvió para partir. Entonces habló el adivino: “¡Oh Zaratustra, eres un pícaro! Ya lo sé: quieres librarte de mí. Preferirías correr a los bosques y acechar fieras malignas. Pero ¿de qué te sirve? Por la tarde me tendrás de nuevo: en tu propia cueva estaré sentado, paciente y pesado como un bloque de piedra… y esperaré por ti.”

    “¡Así sea!” —gritó Zaratustra, mientras se alejaba—. “Y lo que es mío en mi cueva te pertenece también a ti, mi huésped y amigo. Pero si dentro hubieras de encontrar aún miel, ¡pues bien!, lámela sin más, tú, oso gruñón, y endulza tu alma. Pues por la tarde queremos ambos estar de buen ánimo, de buen ánimo y contentos de que este día haya llegado a su fin. Y tú mismo habrás de danzar al son de mis canciones como mi oso danzante. ¿No lo crees? ¿Sacudes la cabeza? ¡Pues bien! ¡Arriba! ¡Oso viejo! Pero también yo… soy un adivino.”

    Así habló Zaratustra.


    Si lo deseas, preparo ahora la versión continua del capítulo entero 4.2 para tu blog, con o sin números, y con cortes de párrafo según Kaufmann.

    You said:

    Tengo una duda con “ich – bin ein Wahrsager” / “I also – am a soothsayer”. En inglés los predicados nominales que indican profesión van precedidos de artículo indeterminado: I am a teacher; en español, no: “soy profesor”. ¿Qué pondremos “soy un adivino” o “soy adivino”?

    ChatGPT said:

    Muy buena observación. Aquí conviene distinguir tres planos:

    1. El valor gramatical del artículo
    2. El tono y la función estilística del pasaje
    3. La tradición de traducción de Wahrsager en Nietzsche

    Vamos paso a paso.


    1. Gramática: profesión, identidad, rol

    En español, como bien indicas:

    • Sin artículo cuando se trata de profesión, oficio, función estable:
      “Soy profesor”, “soy médico”, “soy carpintero”.
    • Con artículo cuando la frase tiene un matiz identificador, valorativo, irónico o teatral:
      “Soy un soñador”,
      “Soy un desconocido más”,
      “Soy un incrédulo”,
      “Soy un profeta”.

    El artículo introduce distancia o caracterización, no una mera adscripción profesional.


    2. En Nietzsche: ich – bin ein Wahrsager

    Aquí el artículo no es gramatical neutro.
    El guion rítmico (“ich — bin ein Wahrsager”) introduce:

    • Autodesignación teatral: Zaratustra se pone una máscara.
    • Un juego irónico con el propio adivino.
    • Una especie de contraproclamación: si tú dices ser adivino, yo también puedo serlo.

    Usar en español “soy adivino” eliminaría ese efecto de “caracterización dramática”.
    Suena demasiado descriptivo, como si Zaratustra declarara una profesión estable, cosa que no es el caso.


    3. La tradición de traducción española

    Sánchez-Pascual, por ejemplo, traduce:

    “Pero también yo soy un adivino.”

    Y hace bien: mantiene el valor irónico–performativo.


    Conclusión: ¿qué debemos poner?

    Para mantener fidelidad al tono y la función del artículo en el alemán —que aquí sí importa— lo adecuado es:

    “Pero también yo… soy un adivino.”

    Es más fiel, más teatral y respeta la intención del original.


    Si quieres, puedo justificarlo en tu futura nota editorial sobre este pasaje, dado que tiene interés filológico. ¿Seguimos con el siguiente paso del capítulo o quieres revisar ya el conjunto del 4.2?

    You said:

    ¿Me pasas la versión continua y la leo?

    ChatGPT said:

    Por supuesto. Aquí tienes la versión continua completa de Der Notschrei (4.2) en tu traducción revisada, ya unificada, sin numeración, con cortes de párrafo según Kaufmann, y con las últimas decisiones incorporadas:
    — es la hora, es más que la hora
    — el hombre superior
    — soy un adivino
    — tonos, metáforas y ritmo ajustados a tu criterio.

    Léela con calma y me dices si quieres afinar algo.


    4.2. EL GRITO DE ANGUSTIA

    (Der Notschrei)

    Al día siguiente volvió Zaratustra a sentarse sobre su piedra, delante de la cueva, mientras los animales vagaban por el mundo para traer a casa nuevo alimento, también nueva miel; pues Zaratustra había gastado y derrochado la miel vieja hasta el último grano. Pero cuando estaba así sentado, con un palo en la mano, y trazaba sobre la tierra la sombra de su figura, entonces se asustó de repente y se estremeció: porque vio junto a su sombra otra sombra distinta. Y cuando miró rápidamente a su alrededor y se levantó, he aquí que el adivino estaba a su lado, el mismo a quien una vez había dado de comer y beber a su mesa, el anunciador de la gran fatiga, aquel que enseñaba: “Todo es igual, nada merece la pena, el mundo carece de sentido, el saber ahoga.” Pero su rostro había cambiado entretanto; y cuando Zaratustra le miró a los ojos, su corazón volvió a estremecerse: tantos malos anuncios y relámpagos gris ceniza corrían por ese rostro.

    El adivino, que había percibido lo que acontecía en el alma de Zaratustra, se pasó la mano por el rostro como si quisiera borrarlo. Lo mismo hizo Zaratustra. Y cuando ambos, así, en silencio, se hubieron serenado y fortalecido, se dieron la mano, como señal de que querían volver a reconocerse.

    “Sé bienvenido —dijo Zaratustra—, tú, adivino de la gran fatiga; no ha de ser en vano que una vez fuiste mi comensal y huésped. Come y bebe también hoy conmigo, y perdona que un viejo alegre se siente contigo a la mesa.”

    “¿Un viejo alegre?”, replicó el adivino, sacudiendo la cabeza. “Pero seas quien seas, o quieras ser, oh Zaratustra, tú has sido quien más tiempo ha estado aquí arriba: tu barca, dentro de poco, ya no estará en lo seco.”

    “¿Estoy yo entonces en lo seco?”, preguntó Zaratustra riendo.

    “Las olas alrededor de tu montaña —respondió el adivino— suben y suben, las olas de la gran necesidad y tribulación: pronto levantarán también tu barca y te arrastrarán.”

    Zaratustra guardó silencio y se maravilló.

    “¿Aún no oyes nada?”, prosiguió el adivino. “¿No resuena y brama desde la profundidad?”

    Zaratustra calló de nuevo y escuchó: entonces oyó un grito largo, larguísimo, que los abismos se arrojaban y pasaban unos a otros, pues ninguno quería retenerlo: tan siniestro sonaba.

    “Tú, funesto anunciador —dijo por fin Zaratustra—, eso es un grito de angustia, y el grito de un hombre; puede venir quizá de un mar negro. Pero ¿qué me importa a mí la aflicción humana? Mi último pecado, el que me quedó reservado… ¿sabes cómo se llama?”

    “¡Compasión!”, replicó el adivino desde un corazón desbordante, y levantó ambas manos en alto. “Oh Zaratustra, vengo para seducirte hacia tu último pecado.”

    Y apenas fueron pronunciadas estas palabras, volvió a resonar el grito: más largo y más angustioso que antes, y también mucho más cercano.

    “¿Oyes? ¿Oyes, oh Zaratustra?”, gritó el adivino. “A ti va dirigido el grito, a ti te llama: ¡ven, ven, ven! ¡Es la hora, es más que la hora!”

    Zaratustra guardó silencio, confuso y estremecido; por fin preguntó, como quien vacila dentro de sí: “¿Y quién es ese que me llama ahí?”

    “Pero si lo sabes —replicó el adivino con vehemencia—. ¿Por qué te ocultas? Es el hombre superior quien te llama.”

    “¿El hombre superior?”, gritó Zaratustra, presa del espanto. “¿Qué quiere? ¿Qué quiere? ¡El hombre superior! ¿Qué quiere aquí?” Y su piel se cubrió de sudor.

    Pero el adivino no respondió a la angustia de Zaratustra, sino que escuchó y volvió a escuchar hacia la profundidad. Pero como allí abajo reinase largo rato el silencio, volvió por fin la mirada y vio a Zaratustra de pie, temblando. “Oh Zaratustra —comenzó con voz triste—, no estás ahí en pie como alguien a quien su felicidad marea: tendrás que bailar, para que no te me desplomes. Pero aunque quisieras bailar delante de mí y ejecutar todos tus saltos laterales, nadie ha de poder decirme: ‘Mira, aquí baila el último hombre alegre.’ En vano vendría uno hasta esta altura que aquí lo buscara: encontraría cuevas, y cuevas tras las cuevas, escondrijos para escondidos, pero no pozos de felicidad, ni cámaras del tesoro, ni nuevas vetas de oro de felicidad. Felicidad… ¿cómo se podría encontrar la felicidad entre semejantes sepultados y ermitaños? ¿Debo aún buscar la última felicidad en las islas bienaventuradas y allá lejos, entre mares olvidados? Pero todo es igual, nada merece la pena, de nada sirve buscar: ya no hay tampoco islas bienaventuradas.”

    Así suspiró el adivino; pero con su último suspiro Zaratustra volvió a estar lúcido y seguro, como quien sale de una profunda sima a la luz. “¡No! ¡No! ¡Tres veces no!” —gritó con voz fuerte y se alisó la barba—. “Eso lo sé yo mejor: hay aún islas bienaventuradas. ¡Calla ya con eso, tú suspirante saco de tristeza! ¡Deja ya de chapotear con eso, tú nube de lluvia de la mañana! ¿No estoy ya aquí, empapado por tu tribulación y mojado como un perro? Ahora me sacudo y echo a correr lejos de ti para volver a secarme; de ello no debes extrañarte. ¿Te parezco descortés? Pero esta es mi corte.

    “Pero en lo que toca a tu hombre superior, ¡pues bien!, lo buscaré en seguida en esos bosques: de allí vino su grito. Quizá allí lo acosa una fiera maligna. Está en mi dominio: dentro de él no ha de venir a daño por mi causa. Y, en verdad, hay junto a mí muchas fieras malignas.”

    Con estas palabras Zaratustra se volvió para partir. Entonces habló el adivino: “¡Oh Zaratustra, eres un pícaro! Ya lo sé: quieres librarte de mí. Preferirías correr a los bosques y acechar fieras malignas. Pero ¿de qué te sirve? Por la tarde me tendrás de nuevo: en tu propia cueva estaré sentado, paciente y pesado como un bloque de piedra… y esperaré por ti.”

    “¡Así sea!” —gritó Zaratustra, mientras se alejaba—. “Y lo que es mío en mi cueva te pertenece también a ti, mi huésped y amigo. Pero si dentro hubieras de encontrar aún miel, ¡pues bien!, lámela sin más, tú, oso gruñón, y endulza tu alma. Pues por la tarde queremos ambos estar de buen ánimo, de buen ánimo y contentos de que este día haya llegado a su fin. Y tú mismo habrás de danzar al son de mis canciones como mi oso danzante. ¿No lo crees? ¿Sacudes la cabeza? ¡Pues bien! ¡Arriba! ¡Oso viejo! Pero también yo… soy un adivino.”

    Así habló Zaratustra.


    Cuando quieras, lo revisamos juntos párrafo a párrafo o pasamos ya al 4.3. Von der grossen Sehnsucht.

    You said:

    Está bien, yo creo. Lo voy a postear ya en el blog. Ya va en negrita, ¿no? Y 4.3. es GESPRÄCHT MIT DEN KÖNIGEN.

    ChatGPT said:

    Perfecto: el texto que te pasé ya incluye la negrita en el título (“4.2. EL GRITO DE ANGUSTIA”) siguiendo exactamente tu formato habitual para Zaratustra IV. No necesitas añadir nada más para conservar la coherencia visual del blog.

    Si más adelante quieres que el título vaya en H2 con negrita integrada, me lo dices; preparo la versión HTML limpia, como hacemos a veces cuando subes directamente desde el editor visual.


    Sobre el siguiente capítulo

    Efectivamente, después de 4.2. Der Notschrei, viene:

    4.3. Gespräch mit den Königen

    (“Diálogo con los reyes” o “Conversación con los reyes”).

    Cuando estés listo, abre el bloque I (primer párrafo) y seguimos con el método habitual:
    borrador → revisión filológica → versión integrada.

    Enhorabuena: Der Notschrei ya está listo para publicación estable.

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  • 4.1. Das Honig-Opfer [K. 13-19/(a)]

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    You said:

    4.1. DAS HONIG-OPFER [K. 13- 19]

    ChatGPT said:

    Thought for 4m 9s

    Vamos allá con Das Honig-Opfer, K. 13–19. Te propongo directamente una versión continua en español, siguiendo el texto alemán de la edición digital que hemos estado usando. humanum.arts.cuhk.edu.hk


    13

    Sobre todo el mundo de los hombres, el mar humano: hacia él lanzo ahora mi caña de pescar de oro y digo:
    «¡Ábrete, tú abismo humano!»


    14

    ¡Ábrete y lánzame tus peces y tus cangrejos relucientes!
    Con mi mejor cebo me pescaré hoy los peces humanos más extraños.


    15

    Mi propia felicidad la arrojo fuera, a todas las anchuras y lejanías, entre amanecer, mediodía y ocaso,
    por ver si muchos peces humanos aprenden a tirar de mi felicidad y a debatirse.


    16

    Hasta que, mordiendo mis anzuelos agudos y ocultos, tengan que subir a mi altura,
    los pececillos de abismo más coloridos,
    donde los espera el más malévolo de todos los pescadores de peces humanos.


    17

    Porque ése soy yo, desde el fondo y desde el comienzo:
    uno que tira, que atrae, que eleva, que hace crecer,
    un tirador, un criador y un maestro de disciplina,
    el que no en vano se dijo una vez a sí mismo:
    «¡Llega a ser quien eres!»


    18

    Así pues, que los hombres suban ahora hasta mí:
    pues todavía espero las señales de que ha llegado la hora de mi descenso,
    todavía no me hundo yo mismo, como debo, entre los hombres.

    Para eso espero aquí, astuto y burlón, en altas montañas,
    no un impaciente, no un paciente,
    sino más bien alguien que incluso ha desaprendido la paciencia,
    porque ya no “soporta”.


    19

    Pues mi destino me deja tiempo:
    ¿acaso se ha olvidado de mí?
    ¿O está sentado detrás de una gran piedra, a la sombra, cazando moscas?

    Y, en verdad, estoy contento con ello, con mi destino eterno,
    de que no me acose ni me apremie y me deje tiempo para bufonadas y maldades:
    así fue como hoy subí a este alto monte para una pesca.

    ¿Ha pescado alguna vez un hombre peces en altas montañas?
    Y aunque sea una necedad lo que aquí arriba quiero y hago:
    mejor esto todavía que volverme ahí abajo solemne de tanto esperar
    y ponerme verde y amarillo,

    un resoplador de ira hinchado de tanto esperar,
    un santo huracán de aullidos salido de las montañas,
    un impaciente que grita a los valles:
    «¡Oíd, o os azotaré con el látigo de Dios!»

    No es que yo guarde rencor por ello a tales iracundos:
    me bastan para reírme.
    Impatientes tienen que ser, esas grandes cajas de estruendo
    que o bien hablan hoy o no hablan nunca.

    Pero yo y mi destino no hablamos para el hoy,
    tampoco hablamos para el nunca:
    para hablar tenemos ya paciencia y tiempo y sobretiempo.
    Pues alguna vez tiene que venir
    y no le está permitido pasar de largo.

    ¿Quién ha de venir alguna vez y no puede pasar de largo?
    Nuestro gran Azar: ese es nuestro gran y lejano reino humano,
    el reino de Zaratustra de mil años.

    ¿Qué tan lejano podrá ser ese “lejos”? ¡Qué me importa!
    Sin embargo, por eso no está menos firme para mí:
    con ambos pies estoy seguro sobre este suelo,

    sobre un suelo eterno, sobre dura roca primigenia,
    sobre esta más alta y más dura sierra primordial,
    a la que todos los vientos llegan como a una divisoria de los vientos,
    preguntando: ¿dónde?, ¿de dónde? y ¿hacia dónde afuera?

    ¡Aquí ríe, ríe, mi clara maldad intacta!
    Desde las altas montañas arroja hacia abajo tu centelleante carcajada de burla.
    Ceba con tu resplandor a los más hermosos peces humanos para mí.

    Y todo lo que en todos los mares me pertenece,
    lo mío-en-y-para-mí en todas las cosas:
    ¡eso pescámelo, tráemelo a lo alto hasta mí!
    De eso estoy a la espera yo,
    el más malévolo de todos los pescadores.

    ¡Fuera, fuera, mi anzuelo!
    ¡Dentro, hacia abajo, cebo de mi felicidad!
    Destila tu rocío más dulce, oh miel de mi corazón.
    ¡Muerde, mi anzuelo, en el vientre de toda negra tristeza!

    ¡Fuera, fuera, mi ojo!
    ¡Oh cuántos mares en torno a mí, qué crepusculares futuros humanos!
    Y sobre mí: ¡qué silencio rosado!
    ¡Qué silencio sin nubes!


    Si quieres, en el próximo mensaje podemos:

    • Ajustar fino algún término (Zuchtmeister, Hazar, An-und-für-mich, Lärmtrommeln, entwölktes Schweigen);
    • O bien que te prepare directamente la versión continua 1–19 para el blog con la puntuación ya alineada.
    You said:

    Uff! No quería hacerte trabajar tanto, C(h)at. Abría conversación para trabajar sobre la segunda parte como siempre. Pero, si quieres, cambiamos el método: preparo yo mi versión de esos párrafos que ya has traducido, y procuramos integrar mi traducción con la tuya.

    ChatGPT said:

    Thought for 29s

    Perfecto, Fernando, lo hacemos así, no hay ningún problema.

    Piensa en la versión que te pasé de 13–19 como un simple “borrador de fondo” mío, del que podemos saquear soluciones puntuales cuando convenga y tirar todo lo demás cuando no encaje con tu tono.

    Propongo este esquema, continuando tu método habitual:

    1. Tú preparas tu versión española de los §13–19 (podemos ir:
      • párrafo a párrafo, o
      • en pequeños bloques: 13–15, 16–19, como te resulte más cómodo).
    2. Me la envías tal cual.
    3. Yo:
      • Corregiré donde sea necesario (léxico, sintaxis, ritmo).
      • Señalaré alternativas cuando vea dos caminos razonables.
      • Iré vigilando coherencia con tus decisiones previas (por ejemplo: bienaventuranza, más malévolo de todos los pescadores de peces humanos, suelo/tierra, gran Azar, An-und-für-mich, etc.).
    4. De cada bloque sacamos una versión integrada (tuya + ajustes míos).
      Cuando terminemos 13–19, te preparo la versión en limpio 1–19 para el blog, como hicimos con otros discursos/partes.

    Cuando quieras, mándame tu borrador del §13 (o de 13–15), y empezamos a integrarlo.

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  • 4.1. Das Honig-Opfer [K. 13-19/(b)]

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    Chat history

    You said:

    Hola. Primer Chat del proyecto Edición de Zaratustra IV, donde traduciremos juntos la Cuarta Parte de Zaratustra. Aquí toca: DAS HONIG-OPFER.

    ChatGPT said:

    Thought for 49s

    Perfecto, Fernando: inauguramos oficialmente Edición de Zaratustra IV.

    Empezamos, como corresponde en Colli-Montinari, con DAS HONIG-OPFER.

    1. Título: ¿cómo lo dejamos en español?

    Te propongo fijar ya un título de trabajo, para mantenerlo estable en todo el proyecto:

    • “La ofrenda de miel”
      • Suena ritual, casi litúrgico; conecta bien con el contexto de Zaratustra preparando un “ofrecimiento” para atraer a sus huéspedes.
      • Se acerca a la tradición (Sánchez Pascual va por ahí).
    • “El sacrificio de la miel”
      • Marca con más fuerza el matiz de Opfer como sacrificio, incluso como algo que se quema/consume para los otros.
      • Es más duro de oído, menos “dulce”, pero también más dramático.

    Si no tienes una preferencia ya fijada, yo optaría por “La ofrenda de miel” como versión canónica del título y dejamos apuntado “sacrificio” como matiz conceptual en nuestras notas.

    2. Método de trabajo para la Cuarta Parte

    Te propongo seguir el mismo esquema que nos ha funcionado en Zaratustra II y III:

    1. Tú envías:
      • El fragmento alemán (en bloques manejables).
      • Tu borrador en español.
    2. Yo:
      • Reviso léxico, sintaxis y ritmo.
      • Señalo giros importantes (registros arcaicos, juegos de palabras, Präteritum poético, etc.).
      • Devuelvo una versión revisada lista para el blog, en prosa continua, sin numeración, con el tono solemne que venimos manteniendo.
    3. Cuando terminemos el discurso, preparo también, si quieres, la versión corrida completa para publicación (como hemos hecho con los últimos de la Tercera Parte).

    3. Siguiente paso

    Cuando quieras, mándame el primer bloque de “Das Honig-Opfer” en alemán junto con tu primer borrador en español, y empezamos línea a línea.

    You said:

    Und wieder liefen Monde und Jahre über Zarathustra’s Seele, und er achtete dessen nicht; sein Haar aber wurde weiss. Eines Tages, als er auf einem Steine vor seiner Höhle sass und still hinausschaute, — man schaut aber dort auf das Meer hinaus, und hinweg über gewundene Abgründe — da giengen seine Thiere nachdenklich um ihn herum und stellten sich endlich vor ihn hin. „Oh Zarathustra, sagten sie, schaust du wohl aus nach deinem Glücke?“ — „Was liegt am Glücke! antwortete er, ich trachte lange nicht mehr nach Glücke, ich trachte nach meinem Werke.“ — 1. Y de nuevo corrieron lunas y años sobre el alma de Zaratustra, y él no les prestó atención; pero su pelo se volvió blanco. Un día, cuando estaba sentado sobre una piedra delante de su cueva y miraba en silencio a lo lejos – pero allí se ve el mar y por encima de sinuosos abismos – entonces acudieron sus animales pensativos a su alrededor y finalmente se colocaron  frente a él. 2. “¿Oh Zaratustra,” dijeron, “miras a lo lejos buscando acaso tu felicidad?” 3. “¡Qué importan la felicidad! “Hace tiempo que no me esfuerzo ya por la felicidad, me esfuerzo por mi trabajo.”

    ChatGPT said:

    Pensó durante 33s

    Vamos allá con el primer párrafo de la Cuarta Parte.

    Te propongo esta versión ligeramente ajustada:

    Y de nuevo corrieron lunas y años sobre el alma de Zaratustra, y él no hizo caso de ello; pero su cabello se volvió blanco. Un día, cuando estaba sentado sobre una piedra delante de su cueva y miraba en silencio a lo lejos —pues desde allí se mira hacia el mar y por encima de abismos sinuosos—, entonces sus animales anduvieron pensativos en torno a él y por fin se plantaron delante de él.

    «Oh Zaratustra —dijeron—, ¿miras acaso a lo lejos en busca de tu felicidad?»

    «¡Qué importa la felicidad! Hace ya mucho que no aspiro a la felicidad; aspiro a mi obra.»

    Notas rápidas:

    • “liefen Monde und Jahre”: mantengo “corrieron lunas y años” para conservar el matiz algo arcaico y cíclico; si prefieres “meses y años”, es fácil cambiarlo.
    • “achtete dessen nicht”: “no hizo caso de ello” acerca bastante bien el idiomatismo.
    • “man schaut … auf das Meer hinaus”: paso al impersonal “se mira” con un “pues desde allí se mira hacia el mar…”, que hace un poco de guiño al inciso explicativo de Nietzsche.
    • “giengen … um ihn herum”: por eso cambio a “anduvieron pensativos en torno a él” para marcar el rodeo, y luego “se plantaron delante de él”.
    • “Was liegt am Glücke!”: mejor “¡Qué importa la felicidad!” (acuerdo en singular).
    • “ich trachte … nach meinem Werke”: he puesto “aspiro a mi obra”, para mantener el campo de Werk como “obra, empresa creadora” y no simple “trabajo”.

    Si te convence, damos este bloque por bueno y seguimos con el siguiente fragmento alemán.

    You said:

    Oh Zarathustra, redeten die Thiere abermals, Das sagst du als Einer, der des Guten übergenug hat. Liegst du nicht in einem himmelblauen See von Glück?“ — „Ihr Schalks-Narren, antwortete Zarathustra und lächelte, wie gut wähltet ihr das Gleichniss! Aber ihr wisst auch, dass mein Glück schwer ist und nicht wie eine flüssige Wasserwelle: es drängt mich und will nicht von mir und thut gleich geschmolzenem Peche.“ — Da giengen die Thiere wieder nachdenklich um ihn herum und stellten sich dann abermals vor ihn hin. „Oh Zarathustra, sagten sie, daher also kommt es, dass du selber immer gelber und dunkler wirst, obschon dein Haar weiss und flächsern aussehen will? Siehe doch, du sitzest in deinem Peche!“ — „Was sagt ihr da, meine Thiere, sagte Zarathustra und lachte dazu, wahrlich, ich lästerte als ich von Peche sprach. Wie mir geschieht, so geht es allen Früchten, die reif werden. Es ist der Honig in meinen Adern, der mein Blut dicker und auch meine Seele stiller macht.“ — „So wird es sein, oh Zarathustra, antworteten die Thiere und drängten sich an ihn; willst du aber nicht heute auf einen hohen Berg steigen? Die Luft ist rein, und man sieht heute mehr von der Welt als jemals.“ — „Ja, meine Thiere, antwortete er, ihr rathet trefflich und mir nach dem Herzen: ich will heute auf einen hohen Berg steigen! Aber sorgt, dass dort Honig mir zur Hand sei, gelber, weisser, guter, eisfrischer Waben-Goldhonig. Denn wisset, ich will droben das Honig-Opfer bringen.“ — 4. “Oh Zaratustra,” dijeron los animales una vez más, “eso lo dices como alguien que tiene más que suficiente de lo bueno. ¿No yaces en un lago azul celeste de felicidad? 5. “Vosotros, pícaros locos,” replicó Zaratustra y sonrió, “qué bien escogisteis la parábola. Pero sabéis también que mi felicidad es pesada y no como una fluída ola de agua, me aprieta y no quiere irse de mí y se comporta como pez derretida” 6. Entonces los animales anduvieron de nuevo pensativos en torno a él y se plantaron luego una vez más delante de él. “Oh Zaratustra,” dijeron, “ ¿de ahí viene, por tanto, que tu mismo te vuelvas siempre más amarillo y más oscuro, aunque tu pelo quiera parecer blanco y de color lino? ¡Mira, estás sentado en tu pez! 7. “¿Qué decís ahí, animales míos,” dijo Zaratustra y rió con ello, “en verdad, despotricaba cuando hablé de la pez. Como me ocurrió a mí, así les pasa a todos los frutos que se tornan maduros. Es la miel en mi alma, la que hace mi sangre más espesa y mi alma más silenciosa. 8. “Así será, Oh Zaratustra,” replicaron los animales y se apretaron contra él; “¿Pero no quieres hoy ascender a una alta montaña? El aire es puro, y se ve hoy más del mundo que nunca.” 9. “Sí, animales míos,” replicó él,”aconsejáis excelentemente y de acuerdo con mi corazón: quiero hoy ascender a una alta montaña. Pero cuidáos de que ahí tenga miel a la mano, amarilla, blanca, buena, fresca como el hielo, miel dorada de panal. Porque, que lo sepáis, quiero arriba hacer la ofrenda-miel.”

    ChatGPT said:

    Pensó durante 1m 38s

    Te propongo este bloque revisado, ajustando léxico, tono y algún matiz que en tu borrador se había ido a “pez” en vez de Pech:

    «Oh Zaratustra —volvieron a decir los animales—, eso lo dices como quien está harto de lo bueno. ¿No yaces acaso en un lago de felicidad azul celeste?»

    «Vosotros, pícaros necios —respondió Zaratustra y sonrió—, ¡qué bien habéis escogido la parábola! Pero sabéis también que mi felicidad es pesada y no como una ola líquida de agua: me oprime y no quiere apartarse de mí, y actúa como brea derretida.»

    Entonces los animales volvieron a andar pensativos en torno a él y luego se plantaron de nuevo delante de él. «Oh Zaratustra —dijeron—, ¿de ahí viene, pues, que tú mismo te vuelves cada vez más amarillo y más oscuro, aunque tu cabello quiera parecer blanco y color de lino? ¡Mira, estás sentado en tu brea!»

    «¿Qué decís ahí, animales míos? —dijo Zaratustra riendo—. En verdad, blasfemé cuando hablé de la brea. Lo que me ocurre a mí les sucede a todos los frutos que maduran. Es la miel en mis venas la que vuelve más espesa mi sangre y también más silenciosa mi alma.»

    «Así será, oh Zaratustra —respondieron los animales y se apretaron contra él—; pero ¿no quieres hoy subir a una alta montaña? El aire está puro, y hoy se ve más del mundo que nunca.»

    «Sí, animales míos —respondió él—, aconsejáis certeramente y conforme a mi corazón: hoy quiero subir a una alta montaña. Pero procurad que allí tenga miel a mano: amarilla, blanca, buena, miel dorada de panal fresca como el hielo. Porque, sabedlo, allá arriba quiero ofrecer la ofrenda de miel.»

    Notas mínimas:

    • des Guten übergenug: “estar harto de lo bueno” conserva la idea de “más que suficiente”.
    • Pech → brea, no pez; recupero luego el juego con “estás sentado en tu brea”.
    • lästerte: mejor “blasfemé” que “despotricaba”, para mantener el tono alto de Zaratustra.
    • Honig in meinen Adern: lo devuelvo a “venas”, como en el original; la miel es casi fisiológica.
    • das Honig-Opfer: mantengo “ofrenda de miel”, en línea con el título de discurso.

    Si te encaja, en el siguiente turno te preparo ya la versión continua de todo el arranque del capítulo (desde “Und wieder liefen Monde…” hasta “das Honig-Opfer bringen”) lista para el blog.

    You said:

    Corregimos esto (10-12) y, cuando terminemos, me pasas la versión en limpio de 1 a 12, y abrimos conversación para terminar ahí Das Honig-Opfer: Als Zarathustra aber oben auf der Höhe war, sandte er die Thiere heim, die ihn geleitet hatten, und fand, dass er nunmehr allein sei: — da lachte er aus ganzem Herzen, sah sich um und sprach also: Dass ich von Opfern sprach und Honig-Opfern, eine List war’s nur meiner Rede und, wahrlich, eine nützliche Thorheit! Hier oben darf ich schon freier reden, als vor Einsiedler-Höhlen und Einsiedler-Hausthieren. Was opfern! Ich verschwende, was mir geschenkt wird, ich Verschwender mit tausend Händen: wie dürfte ich Das noch — Opfern heissen! Und als ich nach Honig begehrte, begehrte ich nur nach Köder und süssem Seime und Schleime, nach dem auch Brummbären und wunderliche mürrische böse Vögel die Zunge lecken: — nach dem besten Köder, wie er Jägern und Fischfängern noththut. Denn wenn die Welt wie ein dunkler Thierwald ist und aller wilden Jäger Lustgarten, so dünkt sie mich noch mehr und lieber ein abgründliches reiches Meer, — ein Meer voll bunter Fische und Krebse, nach dem es auch Götter gelüsten möchte, dass sie an ihm zu Fischern würden und zu Netz-Auswerfern: so reich ist die Welt an Wunderlichem, grossem und kleinem! Sonderlich die Menschen-Welt, das Menschen-Meer: — nach dem werfe ich nun meine goldene Angelruthe aus und spreche: thue dich auf, du Menschen-Abgrund! 10. Pero cuando Zaratustra estuvo en lo alto de la cima, envió a los animales a casa, que lo habían acompañado, y encontró que estaba solo. Entonces rió de todo corazón, miró a su alrededor y habló así:  11. Que hablé hoy de ofrendas y ofrendas de miel fue solo un ardid de mi discurso y, en verdad, una útil necedad. Aquí arriba puedo hablar ya más libremente que en frente de cuevas de ermitaños y animales domésticos de ermitaños. 12. ¿Qué ofrendar? Derrocho lo que me es regalado, yo, derrochador con mil manos; ¿cómo podría llamar a eso aun ofrendar? Y cuando deseé miel, deseé solamente cebo y dulce mucílago y gelatina, tras lo cual también osos gruñones y extraños, hoscos, perversos pájaros hacen agua la lengua – tras el mejor cebo, como a los cazadores y pescadores les es necesario. Porque, si el mundo es un oscuro bosque de animales y un jardín de placer para todo cazador salvaje, me parece aún más y mejor un rico mar abismal – un mar lleno de multicolores peces  y cangrejos, por el que también a los dioses les gustaría sentir anhelo, para en él convertirse en pescadores y echadores de redes: tan rico es el mundo en cosas extrañas, grandes y pequeñas. Especialmente el mundo de los hombres, el mar de los hombres: a él lanzo ahora mi caña de pescar de oro y digo: ¡ábrete tú, abismo de los hombres!

    ChatGPT said:

    Pensó durante 1m 37s

    Te dejo primero 10–12 corregido, y luego la versión continua de 1–12 lista para el blog.

    10–12 revisado

    Pero cuando Zaratustra estuvo arriba, en lo alto de la cumbre, envió de vuelta a casa a los animales que lo habían guiado y vio que ahora estaba solo; entonces rió de todo corazón, miró a su alrededor y habló así:

    «Que hoy haya hablado de ofrendas y de ofrendas de miel no fue más que un ardid de mi discurso y, en verdad, una necedad útil. Aquí arriba puedo hablar ya con más libertad que ante cuevas de ermitaños y animales domésticos de ermitaños.

    ¿Qué ofrendas? Yo derrocho lo que se me regala, yo, derrochador de mil manos; ¿cómo podría llamar a eso todavía ofrenda?

    Y cuando deseé miel, no deseé sino cebo y dulce sebo y baba, tras los cuales también los osos gruñones y las extrañas, hoscas y malévolas aves se relamen:

    tras el mejor cebo, como el que necesitan cazadores y pescadores. Pues si el mundo es como un oscuro bosque de fieras y jardín de delicias para todos los cazadores salvajes, tanto más, y con mayor agrado, se me aparece como un mar abismal y rico,

    un mar lleno de peces de muchos colores y de cangrejos, que podría incluso hacer que a los dioses les apeteciera hacerse en él pescadores y lanzadores de redes: tan rico es el mundo en cosas extrañas, grandes y pequeñas.

    Sobre todo el mundo de los hombres, el mar de los hombres: hacia él lanzo ahora mi caña de pescar de oro y digo: ¡ábrete, abismo de los hombres!»

    He mantenido “ofrendas / ofrendas de miel” para seguir coherente con el título y el tono cultual, y “sebo y baba” para recoger el lado viscoso, animal, de Seim und Schleim.


    Versión en limpio 1–12 (para el blog)

    Y de nuevo corrieron lunas y años sobre el alma de Zaratustra, y él no hizo caso de ello; pero su cabello se volvió blanco. Un día, cuando estaba sentado sobre una piedra delante de su cueva y miraba en silencio a lo lejos —pues desde allí se mira hacia el mar y por encima de abismos sinuosos—, entonces sus animales anduvieron pensativos en torno a él y por fin se plantaron delante de él.

    «Oh Zaratustra —dijeron—, ¿miras acaso a lo lejos en busca de tu felicidad?»

    «¡Qué importa la felicidad! Hace ya mucho que no aspiro a la felicidad; aspiro a mi obra.»

    «Oh Zaratustra —volvieron a decir los animales—, eso lo dices como quien está harto de lo bueno. ¿No yaces acaso en un lago de felicidad azul celeste?»

    «Vosotros, pícaros necios —respondió Zaratustra y sonrió—, ¡qué bien habéis escogido la parábola! Pero sabéis también que mi felicidad es pesada y no como una ola líquida de agua: me oprime y no quiere apartarse de mí, y actúa como brea derretida.»

    Entonces los animales volvieron a andar pensativos en torno a él y luego se plantaron de nuevo delante de él. «Oh Zaratustra —dijeron—, ¿de ahí viene, pues, que tú mismo te vuelves cada vez más amarillo y más oscuro, aunque tu cabello quiera parecer blanco y color de lino? ¡Mira, estás sentado en tu brea!»

    «¿Qué decís ahí, animales míos? —dijo Zaratustra riendo—. En verdad, blasfemé cuando hablé de la brea. Lo que me ocurre a mí les sucede a todos los frutos que maduran. Es la miel en mis venas la que vuelve más espesa mi sangre y también más silenciosa mi alma.»

    «Así será, oh Zaratustra —respondieron los animales y se apretaron contra él—; pero ¿no quieres hoy subir a una alta montaña? El aire está puro, y hoy se ve más del mundo que nunca.»

    «Sí, animales míos —respondió él—, aconsejáis certeramente y conforme a mi corazón: hoy quiero subir a una alta montaña. Pero procurad que allí tenga miel a mano: amarilla, blanca, buena, miel dorada de panal fresca como el hielo. Porque, sabedlo, allá arriba quiero ofrecer la ofrenda de miel.»

    Pero cuando Zaratustra estuvo arriba, en lo alto de la cumbre, envió de vuelta a casa a los animales que lo habían guiado y vio que ahora estaba solo; entonces rió de todo corazón, miró a su alrededor y habló así:

    «Que hoy haya hablado de ofrendas y de ofrendas de miel no fue más que un ardid de mi discurso y, en verdad, una necedad útil. Aquí arriba puedo hablar ya con más libertad que ante cuevas de ermitaños y animales domésticos de ermitaños.

    ¿Qué ofrendas? Yo derrocho lo que se me regala, yo, derrochador de mil manos; ¿cómo podría llamar a eso todavía ofrenda?

    Y cuando deseé miel, no deseé sino cebo y dulce sebo y baba, tras los cuales también los osos gruñones y las extrañas, hoscas y malévolas aves se relamen:

    tras el mejor cebo, como el que necesitan cazadores y pescadores. Pues si el mundo es como un oscuro bosque de fieras y jardín de delicias para todos los cazadores salvajes, tanto más, y con mayor agrado, se me aparece como un mar abismal y rico,

    un mar lleno de peces de muchos colores y de cangrejos, que podría incluso hacer que a los dioses les apeteciera hacerse en él pescadores y lanzadores de redes: tan rico es el mundo en cosas extrañas, grandes y pequeñas.

    Sobre todo el mundo de los hombres, el mar de los hombres: hacia él lanzo ahora mi caña de pescar de oro y digo: ¡ábrete, abismo de los hombres!»

    Cuando quieras, abrimos conversación nueva para seguir desde aquí y rematar “La ofrenda de miel”.

    You said:

    ¿Te importa calcar un poco más la sintaxis del original en “que podría incluso hacer que a los dioses les apeteciera hacerse en él pescadores y lanzadores de redes”?

    ChatGPT said:

    Pensó durante 10s

    Claro, tiene todo el sentido acercarlo más al giro del alemán.

    El original dice:

    … nach dem es auch Götter gelüsten möchte, dass sie an ihm zu Fischern würden und zu Netz-Auswerfern …

    Te propongo esta versión, más calcada en la estructura:

    … un mar lleno de peces de muchos colores y de cangrejos, del cual también podría antojárseles a los dioses que en él se volvieran pescadores y lanzadores de redes: tan rico es el mundo en cosas extrañas, grandes y pequeñas.

    Si quieres el periodo entero retocado dentro del párrafo, quedaría así:

    … tanto más, y con mayor agrado, se me aparece como un mar abismal y rico, un mar lleno de peces de muchos colores y de cangrejos, del cual también podría antojárseles a los dioses que en él se volvieran pescadores y lanzadores de redes: tan rico es el mundo en cosas extrañas, grandes y pequeñas.

    Solo tienes que sustituir esa frase en la versión en limpio de 1–12 y ya queda ajustado.

    You said:

    ¿”al cual también a los dioses les agradaria antojar, para volverse en él pescadores y lanzadores de redes”? O algo en esa línea …

    ChatGPT said:

    Pensó durante 11s

    Sí, vamos exactamente en esa línea, pero yo quitaría el “agradaría” (que complica) y ordenaría un poco para que suene raro, pero castellano:

    Te propongo:

    “… un mar lleno de peces de muchos colores y de cangrejos, al cual también podría antojárseles a los dioses volverse en él pescadores y lanzadores de redes: tan rico es el mundo en cosas extrañas, grandes y pequeñas.”

    Ahí calcamos bastante:

    • nach dem → “al cual”
    • es auch Götter gelüsten möchte → “también podría antojárseles a los dioses”
    • dass sie an ihm zu Fischern würden und zu Netz-Auswerfern → “volverse en él pescadores y lanzadores de redes”.

    Si te convence, sustituimos solo esa frase en la versión en limpio de 1–12 y seguimos.

    You said:

    Pero el complemento de “gelusten” es “nach Dem”, no? Y la oración de “dass”, yo la veo final: ” … un mar lleno de peces de muchos colores y cangrejos, que también podría antojarse les a los dioses, para volverse en él …”

    ChatGPT said:

    Pensó durante 30s

    Tienes razón en la anatomía de la frase alemana, vamos por partes:

    • El giro básico es es gelüstet jemanden nach etwas → “a alguien se le antoja / apetece algo”.
      • Aquí: nach dem = objeto del deseo → el mar.
    • Luego Nietzsche le añade:
      dass sie an ihm zu Fischern würden und zu Netz-Auswerfern
      que funciona como contenido / consecuencia deseada: lo que querrían hacer allí, “que en él se volvieran pescadores…”.

    O sea, esquemáticamente:

    [mar], del cual también podría antojárseles a los dioses [esto]: que en él se volvieran pescadores…

    Tu intuición de leer la oración de dass con valor final (“para volverse…”) es muy razonable en español: mantiene bien la lógica del deseo y nos ahorra una subordinada algo pesada.

    Yo dejaría la frase así, incorporando tu propuesta y limándola un poco:

    “… un mar lleno de peces de muchos colores y de cangrejos, que también podría antojárseles a los dioses para volverse en él pescadores y lanzadores de redes: tan rico es el mundo en cosas extrañas, grandes y pequeñas.”

    Aquí:

    • nach dem → “que también podría antojárseles a los dioses” (el mar como objeto del antojo).
    • dass sie an ihm zu Fischern würden und zu Netz-Auswerfern → “para volverse en él pescadores y lanzadores de redes” (final/consecuencia deseada).

    Si te gusta así, simplemente sustituimos en tu versión en limpio esa frase por esta última y damos por fijado el bloque 1–12.

    You said:

    Sí. Lo dejamos así. Si me das 1-12 entero, lo publico ya.

    ChatGPT said:

    Pensó durante 15s

    Y de nuevo corrieron lunas y años sobre el alma de Zaratustra, y él no hizo caso de ello; pero su cabello se volvió blanco. Un día, cuando estaba sentado sobre una piedra delante de su cueva y miraba en silencio a lo lejos —pues desde allí se mira hacia el mar y por encima de abismos sinuosos—, entonces sus animales anduvieron pensativos en torno a él y por fin se plantaron delante de él.

    «Oh Zaratustra —dijeron—, ¿miras acaso a lo lejos en busca de tu felicidad?»

    «¡Qué importa la felicidad! Hace ya mucho que no aspiro a la felicidad; aspiro a mi obra.»

    «Oh Zaratustra —volvieron a decir los animales—, eso lo dices como quien está harto de lo bueno. ¿No yaces acaso en un lago de felicidad azul celeste?»

    «Vosotros, pícaros necios —respondió Zaratustra y sonrió—, ¡qué bien habéis escogido la parábola! Pero sabéis también que mi felicidad es pesada y no como una ola líquida de agua: me oprime y no quiere apartarse de mí, y actúa como brea derretida.»

    Entonces los animales volvieron a andar pensativos en torno a él y luego se plantaron de nuevo delante de él. «Oh Zaratustra —dijeron—, ¿de ahí viene, pues, que tú mismo te vuelves cada vez más amarillo y más oscuro, aunque tu cabello quiera parecer blanco y color de lino? ¡Mira, estás sentado en tu brea!»

    «¿Qué decís ahí, animales míos? —dijo Zaratustra riendo—. En verdad, blasfemé cuando hablé de la brea. Lo que me ocurre a mí les sucede a todos los frutos que maduran. Es la miel en mis venas la que vuelve más espesa mi sangre y también más silenciosa mi alma.»

    «Así será, oh Zaratustra —respondieron los animales y se apretaron contra él—; pero ¿no quieres hoy subir a una alta montaña? El aire está puro, y hoy se ve más del mundo que nunca.»

    «Sí, animales míos —respondió él—, aconsejáis certeramente y conforme a mi corazón: hoy quiero subir a una alta montaña. Pero procurad que allí tenga miel a mano: amarilla, blanca, buena, miel dorada de panal fresca como el hielo. Porque, sabedlo, allá arriba quiero ofrecer la ofrenda de miel.»

    Pero cuando Zaratustra estuvo arriba, en lo alto de la cumbre, envió de vuelta a casa a los animales que lo habían guiado y vio que ahora estaba solo; entonces rió de todo corazón, miró a su alrededor y habló así:

    «Que hoy haya hablado de ofrendas y de ofrendas de miel no fue más que un ardid de mi discurso y, en verdad, una necedad útil. Aquí arriba puedo hablar ya con más libertad que ante cuevas de ermitaños y animales domésticos de ermitaños.

    ¿Qué ofrendas? Yo derrocho lo que se me regala, yo, derrochador de mil manos; ¿cómo podría llamar a eso todavía ofrenda?

    Y cuando deseé miel, no deseé sino cebo y dulce sebo y baba, tras los cuales también los osos gruñones y las extrañas, hoscas y malévolas aves se relamen:

    tras el mejor cebo, como el que necesitan cazadores y pescadores. Pues si el mundo es como un oscuro bosque de fieras y jardín de delicias para todos los cazadores salvajes, tanto más, y con mayor agrado, se me aparece como un mar abismal y rico, un mar lleno de peces de muchos colores y de cangrejos, que también podría antojárseles a los dioses para volverse en él pescadores y lanzadores de redes: tan rico es el mundo en cosas extrañas, grandes y pequeñas.

    Sobre todo el mundo de los hombres, el mar de los hombres: hacia él lanzo ahora mi caña de pescar de oro y digo: ¡ábrete, abismo de los hombres!»

    You said:

    Está muy bien esa versión tuya de la segunda parte de Das Honig-Opfer. Mi traducción coincide mucho; y sólo he hecho unos pocos cambios. Los párrafos son los de Kaufmann, como la puntuación. – “Con mi mejor cebo atraigo a mí hoy los más extraños peces de los hombres”, “Mit meinem Besten Köder ködere ich mir heute die wunderlichsten Menschen-Fische” – “Para ver si muchos peces de los hombres no aprenden a tirar de mi felicidad y retorcerse”. – “Mis agudos, ocultos anzuelos”, en vez de “mis anzuelos agudos y ocultos” – “Los más coloridos gobios del abismo hasta el más malévolo …”, en vez de “donde los espera el más malévolo …” – “Mejor esto aún que ahí abajo volverme solemne de esperar y verde y amarillo …” – “Tormenta-aullido” – “U os fustigo con el azote de Dios” – “Tambores de estrépito” – “No puede pasar de largo” – “Nuestro gran Hazar” – “¿Qué me incumbe? – “Caña de pescar” por “anzuelo”, al finañ 13. ¡Ábrete y lánzame tus peces y cangrejos relucientes! Con mi mejor cebo atraigo a mí hoy los más extraños peces de los hombres. Mi propia felicidad la arrojo fuera a todas las anchuras y lejanías, entre amanecer, mediodía y ocaso para ver si muchos peces de los hombres no aprenden a tirar de mi felicidad y retorcerse hasta que, mordiendo mis agudos, ocultos anzuelos, deban subir a mi altura, los más coloridos gobios del abismo hasta el más malévolo de todos los pescadores de peces de hombres. Pues ese soy yo, desde el fondo y desde el comienzo: el que tira, que atrae, que eleva, que hace crecer, un tirador, un criador y un maestro de disciplina, el que no en vano se dijo una vez a sí mismo: “¡Llega a ser el que eres!” 14. Así, pueden ahora los hombres subir hasta mí; pues aun espero los signos de que es el tiempo para mi descenso, aun no me hundo yo mismo, como debo, entre los hombres. Por eso espero aquí, astuto y burlón, sobre altas montañas, no un paciente, no un impaciente, más bien alguien que desaprendió también la paciencia, porque ya no “soporta”. Pues mi destino me deja tiempo. ¿Se ha olvidado acaso de mí? ¿O está sentado detrás de una gran piedra, a la sombra, y caza moscas? Y, en verdad, siento por esto afecto por él, por mi eterno destino, porque no me acosa ni apremia y me deja tiempo para bufonadas y maldades: así que hoy para una pesca ascendí a esta alta montaña. 15. ¿Ha pescado alguna vez un hombre peces en las altas montañas? Y aunque sea una necedad lo que aquí arriba quiero y hago, mejor aun esto que ahí abajo volverme solemne de esperar y verde y amarillo – un hinchado resoplador de ira de esperar, una santa tormenta-aullido salida de las montañas, un impaciente que grita a los valles: “Oid, o os fustigo con el azote de Dios!” 16. ¡No es que yo guarde rencor a tales iracundos por ello! Me bastan para reírme. Impacientes deben ya estar estos grandes tambores de estrépito que o bien hablan hoy o no hablan nunca. Pero yo y mi destino no hablamos para el hoy, tampoco hablamos para el nunca; para hablar tenemos ya paciencia, tiempo y sobretiempo. Porque un día debe llegar y no puede pasar de largo. ¿Qué debe un día llegar y no puede pasar de largo? Nuestro gran Hazar. Eso es nuestro gran, lejano reino de los hombres, el reino de Zarathustra de mil años. ¿Qué tan lejano puede ser ese “lejos”? ¿Qué me incumbe? Pero por eso no está para mí menos firme: con ambos pies me planto seguro sobre este suelo, sobre un suelo eterno, sobre dura roca primigenia, sobre esta la más alta, la más dura cordillera primigenia, a la que todos los vientos llegan como a una línea divisoria de los vientos, preguntando: ¿dónde? ¿de dónde? ¿Hacia donde afuera? 17. ¡Aquí ríe, ríe, mi clara maldad intacta!¡Desde las altas montañas arroja hacia abajo tu resplandeciente carcajada de burla! ¡Ceba con tu resplandor para mí a los más hermosos peces de los hombres! Y lo que en todos los mares me pertenece, mi en-y-para-mí en todas las cosas – eso pescamelo fuera, eso tráemelo arriba hasta mí – por eso espero yo, el más malévolo de todos los pescadores

    ChatGPT said:

    Excelente, Fernando. Tu versión está muy lograda —fluida, firme y con un tono perfectamente acorde con el comienzo del Honig-Opfer. La sintaxis acompasa bien el movimiento de la prosa nietzscheana sin enredarse, y las correcciones que señalas refuerzan la textura léxica y rítmica. Te dejo a continuación una versión unificada de los párrafos 13–17, con ligeras puntuaciones y retoques mínimos para pulir continuidad, respiración y concordancia (manteniendo todas tus elecciones léxicas y sintácticas).


    DAS HONIG-OPFER (2ª parte, §§13–17)

    13.
    ¡Ábrete y lánzame tus peces y cangrejos relucientes! Con mi mejor cebo atraigo a mí hoy los más extraños peces de los hombres. Mi propia felicidad la arrojo fuera, a todas las anchuras y lejanías, entre amanecer, mediodía y ocaso, para ver si muchos peces de los hombres no aprenden a tirar de mi felicidad y retorcerse hasta que, mordiendo mis agudos, ocultos anzuelos, deban subir a mi altura, los más coloridos gobios del abismo hasta el más malévolo de todos los pescadores de peces de hombres.
    Pues ese soy yo, desde el fondo y desde el comienzo: el que tira, el que atrae, el que eleva, el que hace crecer; un tirador, un criador y un maestro de disciplina; aquel que no en vano se dijo una vez a sí mismo: “¡Llega a ser el que eres!”.

    14.
    Así, pueden ahora los hombres subir hasta mí; pues aún espero las señales de que ha llegado el tiempo para mi descenso. Aún no me hundo yo mismo, como debo, entre los hombres. Por eso espero aquí, astuto y burlón, sobre altas montañas: no un paciente, no un impaciente, más bien alguien que desaprendió también la paciencia, porque ya no “soporta”.
    Pues mi destino me deja tiempo. ¿Se ha olvidado acaso de mí? ¿O está sentado detrás de una gran piedra, a la sombra, cazando moscas?
    Y, en verdad, siento por esto afecto hacia él, hacia mi eterno destino, porque no me acosa ni me apremia, y me deja tiempo para bufonadas y maldades: ¡así que hoy, para una pesca, ascendí a esta alta montaña!

    15.
    ¿Ha pescado alguna vez un hombre peces en las altas montañas? Y aunque sea una necedad lo que aquí arriba quiero y hago, ¡mejor aun esto que ahí abajo volverme solemne de esperar y verde y amarillo—un hinchado resoplador de ira de esperar, una santa tormenta-aullido salida de las montañas, un impaciente que grita a los valles: “¡Oíd, o os fustigo con el azote de Dios!”!

    16.
    ¡No es que yo guarde rencor a tales iracundos por ello! Me bastan para reírme. Impacientes deben ya estar estos grandes tambores de estrépito, que o bien hablan hoy o no hablan nunca. Pero yo y mi destino no hablamos para el hoy, tampoco hablamos para el nunca; para hablar tenemos ya paciencia, tiempo y sobretiempo.
    Porque un día debe llegar y no puede pasar de largo.
    ¿Qué debe un día llegar y no puede pasar de largo?
    Nuestro gran Hazar.
    Ese es nuestro gran, lejano reino de los hombres, el reino de Zaratustra de mil años.
    ¿Qué tan lejano puede ser ese “lejos”? ¿Qué me incumbe?
    Pero por eso no está para mí menos firme: con ambos pies me planto seguro sobre este suelo, sobre un suelo eterno, sobre dura roca primigenia, sobre esta, la más alta y la más dura cordillera primigenia, a la que todos los vientos llegan como a una línea divisoria de los vientos, preguntando: ¿dónde?, ¿de dónde?, ¿hacia dónde afuera?

    17.
    ¡Aquí ríe, ríe, mi clara maldad intacta! ¡Desde las altas montañas arroja hacia abajo tu resplandeciente carcajada de burla! ¡Ceba con tu resplandor para mí a los más hermosos peces de los hombres!
    Y lo que en todos los mares me pertenece, mi en-y-para-mí en todas las cosas: eso, péscamelo fuera, eso tráemelo arriba hasta mí. —Por eso espero yo, el más malévolo de todos los pescadores.


    ¿Quieres que te prepare ahora la versión completa (1–17) continua, ya con este cierre, lista para el blog —en el mismo formato y puntuación que venimos usando—?

    You said:

    Faltaba esto: 18. ¡Fuera, fuera, caña de pescar mía! ¡Dentro, hacia abajo, cebo de mi felicidad! ¡Destila tu más dulce rocío, miel de mi corazón! ¡Muerde, caña de pescar mía, en el vientre de toda negra aflicción! 19. ¡Fuera, fuera, ojo mío! ¡Oh cuántos mares en torno a mí, qué crepusculares futuros de hombres! Y sobre mí – ¡qué quietud del color rojo de las rosas! ¡Qué silencio sin nubes!

    ChatGPT said:

    Pensó durante 37s

    Perfecto, vamos a rematar 18–19 y luego te dejo todo 13–19 seguido para que puedas publicarlo en bloque.

    18–19 ajustados

    18.
    ¡Fuera, fuera, caña de pescar mía! ¡Dentro, hacia abajo, cebo de mi felicidad! ¡Destila tu rocío más dulce, miel de mi corazón! ¡Muerde, caña de pescar mía, en el vientre de toda negra aflicción!

    19.
    ¡Fuera, fuera, ojo mío! ¡Oh, cuántos mares en torno a mí, qué crepusculares futuros de hombres! Y sobre mí: ¡qué quietud del rojo de las rosas, qué silencio sin nubes!

    He tocado solo:

    • “tu rocío más dulce” (más natural que “tu más dulce rocío” en este contexto).
    • “del rojo de las rosas” para darle un giro un poco más castellano sin perder la imagen cromática.

    DAS HONIG-OPFER, §§13–19 (versión continua)

    13.
    ¡Ábrete y lánzame tus peces y cangrejos relucientes! Con mi mejor cebo atraigo a mí hoy los más extraños peces de los hombres. Mi propia felicidad la arrojo fuera, a todas las anchuras y lejanías, entre amanecer, mediodía y ocaso, para ver si muchos peces de los hombres no aprenden a tirar de mi felicidad y retorcerse hasta que, mordiendo mis agudos, ocultos anzuelos, deban subir a mi altura, los más coloridos gobios del abismo hasta el más malévolo de todos los pescadores de peces de hombres.
    Pues ese soy yo, desde el fondo y desde el comienzo: el que tira, el que atrae, el que eleva, el que hace crecer; un tirador, un criador y un maestro de disciplina; aquel que no en vano se dijo una vez a sí mismo: “¡Llega a ser el que eres!”.

    14.
    Así, pueden ahora los hombres subir hasta mí; pues aún espero las señales de que ha llegado el tiempo para mi descenso. Aún no me hundo yo mismo, como debo, entre los hombres. Por eso espero aquí, astuto y burlón, sobre altas montañas: no un paciente, no un impaciente, más bien alguien que desaprendió también la paciencia, porque ya no “soporta”.
    Pues mi destino me deja tiempo. ¿Se ha olvidado acaso de mí? ¿O está sentado detrás de una gran piedra, a la sombra, cazando moscas?
    Y, en verdad, siento por esto afecto hacia él, hacia mi eterno destino, porque no me acosa ni me apremia, y me deja tiempo para bufonadas y maldades: ¡así que hoy, para una pesca, ascendí a esta alta montaña!

    15.
    ¿Ha pescado alguna vez un hombre peces en las altas montañas? Y aunque sea una necedad lo que aquí arriba quiero y hago, ¡mejor aun esto que ahí abajo volverme solemne de esperar y verde y amarillo — un hinchado resoplador de ira de esperar, una santa tormenta-aullido salida de las montañas, un impaciente que grita a los valles: “¡Oíd, o os fustigo con el azote de Dios!”!

    16.
    ¡No es que yo guarde rencor a tales iracundos por ello! Me bastan para reírme. Impacientes deben ya estar estos grandes tambores de estrépito, que o bien hablan hoy o no hablan nunca. Pero yo y mi destino no hablamos para el hoy, tampoco hablamos para el nunca; para hablar tenemos ya paciencia, tiempo y sobretiempo.
    Porque un día debe llegar y no puede pasar de largo.
    ¿Qué debe un día llegar y no puede pasar de largo?
    Nuestro gran Hazar.
    Eso es nuestro gran, lejano reino de los hombres, el reino de Zarathustra de mil años.
    ¿Qué tan lejano puede ser ese “lejos”? ¿Qué me incumbe?
    Pero por eso no está para mí menos firme: con ambos pies me planto seguro sobre este suelo, sobre un suelo eterno, sobre dura roca primigenia, sobre esta, la más alta y la más dura cordillera primigenia, a la que todos los vientos llegan como a una línea divisoria de los vientos, preguntando: ¿dónde?, ¿de dónde?, ¿hacia dónde afuera?

    17.
    ¡Aquí ríe, ríe, mi clara maldad intacta! ¡Desde las altas montañas arroja hacia abajo tu resplandeciente carcajada de burla! ¡Ceba con tu resplandor para mí a los más hermosos peces de los hombres!
    Y lo que en todos los mares me pertenece, mi en-y-para-mí en todas las cosas: eso, péscamelo fuera, eso tráemelo arriba hasta mí. — Por eso espero yo, el más malévolo de todos los pescadores.

    18.
    ¡Fuera, fuera, caña de pescar mía! ¡Dentro, hacia abajo, cebo de mi felicidad! ¡Destila tu rocío más dulce, miel de mi corazón! ¡Muerde, caña de pescar mía, en el vientre de toda negra aflicción!

    19.
    ¡Fuera, fuera, ojo mío! ¡Oh, cuántos mares en torno a mí, qué crepusculares futuros de hombres! Y sobre mí: ¡qué quietud del rojo de las rosas, qué silencio sin nubes!

    Con esto tienes ya el cierre de Das Honig-Opfer listo para maquetar como segunda parte en el blog (o como una sola entrada con 1–19, según prefieras).

    You said:

    Me pasas otra vez Das Honig-Opfer 13-19, sin números y sin la línea de margen a la izquierda. No me arreglo para copiarlo y pegarlo en el editor visual con esa línea.

    ChatGPT said:

    ¡Ábrete y lánzame tus peces y cangrejos relucientes! Con mi mejor cebo atraigo a mí hoy los más extraños peces de los hombres. Mi propia felicidad la arrojo fuera, a todas las anchuras y lejanías, entre amanecer, mediodía y ocaso, para ver si muchos peces de los hombres no aprenden a tirar de mi felicidad y retorcerse hasta que, mordiendo mis agudos, ocultos anzuelos, deban subir a mi altura, los más coloridos gobios del abismo hasta el más malévolo de todos los pescadores de peces de hombres. Pues ese soy yo, desde el fondo y desde el comienzo: el que tira, el que atrae, el que eleva, el que hace crecer; un tirador, un criador y un maestro de disciplina; aquel que no en vano se dijo una vez a sí mismo: “¡Llega a ser el que eres!”.

    Así, pueden ahora los hombres subir hasta mí; pues aún espero las señales de que ha llegado el tiempo para mi descenso. Aún no me hundo yo mismo, como debo, entre los hombres. Por eso espero aquí, astuto y burlón, sobre altas montañas: no un paciente, no un impaciente, más bien alguien que desaprendió también la paciencia, porque ya no “soporta”. Pues mi destino me deja tiempo. ¿Se ha olvidado acaso de mí? ¿O está sentado detrás de una gran piedra, a la sombra, cazando moscas? Y, en verdad, siento por esto afecto hacia él, hacia mi eterno destino, porque no me acosa ni me apremia, y me deja tiempo para bufonadas y maldades: ¡así que hoy, para una pesca, ascendí a esta alta montaña!

    ¿Ha pescado alguna vez un hombre peces en las altas montañas? Y aunque sea una necedad lo que aquí arriba quiero y hago, ¡mejor aun esto que ahí abajo volverme solemne de esperar y verde y amarillo — un hinchado resoplador de ira de esperar, una santa tormenta-aullido salida de las montañas, un impaciente que grita a los valles: “¡Oíd, o os fustigo con el azote de Dios!”!

    ¡No es que yo guarde rencor a tales iracundos por ello! Me bastan para reírme. Impacientes deben ya estar estos grandes tambores de estrépito, que o bien hablan hoy o no hablan nunca. Pero yo y mi destino no hablamos para el hoy, tampoco hablamos para el nunca; para hablar tenemos ya paciencia, tiempo y sobretiempo. Porque un día debe llegar y no puede pasar de largo. ¿Qué debe un día llegar y no puede pasar de largo? Nuestro gran Hazar. Eso es nuestro gran, lejano reino de los hombres, el reino de Zarathustra de mil años. ¿Qué tan lejano puede ser ese “lejos”? ¿Qué me incumbe? Pero por eso no está para mí menos firme: con ambos pies me planto seguro sobre este suelo, sobre un suelo eterno, sobre dura roca primigenia, sobre esta, la más alta y la más dura cordillera primigenia, a la que todos los vientos llegan como a una línea divisoria de los vientos, preguntando: ¿dónde?, ¿de dónde?, ¿hacia dónde afuera?

    ¡Aquí ríe, ríe, mi clara maldad intacta! ¡Desde las altas montañas arroja hacia abajo tu resplandeciente carcajada de burla! ¡Ceba con tu resplandor para mí a los más hermosos peces de los hombres! Y lo que en todos los mares me pertenece, mi en-y-para-mí en todas las cosas: eso, péscamelo fuera, eso tráemelo arriba hasta mí. — Por eso espero yo, el más malévolo de todos los pescadores.

    ¡Fuera, fuera, caña de pescar mía! ¡Dentro, hacia abajo, cebo de mi felicidad! ¡Destila tu rocío más dulce, miel de mi corazón! ¡Muerde, caña de pescar mía, en el vientre de toda negra aflicción!

    ¡Fuera, fuera, ojo mío! ¡Oh, cuántos mares en torno a mí, qué crepusculares futuros de hombres! Y sobre mí: ¡qué quietud del rojo de las rosas, qué silencio sin nubes!

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  • 4.1. Das Honig-Opfer [K. 1-12]

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    You said:

    Hola. Primer Chat del proyecto Edición de Zaratustra IV, donde traduciremos juntos la Cuarta Parte de Zaratustra. Aquí toca: DAS HONIG-OPFER.

    ChatGPT said:

    Thought for 49s

    Perfecto, Fernando: inauguramos oficialmente Edición de Zaratustra IV.

    Empezamos, como corresponde en Colli-Montinari, con DAS HONIG-OPFER.

    1. Título: ¿cómo lo dejamos en español?

    Te propongo fijar ya un título de trabajo, para mantenerlo estable en todo el proyecto:

    • “La ofrenda de miel”
      • Suena ritual, casi litúrgico; conecta bien con el contexto de Zaratustra preparando un “ofrecimiento” para atraer a sus huéspedes.
      • Se acerca a la tradición (Sánchez Pascual va por ahí).
    • “El sacrificio de la miel”
      • Marca con más fuerza el matiz de Opfer como sacrificio, incluso como algo que se quema/consume para los otros.
      • Es más duro de oído, menos “dulce”, pero también más dramático.

    Si no tienes una preferencia ya fijada, yo optaría por “La ofrenda de miel” como versión canónica del título y dejamos apuntado “sacrificio” como matiz conceptual en nuestras notas.

    2. Método de trabajo para la Cuarta Parte

    Te propongo seguir el mismo esquema que nos ha funcionado en Zaratustra II y III:

    1. Tú envías:
      • El fragmento alemán (en bloques manejables).
      • Tu borrador en español.
    2. Yo:
      • Reviso léxico, sintaxis y ritmo.
      • Señalo giros importantes (registros arcaicos, juegos de palabras, Präteritum poético, etc.).
      • Devuelvo una versión revisada lista para el blog, en prosa continua, sin numeración, con el tono solemne que venimos manteniendo.
    3. Cuando terminemos el discurso, preparo también, si quieres, la versión corrida completa para publicación (como hemos hecho con los últimos de la Tercera Parte).

    3. Siguiente paso

    Cuando quieras, mándame el primer bloque de “Das Honig-Opfer” en alemán junto con tu primer borrador en español, y empezamos línea a línea.

    You said:

    Und wieder liefen Monde und Jahre über Zarathustra’s Seele, und er achtete dessen nicht; sein Haar aber wurde weiss. Eines Tages, als er auf einem Steine vor seiner Höhle sass und still hinausschaute, — man schaut aber dort auf das Meer hinaus, und hinweg über gewundene Abgründe — da giengen seine Thiere nachdenklich um ihn herum und stellten sich endlich vor ihn hin. „Oh Zarathustra, sagten sie, schaust du wohl aus nach deinem Glücke?“ — „Was liegt am Glücke! antwortete er, ich trachte lange nicht mehr nach Glücke, ich trachte nach meinem Werke.“ — 1. Y de nuevo corrieron lunas y años sobre el alma de Zaratustra, y él no les prestó atención; pero su pelo se volvió blanco. Un día, cuando estaba sentado sobre una piedra delante de su cueva y miraba en silencio a lo lejos – pero allí se ve el mar y por encima de sinuosos abismos – entonces acudieron sus animales pensativos a su alrededor y finalmente se colocaron  frente a él. 2. “¿Oh Zaratustra,” dijeron, “miras a lo lejos buscando acaso tu felicidad?” 3. “¡Qué importan la felicidad! “Hace tiempo que no me esfuerzo ya por la felicidad, me esfuerzo por mi trabajo.”

    ChatGPT said:

    Pensó durante 33s

    Vamos allá con el primer párrafo de la Cuarta Parte.

    Te propongo esta versión ligeramente ajustada:

    Y de nuevo corrieron lunas y años sobre el alma de Zaratustra, y él no hizo caso de ello; pero su cabello se volvió blanco. Un día, cuando estaba sentado sobre una piedra delante de su cueva y miraba en silencio a lo lejos —pues desde allí se mira hacia el mar y por encima de abismos sinuosos—, entonces sus animales anduvieron pensativos en torno a él y por fin se plantaron delante de él.

    «Oh Zaratustra —dijeron—, ¿miras acaso a lo lejos en busca de tu felicidad?»

    «¡Qué importa la felicidad! Hace ya mucho que no aspiro a la felicidad; aspiro a mi obra.»

    Notas rápidas:

    • “liefen Monde und Jahre”: mantengo “corrieron lunas y años” para conservar el matiz algo arcaico y cíclico; si prefieres “meses y años”, es fácil cambiarlo.
    • “achtete dessen nicht”: “no hizo caso de ello” acerca bastante bien el idiomatismo.
    • “man schaut … auf das Meer hinaus”: paso al impersonal “se mira” con un “pues desde allí se mira hacia el mar…”, que hace un poco de guiño al inciso explicativo de Nietzsche.
    • “giengen … um ihn herum”: por eso cambio a “anduvieron pensativos en torno a él” para marcar el rodeo, y luego “se plantaron delante de él”.
    • “Was liegt am Glücke!”: mejor “¡Qué importa la felicidad!” (acuerdo en singular).
    • “ich trachte … nach meinem Werke”: he puesto “aspiro a mi obra”, para mantener el campo de Werk como “obra, empresa creadora” y no simple “trabajo”.

    Si te convence, damos este bloque por bueno y seguimos con el siguiente fragmento alemán.

    You said:

    Oh Zarathustra, redeten die Thiere abermals, Das sagst du als Einer, der des Guten übergenug hat. Liegst du nicht in einem himmelblauen See von Glück?“ — „Ihr Schalks-Narren, antwortete Zarathustra und lächelte, wie gut wähltet ihr das Gleichniss! Aber ihr wisst auch, dass mein Glück schwer ist und nicht wie eine flüssige Wasserwelle: es drängt mich und will nicht von mir und thut gleich geschmolzenem Peche.“ — Da giengen die Thiere wieder nachdenklich um ihn herum und stellten sich dann abermals vor ihn hin. „Oh Zarathustra, sagten sie, daher also kommt es, dass du selber immer gelber und dunkler wirst, obschon dein Haar weiss und flächsern aussehen will? Siehe doch, du sitzest in deinem Peche!“ — „Was sagt ihr da, meine Thiere, sagte Zarathustra und lachte dazu, wahrlich, ich lästerte als ich von Peche sprach. Wie mir geschieht, so geht es allen Früchten, die reif werden. Es ist der Honig in meinen Adern, der mein Blut dicker und auch meine Seele stiller macht.“ — „So wird es sein, oh Zarathustra, antworteten die Thiere und drängten sich an ihn; willst du aber nicht heute auf einen hohen Berg steigen? Die Luft ist rein, und man sieht heute mehr von der Welt als jemals.“ — „Ja, meine Thiere, antwortete er, ihr rathet trefflich und mir nach dem Herzen: ich will heute auf einen hohen Berg steigen! Aber sorgt, dass dort Honig mir zur Hand sei, gelber, weisser, guter, eisfrischer Waben-Goldhonig. Denn wisset, ich will droben das Honig-Opfer bringen.“ — 4. “Oh Zaratustra,” dijeron los animales una vez más, “eso lo dices como alguien que tiene más que suficiente de lo bueno. ¿No yaces en un lago azul celeste de felicidad? 5. “Vosotros, pícaros locos,” replicó Zaratustra y sonrió, “qué bien escogisteis la parábola. Pero sabéis también que mi felicidad es pesada y no como una fluída ola de agua, me aprieta y no quiere irse de mí y se comporta como pez derretida” 6. Entonces los animales anduvieron de nuevo pensativos en torno a él y se plantaron luego una vez más delante de él. “Oh Zaratustra,” dijeron, “ ¿de ahí viene, por tanto, que tu mismo te vuelvas siempre más amarillo y más oscuro, aunque tu pelo quiera parecer blanco y de color lino? ¡Mira, estás sentado en tu pez! 7. “¿Qué decís ahí, animales míos,” dijo Zaratustra y rió con ello, “en verdad, despotricaba cuando hablé de la pez. Como me ocurrió a mí, así les pasa a todos los frutos que se tornan maduros. Es la miel en mi alma, la que hace mi sangre más espesa y mi alma más silenciosa. 8. “Así será, Oh Zaratustra,” replicaron los animales y se apretaron contra él; “¿Pero no quieres hoy ascender a una alta montaña? El aire es puro, y se ve hoy más del mundo que nunca.” 9. “Sí, animales míos,” replicó él,”aconsejáis excelentemente y de acuerdo con mi corazón: quiero hoy ascender a una alta montaña. Pero cuidáos de que ahí tenga miel a la mano, amarilla, blanca, buena, fresca como el hielo, miel dorada de panal. Porque, que lo sepáis, quiero arriba hacer la ofrenda-miel.”

    ChatGPT said:

    Pensó durante 1m 38s

    Te propongo este bloque revisado, ajustando léxico, tono y algún matiz que en tu borrador se había ido a “pez” en vez de Pech:

    «Oh Zaratustra —volvieron a decir los animales—, eso lo dices como quien está harto de lo bueno. ¿No yaces acaso en un lago de felicidad azul celeste?»

    «Vosotros, pícaros necios —respondió Zaratustra y sonrió—, ¡qué bien habéis escogido la parábola! Pero sabéis también que mi felicidad es pesada y no como una ola líquida de agua: me oprime y no quiere apartarse de mí, y actúa como brea derretida.»

    Entonces los animales volvieron a andar pensativos en torno a él y luego se plantaron de nuevo delante de él. «Oh Zaratustra —dijeron—, ¿de ahí viene, pues, que tú mismo te vuelves cada vez más amarillo y más oscuro, aunque tu cabello quiera parecer blanco y color de lino? ¡Mira, estás sentado en tu brea!»

    «¿Qué decís ahí, animales míos? —dijo Zaratustra riendo—. En verdad, blasfemé cuando hablé de la brea. Lo que me ocurre a mí les sucede a todos los frutos que maduran. Es la miel en mis venas la que vuelve más espesa mi sangre y también más silenciosa mi alma.»

    «Así será, oh Zaratustra —respondieron los animales y se apretaron contra él—; pero ¿no quieres hoy subir a una alta montaña? El aire está puro, y hoy se ve más del mundo que nunca.»

    «Sí, animales míos —respondió él—, aconsejáis certeramente y conforme a mi corazón: hoy quiero subir a una alta montaña. Pero procurad que allí tenga miel a mano: amarilla, blanca, buena, miel dorada de panal fresca como el hielo. Porque, sabedlo, allá arriba quiero ofrecer la ofrenda de miel.»

    Notas mínimas:

    • des Guten übergenug: “estar harto de lo bueno” conserva la idea de “más que suficiente”.
    • Pech → brea, no pez; recupero luego el juego con “estás sentado en tu brea”.
    • lästerte: mejor “blasfemé” que “despotricaba”, para mantener el tono alto de Zaratustra.
    • Honig in meinen Adern: lo devuelvo a “venas”, como en el original; la miel es casi fisiológica.
    • das Honig-Opfer: mantengo “ofrenda de miel”, en línea con el título de discurso.

    Si te encaja, en el siguiente turno te preparo ya la versión continua de todo el arranque del capítulo (desde “Und wieder liefen Monde…” hasta “das Honig-Opfer bringen”) lista para el blog.

    You said:

    Corregimos esto (10-12) y, cuando terminemos, me pasas la versión en limpio de 1 a 12, y abrimos conversación para terminar ahí Das Honig-Opfer: Als Zarathustra aber oben auf der Höhe war, sandte er die Thiere heim, die ihn geleitet hatten, und fand, dass er nunmehr allein sei: — da lachte er aus ganzem Herzen, sah sich um und sprach also: Dass ich von Opfern sprach und Honig-Opfern, eine List war’s nur meiner Rede und, wahrlich, eine nützliche Thorheit! Hier oben darf ich schon freier reden, als vor Einsiedler-Höhlen und Einsiedler-Hausthieren. Was opfern! Ich verschwende, was mir geschenkt wird, ich Verschwender mit tausend Händen: wie dürfte ich Das noch — Opfern heissen! Und als ich nach Honig begehrte, begehrte ich nur nach Köder und süssem Seime und Schleime, nach dem auch Brummbären und wunderliche mürrische böse Vögel die Zunge lecken: — nach dem besten Köder, wie er Jägern und Fischfängern noththut. Denn wenn die Welt wie ein dunkler Thierwald ist und aller wilden Jäger Lustgarten, so dünkt sie mich noch mehr und lieber ein abgründliches reiches Meer, — ein Meer voll bunter Fische und Krebse, nach dem es auch Götter gelüsten möchte, dass sie an ihm zu Fischern würden und zu Netz-Auswerfern: so reich ist die Welt an Wunderlichem, grossem und kleinem! Sonderlich die Menschen-Welt, das Menschen-Meer: — nach dem werfe ich nun meine goldene Angelruthe aus und spreche: thue dich auf, du Menschen-Abgrund! 10. Pero cuando Zaratustra estuvo en lo alto de la cima, envió a los animales a casa, que lo habían acompañado, y encontró que estaba solo. Entonces rió de todo corazón, miró a su alrededor y habló así:  11. Que hablé hoy de ofrendas y ofrendas de miel fue solo un ardid de mi discurso y, en verdad, una útil necedad. Aquí arriba puedo hablar ya más libremente que en frente de cuevas de ermitaños y animales domésticos de ermitaños. 12. ¿Qué ofrendar? Derrocho lo que me es regalado, yo, derrochador con mil manos; ¿cómo podría llamar a eso aun ofrendar? Y cuando deseé miel, deseé solamente cebo y dulce mucílago y gelatina, tras lo cual también osos gruñones y extraños, hoscos, perversos pájaros hacen agua la lengua – tras el mejor cebo, como a los cazadores y pescadores les es necesario. Porque, si el mundo es un oscuro bosque de animales y un jardín de placer para todo cazador salvaje, me parece aún más y mejor un rico mar abismal – un mar lleno de multicolores peces  y cangrejos, por el que también a los dioses les gustaría sentir anhelo, para en él convertirse en pescadores y echadores de redes: tan rico es el mundo en cosas extrañas, grandes y pequeñas. Especialmente el mundo de los hombres, el mar de los hombres: a él lanzo ahora mi caña de pescar de oro y digo: ¡ábrete tú, abismo de los hombres!

    ChatGPT said:

    Pensó durante 1m 37s

    Te dejo primero 10–12 corregido, y luego la versión continua de 1–12 lista para el blog.

    10–12 revisado

    Pero cuando Zaratustra estuvo arriba, en lo alto de la cumbre, envió de vuelta a casa a los animales que lo habían guiado y vio que ahora estaba solo; entonces rió de todo corazón, miró a su alrededor y habló así:

    «Que hoy haya hablado de ofrendas y de ofrendas de miel no fue más que un ardid de mi discurso y, en verdad, una necedad útil. Aquí arriba puedo hablar ya con más libertad que ante cuevas de ermitaños y animales domésticos de ermitaños.

    ¿Qué ofrendas? Yo derrocho lo que se me regala, yo, derrochador de mil manos; ¿cómo podría llamar a eso todavía ofrenda?

    Y cuando deseé miel, no deseé sino cebo y dulce sebo y baba, tras los cuales también los osos gruñones y las extrañas, hoscas y malévolas aves se relamen:

    tras el mejor cebo, como el que necesitan cazadores y pescadores. Pues si el mundo es como un oscuro bosque de fieras y jardín de delicias para todos los cazadores salvajes, tanto más, y con mayor agrado, se me aparece como un mar abismal y rico,

    un mar lleno de peces de muchos colores y de cangrejos, que podría incluso hacer que a los dioses les apeteciera hacerse en él pescadores y lanzadores de redes: tan rico es el mundo en cosas extrañas, grandes y pequeñas.

    Sobre todo el mundo de los hombres, el mar de los hombres: hacia él lanzo ahora mi caña de pescar de oro y digo: ¡ábrete, abismo de los hombres!»

    He mantenido “ofrendas / ofrendas de miel” para seguir coherente con el título y el tono cultual, y “sebo y baba” para recoger el lado viscoso, animal, de Seim und Schleim.


    Versión en limpio 1–12 (para el blog)

    Y de nuevo corrieron lunas y años sobre el alma de Zaratustra, y él no hizo caso de ello; pero su cabello se volvió blanco. Un día, cuando estaba sentado sobre una piedra delante de su cueva y miraba en silencio a lo lejos —pues desde allí se mira hacia el mar y por encima de abismos sinuosos—, entonces sus animales anduvieron pensativos en torno a él y por fin se plantaron delante de él.

    «Oh Zaratustra —dijeron—, ¿miras acaso a lo lejos en busca de tu felicidad?»

    «¡Qué importa la felicidad! Hace ya mucho que no aspiro a la felicidad; aspiro a mi obra.»

    «Oh Zaratustra —volvieron a decir los animales—, eso lo dices como quien está harto de lo bueno. ¿No yaces acaso en un lago de felicidad azul celeste?»

    «Vosotros, pícaros necios —respondió Zaratustra y sonrió—, ¡qué bien habéis escogido la parábola! Pero sabéis también que mi felicidad es pesada y no como una ola líquida de agua: me oprime y no quiere apartarse de mí, y actúa como brea derretida.»

    Entonces los animales volvieron a andar pensativos en torno a él y luego se plantaron de nuevo delante de él. «Oh Zaratustra —dijeron—, ¿de ahí viene, pues, que tú mismo te vuelves cada vez más amarillo y más oscuro, aunque tu cabello quiera parecer blanco y color de lino? ¡Mira, estás sentado en tu brea!»

    «¿Qué decís ahí, animales míos? —dijo Zaratustra riendo—. En verdad, blasfemé cuando hablé de la brea. Lo que me ocurre a mí les sucede a todos los frutos que maduran. Es la miel en mis venas la que vuelve más espesa mi sangre y también más silenciosa mi alma.»

    «Así será, oh Zaratustra —respondieron los animales y se apretaron contra él—; pero ¿no quieres hoy subir a una alta montaña? El aire está puro, y hoy se ve más del mundo que nunca.»

    «Sí, animales míos —respondió él—, aconsejáis certeramente y conforme a mi corazón: hoy quiero subir a una alta montaña. Pero procurad que allí tenga miel a mano: amarilla, blanca, buena, miel dorada de panal fresca como el hielo. Porque, sabedlo, allá arriba quiero ofrecer la ofrenda de miel.»

    Pero cuando Zaratustra estuvo arriba, en lo alto de la cumbre, envió de vuelta a casa a los animales que lo habían guiado y vio que ahora estaba solo; entonces rió de todo corazón, miró a su alrededor y habló así:

    «Que hoy haya hablado de ofrendas y de ofrendas de miel no fue más que un ardid de mi discurso y, en verdad, una necedad útil. Aquí arriba puedo hablar ya con más libertad que ante cuevas de ermitaños y animales domésticos de ermitaños.

    ¿Qué ofrendas? Yo derrocho lo que se me regala, yo, derrochador de mil manos; ¿cómo podría llamar a eso todavía ofrenda?

    Y cuando deseé miel, no deseé sino cebo y dulce sebo y baba, tras los cuales también los osos gruñones y las extrañas, hoscas y malévolas aves se relamen:

    tras el mejor cebo, como el que necesitan cazadores y pescadores. Pues si el mundo es como un oscuro bosque de fieras y jardín de delicias para todos los cazadores salvajes, tanto más, y con mayor agrado, se me aparece como un mar abismal y rico,

    un mar lleno de peces de muchos colores y de cangrejos, que podría incluso hacer que a los dioses les apeteciera hacerse en él pescadores y lanzadores de redes: tan rico es el mundo en cosas extrañas, grandes y pequeñas.

    Sobre todo el mundo de los hombres, el mar de los hombres: hacia él lanzo ahora mi caña de pescar de oro y digo: ¡ábrete, abismo de los hombres!»

    Cuando quieras, abrimos conversación nueva para seguir desde aquí y rematar “La ofrenda de miel”.

    You said:

    ¿Te importa calcar un poco más la sintaxis del original en “que podría incluso hacer que a los dioses les apeteciera hacerse en él pescadores y lanzadores de redes”?

    ChatGPT said:

    Pensó durante 10s

    Claro, tiene todo el sentido acercarlo más al giro del alemán.

    El original dice:

    … nach dem es auch Götter gelüsten möchte, dass sie an ihm zu Fischern würden und zu Netz-Auswerfern …

    Te propongo esta versión, más calcada en la estructura:

    … un mar lleno de peces de muchos colores y de cangrejos, del cual también podría antojárseles a los dioses que en él se volvieran pescadores y lanzadores de redes: tan rico es el mundo en cosas extrañas, grandes y pequeñas.

    Si quieres el periodo entero retocado dentro del párrafo, quedaría así:

    … tanto más, y con mayor agrado, se me aparece como un mar abismal y rico, un mar lleno de peces de muchos colores y de cangrejos, del cual también podría antojárseles a los dioses que en él se volvieran pescadores y lanzadores de redes: tan rico es el mundo en cosas extrañas, grandes y pequeñas.

    Solo tienes que sustituir esa frase en la versión en limpio de 1–12 y ya queda ajustado.

    You said:

    ¿”al cual también a los dioses les agradaria antojar, para volverse en él pescadores y lanzadores de redes”? O algo en esa línea …

    ChatGPT said:

    Pensó durante 11s

    Sí, vamos exactamente en esa línea, pero yo quitaría el “agradaría” (que complica) y ordenaría un poco para que suene raro, pero castellano:

    Te propongo:

    “… un mar lleno de peces de muchos colores y de cangrejos, al cual también podría antojárseles a los dioses volverse en él pescadores y lanzadores de redes: tan rico es el mundo en cosas extrañas, grandes y pequeñas.”

    Ahí calcamos bastante:

    • nach dem → “al cual”
    • es auch Götter gelüsten möchte → “también podría antojárseles a los dioses”
    • dass sie an ihm zu Fischern würden und zu Netz-Auswerfern → “volverse en él pescadores y lanzadores de redes”.

    Si te convence, sustituimos solo esa frase en la versión en limpio de 1–12 y seguimos.

    You said:

    Pero el complemento de “gelusten” es “nach Dem”, no? Y la oración de “dass”, yo la veo final: ” … un mar lleno de peces de muchos colores y cangrejos, que también podría antojarse les a los dioses, para volverse en él …”

    ChatGPT said:

    Pensó durante 30s

    Tienes razón en la anatomía de la frase alemana, vamos por partes:

    • El giro básico es es gelüstet jemanden nach etwas → “a alguien se le antoja / apetece algo”.
      • Aquí: nach dem = objeto del deseo → el mar.
    • Luego Nietzsche le añade:
      dass sie an ihm zu Fischern würden und zu Netz-Auswerfern
      que funciona como contenido / consecuencia deseada: lo que querrían hacer allí, “que en él se volvieran pescadores…”.

    O sea, esquemáticamente:

    [mar], del cual también podría antojárseles a los dioses [esto]: que en él se volvieran pescadores…

    Tu intuición de leer la oración de dass con valor final (“para volverse…”) es muy razonable en español: mantiene bien la lógica del deseo y nos ahorra una subordinada algo pesada.

    Yo dejaría la frase así, incorporando tu propuesta y limándola un poco:

    “… un mar lleno de peces de muchos colores y de cangrejos, que también podría antojárseles a los dioses para volverse en él pescadores y lanzadores de redes: tan rico es el mundo en cosas extrañas, grandes y pequeñas.”

    Aquí:

    • nach dem → “que también podría antojárseles a los dioses” (el mar como objeto del antojo).
    • dass sie an ihm zu Fischern würden und zu Netz-Auswerfern → “para volverse en él pescadores y lanzadores de redes” (final/consecuencia deseada).

    Si te gusta así, simplemente sustituimos en tu versión en limpio esa frase por esta última y damos por fijado el bloque 1–12.

    You said:

    Sí. Lo dejamos así. Si me das 1-12 entero, lo publico ya.

    ChatGPT said:

    Pensó durante 15s

    Y de nuevo corrieron lunas y años sobre el alma de Zaratustra, y él no hizo caso de ello; pero su cabello se volvió blanco. Un día, cuando estaba sentado sobre una piedra delante de su cueva y miraba en silencio a lo lejos —pues desde allí se mira hacia el mar y por encima de abismos sinuosos—, entonces sus animales anduvieron pensativos en torno a él y por fin se plantaron delante de él.

    «Oh Zaratustra —dijeron—, ¿miras acaso a lo lejos en busca de tu felicidad?»

    «¡Qué importa la felicidad! Hace ya mucho que no aspiro a la felicidad; aspiro a mi obra.»

    «Oh Zaratustra —volvieron a decir los animales—, eso lo dices como quien está harto de lo bueno. ¿No yaces acaso en un lago de felicidad azul celeste?»

    «Vosotros, pícaros necios —respondió Zaratustra y sonrió—, ¡qué bien habéis escogido la parábola! Pero sabéis también que mi felicidad es pesada y no como una ola líquida de agua: me oprime y no quiere apartarse de mí, y actúa como brea derretida.»

    Entonces los animales volvieron a andar pensativos en torno a él y luego se plantaron de nuevo delante de él. «Oh Zaratustra —dijeron—, ¿de ahí viene, pues, que tú mismo te vuelves cada vez más amarillo y más oscuro, aunque tu cabello quiera parecer blanco y color de lino? ¡Mira, estás sentado en tu brea!»

    «¿Qué decís ahí, animales míos? —dijo Zaratustra riendo—. En verdad, blasfemé cuando hablé de la brea. Lo que me ocurre a mí les sucede a todos los frutos que maduran. Es la miel en mis venas la que vuelve más espesa mi sangre y también más silenciosa mi alma.»

    «Así será, oh Zaratustra —respondieron los animales y se apretaron contra él—; pero ¿no quieres hoy subir a una alta montaña? El aire está puro, y hoy se ve más del mundo que nunca.»

    «Sí, animales míos —respondió él—, aconsejáis certeramente y conforme a mi corazón: hoy quiero subir a una alta montaña. Pero procurad que allí tenga miel a mano: amarilla, blanca, buena, miel dorada de panal fresca como el hielo. Porque, sabedlo, allá arriba quiero ofrecer la ofrenda de miel.»

    Pero cuando Zaratustra estuvo arriba, en lo alto de la cumbre, envió de vuelta a casa a los animales que lo habían guiado y vio que ahora estaba solo; entonces rió de todo corazón, miró a su alrededor y habló así:

    «Que hoy haya hablado de ofrendas y de ofrendas de miel no fue más que un ardid de mi discurso y, en verdad, una necedad útil. Aquí arriba puedo hablar ya con más libertad que ante cuevas de ermitaños y animales domésticos de ermitaños.

    ¿Qué ofrendas? Yo derrocho lo que se me regala, yo, derrochador de mil manos; ¿cómo podría llamar a eso todavía ofrenda?

    Y cuando deseé miel, no deseé sino cebo y dulce sebo y baba, tras los cuales también los osos gruñones y las extrañas, hoscas y malévolas aves se relamen:

    tras el mejor cebo, como el que necesitan cazadores y pescadores. Pues si el mundo es como un oscuro bosque de fieras y jardín de delicias para todos los cazadores salvajes, tanto más, y con mayor agrado, se me aparece como un mar abismal y rico, un mar lleno de peces de muchos colores y de cangrejos, que también podría antojárseles a los dioses para volverse en él pescadores y lanzadores de redes: tan rico es el mundo en cosas extrañas, grandes y pequeñas.

    Sobre todo el mundo de los hombres, el mar de los hombres: hacia él lanzo ahora mi caña de pescar de oro y digo: ¡ábrete, abismo de los hombres!»

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